Shadow.

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Capítulo XI: Filantropía.


  • On days where I hate myself for being me, on days where •  I want to disappear forever • Let's make a door  •  It's in your heart •

*

Si tuviera que contextualizar aquel momento en una palabra, seguramente sería "incomodo".

Frunció el ceño, la situación ya le estaba colmando la paciencia. A pesar de ello, su semblante se mantenía estoico. La conversación estaba repleta de preocupación y luego devoción por el tan amado Sasaki. Por lo tanto el fideo del Yakisoba de sus padres, ya estaba frío.

Pensar que lo había extrañado, sería completamente una patraña. Sin embargo, pareciera ser que la calma había bendecido a la casa Urie, tan solo con la llegada del valioso hijo prodigo.

Tomó un sorbo de su jugo de limón, viendo de reojo el llanto repentino de su madre y el oculto de su padre. En sus ojos, sólo había alegría y tal vez un poco de confusión. Muy lejos estaban los regaños ante su comportamiento tan impulsivo. Si quiera una reprimenda por sus actos que alteraron a sus seres queridos por algún tiempo.

La cena concluyó y con eso Urie debía de encargarse de asear los platos, al tiempo de que sus padres tenían una pequeña conversación acerca del viaje que había realizado Sasaki en una prefectura cercana, donde por casualidades del destino, había dado con el mismo paradero del lugar de reposo de Kirishima-sensei.

De no ser porque sus padres lo reprenderían a él por su irónico acto, se haría presente en esa sala y aplaudiría con devoción al maestro de las mil y una mentiras. Es que el arlequín era muy hábil para manipular conciencias. Eso era digno de una ovación de pie, con flores y serpentinas.

Al parecer esa había sido la historia que eligieron creer, aun después de haber leído el contenido de la carta. Sasaki explicó entonces, que aquello sólo se trataba de sus propios sentimientos. Que poco y nada tenían que ver con los sentimientos de Kirishima. Alegando, después, que no había sido capaz de expresar sus afectos adecuadamente, por temor a que ella fuera desprestigiada de su rol y posteriormente expulsada de la escuela.

Y no lo culpa, la mentira había sido convincente, sus padres expresaron palabras de consuelo y algo de ánimo para el futuro. Después de todo, ya había aplicado para los exámenes del ingreso a la Universidad de Kamii, además de que en los próximos días estaría cumpliendo la mayoría de edad.

Sasaki sonrió hasta último minuto, llegando a formular retoricas sin respuestas en la mente de Urie.

(¿No te cansas de sonreír hipócrita?)

De momento a otro, las voces se difuminaron. La conversación había concluido en afectuosos cumplidos y palabras cariñosas por parte de su madre.

Los pasos de Sasaki jamás serian borrados de la memoria de Urie, por lo que oírlo ingresar en la cocina, no fue toda una hazaña.

— Kuki-kun, tiempo sin vernos.

Urie no respondió, estaba demasiado sumido en sus pensamientos negativos como para responder a simples banalidades.

— ¿Por qué les mientes?

— ¿A qué te refieres?

— Tú y Kirishima-san... ya eran pareja antes de tu huida.

The year of Horsey [Mutsurie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora