Hoy por la tarde

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Narrador omnisciente

Clary y Simon estaban en los cancilleres hablando de la victoria de la pelirroja.

—¿que estás haciendo?—pregunto Simon al ver que Clary sacaba libros de historia

—mi siguiente clase es historia

—¿no has visto la hora que es? Esta era tu última clase.Clary ya acabo la jornada

—¡Clary! Buen trabajo—dijo un chico que osaba por el pasillo. Clary estaba segura de que era uno de los populares y también que en su vida si quiera la había regresado a ver

La pelirroja se sonrojó y respondió con un tímido gracias.

—aun no puedo creer que hagas ganado Clary—dijo Simon antes de abrazar a Clary

—y yo no puedo creer que tengas novia

—a si la verdad se párese mucho a mi y es muy dulce sobre todo

Clary se limitó a negar con la cabeza.

•••

—¿Magnus?.... Magnus por favor ábreme la puerta—dijo Alec desesperado después de haber golpeado la puerta del brujo desde hace 20 minutos— Se que estás ahí. Puedo... puedo escuchar tus pasos. Sé que estás cerca de la puerta...

Alec que nunca lloraba por nada del mundo soltó una lagrima. El pobre se había echo el viaje hasta el hotel donde Magnus se estaba quedando temporalmente.

—Magnus por favor haberme—dijo golpeado más duro la puerta

—So-solo te quería decir... no, te quería avisar que no me voy a rendir. No te creo que ya no... ya no me ames. Porque yo si lo hago y sé que es mutuo. Así que no me voy a rendir contigo aun que tenga que ofrecer mi alma a Lilith—finaliza Alec para despegarse de la puerta. Dio la vuelta y siguió su camino. Hasta que escucho la puerta abrirse. Inmediatamente dio la vuelta.

—Que adorables palabras Neflim, casi me haces sentir pena—Alec se dio cuanta inmediatamente que la que estaba hablando era una Vampire

—¿quien eres?

—ay pero que tierna pregunta—dijo la hermosa vampira cabellos rubios y aspecto glamuroso—Mi nombre es Camille Belcourt, sabrás que soy la pareja de magnus. A la que verdaderamente siempre ha amado. Me temo que no tienes oportunidad más con Magnus. Te recomiendo que ya no lo busques más.

Alec pensó que su corazón no podía estar más roto. Pues se equivocó al escuchar esas palabras el alma se le fue al piso. Se le secó la boca. No sabía ni que responder

—Ammmm yo... yo, no... debería irme—el pobre Alce a pasó rápido y decidido se alejó de el departamento y se aproximó al ascensor.

Camille cerró la puerta satisfecha. Hasta que luego escucho el sonido de un portal. Entonces puedo ver a Magnus salir de el.

El brujo al ver a la Vampira, cambio su expresión.

—Camille, ¿que haces aquí?

—pensé—dijo Camille coqueta mitras se acercaba—que podríamos—dijo acercándose cada vez más—divertirnos un rato—dijo ya tocando el teléfono hombro de Magnus—ya que me llamaste ayer por la noche—le susurró en el oído

•••

Clary caminaba en dirección a su casa después de el largo día de colegio que tuvo. Ese laberinto es cosa seria.

Alguien le tapo la boca y la cogio de los brazos. Clary trato de gritar y de dar una patada pero el agarre era muy duro. Entonces escucho una riza familiar. Al instante la soltó

—¡Jace! Me asustaste—regaño Clary al rubio

—después de ese laberinto ya nada debería

—solo estás ardido porque te gané

—por mucho que me duela admitirlo me ganaste Clary. ¿Feliz?

—mmm, un poco si

—Buno te olvidaste de algo que teníamos pendiente después de Clase

—no lo creo que nunca olvido nada

—Estoy si. Te acuerdas que después de clase te iba a enseñar a coquetear. Verás, Isabelle y yo aremos una fiesta hoy por la noche. Entonces en la tarde te enseñaré todo lo que pueda sobre coqueteo

—¿justo ahora?

—si justo ahora. Antes de que preguntes que te vas a poner, tú amiga va a pasar dejando el atuendo que quiere que te pongas en tu casa

—esto va a ser más difícil que matar a un demonio mayor...

Ella es la apuesta Where stories live. Discover now