Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada

Señorita Ofendida

Me había vestido de manera simple, unos jeans, mis Vans y una sudadera azul, no llevo ni una gota de maquillaje, me harté de eso, lo veo muy necesario, contando con mis ojeras y todo, pero, mi piel es muy saludable, y hoy, la dejaré respirar, mi cabello, va natural, con sus ondas, hoy tiene mucho volumen y eso me gusta.

Me siento... Me siento como si estuviera de vuelta en el principio de todo, cómo si nada hubiera pasado.

¿Alguien alguna vez ha sentido que ya no hay salida? ¿Has sentido que te sientes hundido? ¿Que no hay solución alguno para un problema del que no tienes conocimiento? ¿Te has sentido mal, sin saber por qué?

Así me sentía ahora.

A veces quisiera, simplemente ya no sentir nada.

- Hola Colega. - Sonrió Kyle.

No lo niega, él me causa algo, pero es, muy distinto a lo que me causa Andy, esto es una chispa, y lo que Andy hace es una tormenta eléctrica.

- Hola. - Le devolví la sonrisa. - Quiero sentirme como me hace sentir Andrew.

- Bueno, vamos... - Subimos a su auto y el camino empezó.

Definitivamente, si las personas fueran lluvia, Kyle sería una llovizna.

- Te ves muy hermosa hoy.

Y Andy sería un Huracán.

Llegamos a una cancha, lo bastante amplia como para jugar tal como ellos querían.

Reconocí a muchas personas del colegio, cuando entramos, y todos sonrieron al mirarme.

Ahora que lo pienso bien, ¿Que fue lo que cambió? Yo no hice nada, tal vez sólo sea el hecho de que como era "Amiga" de las animadoras, y tal vez por eso merecía un poco de atención.

Eso no se hace.

- Hayden. - Sonrió un chico. - Hola.

- Hola. - Sonreí, ¿Quién rayos es?

Los conozco a todos, los vi caminar por los pasillos y almorzar en el comedor, pero no sé sus nombres.

- Hola, te ves bien. - Me sonrió. - Ten. - Sacó una cerveza de una mini nevera.

- Ella no bebe. - Saltó Kyle en mi rescate.

- ¿No bebes? - Todos me miraron y sonrieron.

- No. - Me sentí intimidada.

- Haces bien. - Me guiñó. - Bueno, entonces... - ¡Chloe! - Llamó.

- ¿Si? - Llegó a nuestro lado y me miró, pasó saliva y lanzó su cabello, ahora rubio, hacia atrás.

- ¿Tienen sodas ustedes?

Ellas están aquí.

- ¿Para qué?

- Para que le den una a Hayden.

- Que beba cerveza. - Arrugó la nariz. Ese gesto que tienen las niñas mimadas.

- No le gusta.

- Claro... - Llevó sus manos a su cintura. - Ya la traigo.

Miré al otro lado de las gradas, allá estaban sentadas las chicas, todas, no sólo las animadoras, entre ellas, estaba Cassie, quien me miró... Pero, no pude descifrar que clase de mirada es esa.

- Creo que es mejor que empecemos. - Kyle se percató de que la había mirado.

- Tal vez.

Me encargaron su nevera, y como diez mochilas de todos los chicos.