Su vida era confusa, él la había hecho confusa desde su llegada, él era el culpable de haber destruido cada una de sus partes y volverla a reconstruir con torpeza y esfuerzo.
Lo odiaba, pero al final del día cuando llegaba a casa, una sonrisa instan...
"Sé que la petición de permiso para ir a tomar algo con tu amiga no ha sido precisamente para eso, nadie se pone así de chula para ir a ver a "su amiga".
Antes de que entres en crisis, te perdono" – Papá
Estaba oficialmente muerta, sentía que iba a vomitar solo por recibir aquél texto.
Las piernas nerviosas de Anarella se movían en inquietos movimientos de adelante hacia atrás mientras miraba hacia un costado es espera del vuelo C-222 con parada en Miami Florida, aunque ahora que lo pensaba mejor, eso de "parada" no se le presentaba como la mejor palabra para definir el vuelo de los chicos provenientes de México, ellos no iban a pararse a nada, simplemente era una escala, un pequeño espacio temporal para que estiraran las piernas, tomaran algo caliente para que sus adolescentes huesos no se destruyeran tan pronto y obviamente para que ella pudiera verlos.
No quería sentirse especial por miedo a parecer egocéntrica, pero al diablo, se sentía la chica con más suerte del universo...o por lo menos la más afortunada de América.
Bajó su mirada a su regazo para protegerse de los absurdos flash de las cámaras que no parecían respetar el hecho de que se encontraba con su peor elección en outfit, bajó la mirada a sus shorts de jean negros básicos que acompañaba con una coqueta camiseta de cuello redondo y unos sneakers, había perfeccionado las ondas de su largo cabello mientras rezaba interiormente para que su predicción del tiempo no fallara y realmente no lloviera.
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Vamos, que para no sentirse rara, le gustaba pensar que todas las chicas hacían lo mismo cuando planchaban su cabello.
Era joven, no tonta.
Había aprendido con el tiempo que los tacones y las sandalias no eran una buena opción a la hora de encontrarse en un lugar público con Zabdiel; las fans de los chicos en ocasiones podían ser algo...agresivas y caerse frente a todos no era una opción para ella, mucho menos presentarse junto a él como un estropajo.
Perfección, dedicación a su pareja y confianza en sí misma. 3 factores que no podían faltar a la hora de salir con un chico que vivía de su físico y su imagen frente a las cámaras de todo tipo.
Lo de la confianza en sí misma aún seguía practicándolo.
Ya no existía en ella la espontaneidad a la hora de encontrarse frente a otras personas, había olvidado con el tiempo lo que significaba mostrarse genuina ante una comunidad desconocida o amigos fuera de la banda, no se podía permitir el fallar, eso no estaba contemplado dentro de ninguna conversación con Zabdiel.
Bien, debía admitir que la brillante Yocelyn no se había lucido con el plan de "sólo dile a tus padres que saldremos a comprarle pampers a la nena y a cortar su cabello para que su papi la consiga preciosa", pero al menos había logrado el objetivo, estaba en el lugar que necesitaba y tendría alguien que la llevaría a casa luego de su encuentro con su "por mucho tiempo esperado" novio.
