Sacramento ; ZDJ.

V

El momento de partir llegó y eso trajo consigo muchos estómagos llenos, miradas confundidas de Chris y Richard, sonrisas leves compartidas con Erick mientras comían y suaves sonrojos provenientes del más pequeño de la banda que conseguían que Anarella muriera de ternura, si ese chico fuese un perro de la calle, Ana no lo pensaría dos veces para tomarlo entre sus brazos, llevarlo a casa, darle un buen baño y amarlo para siempre.

Cada día se arrepentía de haber nacido años antes que él, Erick en otra vida sería el chico de su vida.

El camino hacia el hotel se mostró extrañamente silencioso, los chicos se encontraban enfrascados en sus móviles y ella mantuvo todo el recorrido una lucha de miradas con Zabdiel al que, para su fortuna, se le escapó sin poder evitarlo una sonrisa pícara al escuchar que Renato le permitía compartir habitación con Anarella por aquella noche.

Maletas tiradas, despedidas cortas, un montón de bendiciones por parte de Christopher y una revisión exhaustiva por parte de los escoltas de la banda a la habitación en busca de alguna fan escondida dentro de la misma, fue lo último que recibieron antes de entrar al lugar de descanso, Zabdiel se encargó de cerrar la puerta tras él y bloquearla para mayor seguridad mientras que su novia miraba con atención cada espacio de la habitación.

- Todas las habitaciones son iguales, no sé qué es lo que investiga usted -murmuró con tono amargado ganándose una mirada cansada por parte de la muchacha-

- Zabdiel...

- ¿Quiere también ir a inspeccionar la habitación de Erick y Joel? Seguro que es más grande o le pusieron más ambientadores...

- Zabdi...

- Porque si quieres yo te llevo, no me cuesta nada, seguro que la señorita los extrañó más que a mí, su novio, el que...

- ¡ZABDIEL DE JESÙS!

El grito se escapó de sus labios como si de una alarma de incendio se tratase, unos segundos de silencio se instaló entre ambos y fue cortado de inmediato por la comprensiva muchacha.

- Acabas de llegar, tenemos aproximadamente 4 horas juntos y 3 de ellas han sido discutiendo, tus amigos han entablado más conversaciones conmigo que tú, ¡Erick que parece siempre tener miedo de hablarme me contó más sobre lo que hizo en el viaje que tú! ¡Joel! ¡Joel, el que parecía odiarme y que le dijo a Yashua que "era una mimada" extrañamente quiere conversar conmigo! -alzó sus manos al cielo en busca de hacer el tema más dramático- y tú....tú solo te limitaste a besarme un poco, tocar mi trasero y reclamarme por hablar con él como si fuese un lobo y yo la caperucita.

- No me hables de ese, no sé qué es lo que le pasó que ahora quiere dárselas de "amistoso" contigo, que bien es sabido por el mundo entero que eres mía -exclamó ofendido mientras agitaba la cabeza y su maraña de rulos se movía constantemente, Anarella suspiró rendida mientras se acercaba con paso lento e inseguro al alto muchacho ante ella-

- Zab...-musitó acercando su pecho al de él como si de un gato asustado se tratase quedando frente al alto muchacho, quien sin poder evitarlo tuvo que bajar la mirada para mirar a la chica a los ojos- te he extrañado mucho, por ende, no quiero que peleemos por Joel ni mucho menos por Erick -hizo una mueca mientras entornaba los ojos- ¿podemos comenzar de nuevo, no? -sonrió levemente y su corazón dio un salto agitado al ver que su chico la miraba fijamente y un ligero brillo enamorado destacaba en su mirada- ¿no? -murmuró con voz de niña pequeña robando una risa de Zabdiel-

- Bueno...--

- ¿Bueno qué?

- Que si ven, que podemos comenzar de nuevo -una sonrisa más amplia se escapó de los labios del boricua y una risa atontada se escapó de la chica frente a él, Anarella se lanzó a sus brazos apretándolo contra su pecho y finalmente el cantante con proyección internacional se sintió como en casa- eres lo más importante que tengo, Nani -murmuró contra su cabello regalando pequeños besos-