Escondida

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Narrador omnisciente

—bueno, gracias por acompañarme rubio—dijo Clary sacando las llaves del abrigo

—no te despidas—dijo Jace que estaba apoyado sobre la pared del porche completamente serio

—no es necesario que te quedes a sentir pena por mi—dijo la pelirroja introduciendo la llave en la puerta

—sentir pena por ti—dijo sarcástico—eso es lo que menos siento por ti rojita—dijo separándose de la pared

Clary sintió el impulso de preguntarle que era entonces lo que más sentía por ella. Pero se limitó a simplemente quitar el seguro de la puerta.

— yo viene a ver a tu hermano y ah...—fue en ese momento en el Clary abrió la puerta y cuando Jace pasó una nube de harina le calló en la cabeza—... Valentina—concluyó Jace

—te dije que no te acelcaras pol aquí monstlo que odia el helado—dijo Valentina quien venía corriendo cubierta de harina—oh—dijo al ver a Jace

—yo tuve la misma relación—respondió Jace tratando de quitarse la harina de los ojos

—Dace peldón yo penshe que elas el feo del helado que vino hoy

—¡Valentina!—la regañó Clary—ve a traer una toalla mojada para que Jace se limpie—la pelirroja examinó a Jace—vámonos de aquí antes de que manches la sala y mi madre enloquezca

Clary dirigió a Jace hasta la cocina. Como este tenía harina en los ojos no podía ver nada.

—Jace aquí hay dos escalones...—Eñ rubio levantó el pie para pisar fuerte pero no llego al escalón—no espera aún no. Justo ahorita en 5 segundos....—este piso en una dirección contraria— pero pisa a la derecha...

El rubio gruñó.

— nunca imaginé que la cocina estara tan lejos

—shhh, usa tu pie derecho... o bueno ya usaste el izquierdo. Ahora ya camina recto en un ángulo de 70grados

—uy si clarísimo

Clary lanzó una caracajada y le tomó de las manos a Jace

—okay entonces solo sigue mi linda voz

Jace sonrió de lado

—eso será fácil pero entonces háblame de algo

—que quieres que diga?

—que estás pensando

—te vas a chocar si no me sigues

—no te sigo por que no hablas

—ya estamos en la cocina—dijo Clary llevándolo por la puerta

—¿que están haciendo?—dijo Jonathan cerrando la nevera con el embalse de helado en las manos

—¿que? ¿hoy es el día nacional del nudismo, o que? —se quejó Clary al notar que su hermano estaba solamente con un traje de baño

—no se lo que sea eso pero estoy dentro—comentó Jace

—estás mojando toda la cocina, mamá te va a matar

—no por que tú no le vas a decir—le dijo John manchándole la punta de la nariz con helado

—ammm ¿hola? Aún tengo harina en los ojos

—¡TINA! ¿Donde está la toalla que pedí?

Al segundo la miniatura de niña llegó con una toalla enorme y mojada

—aquí está aquí está—dijo dándosela a Jace. Este se limpió con rapidez

—Jace, cambio de planes, no saldremos nos mudamos a la piscina

—mejor, toda esta ropa ya me está estorbando—respondió este sonriendo de lado. Clary no supo si se sonrojó, así que para disimular puso los ojos en blanco

—a si, la amiga de Tasha se llama Willow no Whitney—aclaró Jonathan—dijo que se iría si la llamabas así otra vez

Clary frunció el ceño

— a mamá ni a papá le agradan Tania me sorprende que que te hayan dejado traerla... otra vez

—es por eso que el señor Herondale me acompaña hoy. Mamá y papá lo adoran y claro también porque la mejor amiga de Tasha se muere por Jace entonces...

—Jace no puede está ocupado hoy—se quejó Clary

Jace que estaba cruzado de brazos enarcó una ceja

—¿ah si?

—Clarissa otro día coqueteas con el hoy viene por mi así que vete a hacer lo qué haces siempre en tu cuarto

—pero...—se quejó Clary pero Jonathan la empujó hasta la puerta

—adiós hermanita no vemos

•••••

Desde el dormitorio de Clary donde está estaba dibujando, se escuchaban todo tipo de risas.

Clary estaba a punto de volverse loca. Algunas veces se asomaba por la ventana para vigilar que estaba pasado. O más bien para asegurarse de que Jace no se besará con nadie aún que eso se lo negaba ella misma.

Fue cuando escuchó la risa de Jace cuando decidió salir al pequeño balcón que había en su cuarto. Obviamente sigilosamente para que no se dieran cuenta de que está ahí.

Entonces los encontró ahí, a su hermano con su dichosa novia y a Jace con otra chica.

—¿quien es ella?—se preguntó Clary asomándose un poco más

Al parecer no fue tan sigilosa por que Jace puso su vista en el balcón. Inmediatamente Clary se tiró al suelo. La pelirroja se quedó un buen rato en el suelo escondida hasta que decidió que ya era seguro como para levantarse y mirar.

Pero cuando regresó a ver se dio cuanto que los únicos en la piscina eran su hermano y la novia.

A Clary le combinó la cara imaginando las miles de cosas que hora Jace puede estar haciendo con esa chica.

Pero entonces vio a la chica lanzarse en un clavado perfectro a la piscina. Solo que sola.

—¿que haces en el suelo?—dijo Jace a las espaldas de Clary reprimido una risa

Ella es la apuesta Where stories live. Discover now