Shadow.

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 • Every time I walk back home with you • I keep smiling at what you say  •

Capítulo X: Nuevos amaneceres.


Los días pasaban, y como si aquello fuera posible, de apoco la ausencia de Sasaki parecía no importar demasiado. Tanto en su casa, como en la escuela o en su trabajo de medio tiempo, nadie parecía extrañarlo como en algún comienzo. Todo parecía indicar, que aquel hecho estaba siendo olvidado.

Los padres de Sasaki decidieron no reportar su desaparición ante ningún organismo policial, ya que Mutsuri Washuu, hábil en su papel de director, mencionó que seguramente él ya se encontraba lejos de aquella ciudad. Nadie dudaba de su responsabilidad en el cuidado de sí mismo y es que ya no era un niño. Por otro lado, mientras no se hiciera un escándalo de la huida de Kirishima con Sasaki, mientras ese hecho no transcendiera a los medios de comunicación o a las redes sociales, Matsuri estaría satisfecho.

Un buen día, el teléfono de su casa sonó, más su madre al contestar notó, como en sus ojos cristalinos se formaban sentimientos desesperados. Con el rostro desfigurado por la angustia, Urie comprendió que aquel que llamaba no era otro, sino Sasaki.

— "Está bien hijo, te comprendo"— Le escucho decir con la voz en un hilo — "Pero... por favor, recapacita y vuelve, ésta es tu casa y todos estamos muy preocupados por ti."

Urie estaba consternado. Realmente Sasaki siempre se las ingeniaba para quedar bien con "Dios y con el diablo", y en verdad cada vez comprendía menos aquel suceso. Sin embargo, y al reflexionar la situación al respecto, la llamada de Sasaki significaba un gran alivio, para sus padres, para la escuela y hasta para él mismo.

Él vendría, de eso estaba seguro. Y si conocía a Sasaki, como cree, sabe que esa ansiada visita no se daría sino, hasta que el cumpliera la mayoría de edad. Después de todo, él no podía darse el lujo de aparecer y no esperar a que nadie lo apresara, como a un conejo en su jaula. Él no permitiría que lo separaran de Kirishima. Por lo que, según sus cálculos regresaría en 3 semanas aproximadamente.

No lo había notado, puesto a que los últimos meses habían sido bastante tumultuosos. Siempre manteniendo el peso de los adultos sobre sus hombros y la mirada entristecida de Mutsuki en su mente.

El invierno traía consigo hermosas noches heladas y Mutsuki a veces, regresa a casa junto a Urie. No había un motivo en especial, solamente lo hacían como dos personas que se conocían, casi como un par de amigos. Claro que Urie, no podía darse el lujo de invitarla al karaoke o al centro comercial e ir por unas hamburguesas con cupones de descuento. Menos aún, conservar recuerdos de ambos, al tomarse pequeñas fotografías instantáneas con el Purikura.

Y, a veces, quisiera realmente poder decirle lo que tanto ha estado pensando al respecto. Más en ese preciso momento, su cuerpo parece no pertenecerle. Solamente respira y camina, porque sólo eso es capaz de hacer frente a ella.

Arruga la nariz, el frío cosquillea en ella. Urie siempre se asegura de llevar un pañuelo de tela para evitar ese tipo de situaciones, sino se apresuraba, un estornudo pronto lo tomaría por sorpresa. Rebuscó en ambos bolsillos de su abrigo, sin éxito alguno.

El frío no perdonaba a los despistados y ahí estaba el estornudo de gracia. Su cuerpo le daba la bienvenida a un posible virus. Un inevitable escalofrío lo recorrió entero, un muy mal augurio para su salud. Él podría fácilmente dar la vuelta e irse a su casa, tomar un baño caliente y meterse dentro de su cama de suaves sabanas con aroma a suavizante de ropa.

The year of Horsey [Mutsurie]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang