Dead Flowers

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Capítulo I: ¿Recuerdas?

•Somewhere only we know•


*

—1, 2,3...

— ¡Te encontré!

— ¡Vamos! Sólo falta Urie-kun

Las vocecitas de los niños se escuchaban por lo extenso de aquel patio de juegos. El inocente juego <<escondidas>> lograba entretener a unos cuantos pequeños del jardín de niños.

La pequeña Tooru había encontrado a casi todos sus compañeros, a excepción de uno, para ser precisos aquel niño nunca podía ser encontrado con facilidad. No importaba si lo buscaba Shirazu-kun o Saiko-chan, siquiera el sensei Sasaki, a veces lo encontraba. Y para Tooru, no sería la excepción.

El pequeño Urie, dueño de un cabello morado y mirada suavizada no podía evitar sonreír con picardía al enterarse que jugarían aquel juego. Después de todo, ya llevaba 3 estrellitas doradas pegadas en la frente, como muestra de sus logros. Se escondería debajo de las rocas sí era posible, para ganar otra estrellita dorada a como diera lugar. Su record era insuperable entre los niños de su edad, portando un título invicto en su salón.

— ¡Urie-kun!

La voz de Tooru, una bastante temblorosa lograba que, en la pancita de Urie, se derritieran los malvaviscos que hacía unos minutos, le había robado a su archí rival Takeomi. Una risita que sólo él escucharía se le escaparía de sus labios y se taparía la boca con sus palmas, reprendiéndose mentalmente por hacerlo. No debía ser descubierto por nada en el mundo, ni siquiera por la llamada del sensei para ir por unas galletas y leche caliente. Ni siquiera, por el inicio de su programa de superhéroes favorito.

De momento a otro en la mente de Urie se formó una lista de prioridades, en las que esconderse era su mayor logro. Sonrió nuevamente, esta vez con la boca sellada, no quería caer en la tentación. Y es que aquello le parecía tan divertido.

— ¡Urie-kun!

Tooru no se cansaba de gritar su nombre, ya habían pasado unos minutos desde que había encontrados a los otros niños. Los rayos del sol daban de lleno en el rostro de Shirazu, quien ya parecía hastiado de la situación. La pequeña Saiko reía mientras perseguía algunas hormigas que ansiosas degustaban el trozo de sandía que había dejado momentos atrás.

—Ya...Tooru-chan, Urie-baka no saldrá de su escondite, ya sabes cómo es de obstinado.

—Pero...— El rostro desilusionado de la pequeña de tez morena había causado una rara sensación en el estómago de Urie, donde quiera que estuviera oculto. —Debo encontrarlo.

—Lo sé...pero ya se puso aburrido buscarlo, mejor vayamos por unos dulces. —El niño rubio tenia los brazos hechos jarra y su rostro se había enfocado para los adentros del jardín de niños. –Además...—sonrió con picardía— creo que sensei se fue por su café con la señorita Touka-chan.

Tooru sonrió levemente y negó con la cabeza, seguía empeñada en hallar a Urie de su escondite. Tras meditarlo unos instantes, se le había cruzado por la mente la idea de que Urie había caído en un pozo y lastimado su rodilla o que una abeja lo había picado y asustado de muerte. De sólo pensar todas esas cosas dolorosas, sentía que las lágrimas estaban a punto de salir de sus ojos verdes.

— ¿Mutsuki-chan que tienes?

Los niños que la rodeaban parecían preocupados por el estado repentino de su pequeña amiga. Ella gimoteaba y trataba de parar las lágrimas con el dorso de sus manos.

—Yo...Yo, tengo que encontrarlo. Urie-kun debe estar muy triste. Él está solo en estos momentos.

Saiko sonrió ampliamente al ver el gentil sentimiento de su amiga y el más alto de los niños rió agraciado, para revolver con su palma, los cabellos verdes de la niña.

—Tú eres más obstinada que el mismo Urie ¿eh?—Se giró hacia Saiko-chan y mencionó que le ayudara a robar los dulces de la chaqueta del sensei. Los vándalos, entonces, se escaparon del patio de juegos en busca del botín prometido.

Tooru por su parte continúo caminando y recorriendo el jardín hasta el cansancio. Por un momento quiso darse por vencida, pero finalmente algo ocurrió. Su brazo había sido atrapado entre las sombras de unos arbustos que se encontraban detrás de la casita de madera. Quiso gritar, más el niño que sujetaba su brazo le indicó que no gritara su nombre. La niña ladeó el rostro suavemente y sonrió al verificar que Urie-kun no había sido devorado por ningún hombre lobo u oso salvaje.

—Este será nuestro secreto, ¿de acuerdo?—Urie mantenía su dedo índice sobre sus labios.

—Pero... ¡yo gane el juego!—Reprochó la niña entre susurros.

— ¡No!...solo no quería que continuaras chillando...tú no has ganado nada, porque yo deje que me encontraras.

Tooru sonrió ampliamente. Después de todo haber encontrado a Urie sano y salvo era todo lo que quería y si la victoria del juego y la deshonra de Urie por mantenerse invicto en el escondite era el sacrificio, estaba dispuesta a pasarlo.

Tras unos minutos, se habían quedado sentados en aquel lugar. Tooru rió risueña, más el pequeño y ofuscado Urie la mando a callar de una mirada furibunda.

—Lo siento... pero tú— No pudo evitar la carcajada al señalar la frente del niño. Él mismo alzó sus pupilas en aquella dirección y un sonrojo cubrió sus mejillas. Aún mantenía unas cuantas estrellitas doradas pegadas en su frente.

— ¡Oye! ¡No te rías!...o me comeré tus galletas. —Abrió ambos ojos lo más que pudo recapacitando con respecto al tiempo— ¡Ya debe ser hora de las galletas! – se levantó de su lugar sin reparar en Tooru. Paró en seco su andar y sintió la extraña necesidad de extender la mano hacia la niña para que pudiera reincorporarse con facilidad. Ella lo encaró atónita, más el niño ladeó su rostro para no verse tan avergonzado. Finalmente Tooru tomó la mano de Urie y juntos corren hacia los adentros del recinto escolar.

*

8 años después una seguidilla de tragedias los había envuelto. Sus vidas ya no volverían a ser las mismas. Un asesinato y un accidente laboral trágico, se llevarían la felicidad de sus vidas.

Ella llora en silencio frente a 3 ataúdes. Tooru no volvió a mencionar sus nombres desde entonces.  Mientras Urie se había vuelto mucho más retraído tras la muerte de su padre.

*


Hola a ti, mi querido lector

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Hola a ti, mi querido lector.

Hoy vengo a presentar esta nueva entrega, y por ello a comentar brevemente algunas cuestiones de la historia que comenzaré a desarrollar.

Esta nueva historia sera desarrollada desde una perspectiva bastante oscura, por lo que sería prudente clasíficarla como un Darkfic. Será una historia corta, en la que sucederán varias cosas vinculadas a la perdida, desde las perspectivas de Urie y Mutsuki. 

Espero sea de su agrado el leerla♥

Recomendación Musical: Somewhere only we Know - Keane.♫

The year of Horsey [Mutsurie]Where stories live. Discover now