Mundos distintos

Te quiero

Scarlett

- Cambio de planes - Dijo Jhon entrando al restaurante bastante serio.

- ¿ A qué te refieres ? - Pregunté confusa.

- Hoy mismo vamos a Noruega, tan solo estaremos un día en cada sitio - Explicó - Necesito hablar con vosotros dos. ¡ Ya ! - Nos apuntó y nos levantamos sin rechistar - Quiero que estés pendiente de todo tu alrededor ¿ entendido ? - Lo miré sin entender.

- ¿ Se puede saber que pasa ?

- Esto es lo que pasa - Nos mostró una carta con la rosa dibujada. La cogí y la leímos.

" Supongo que no se puede tener todo en la vida. Se nota que te importa tu hija, pero no sobrevivirá por mucho tiempo, así que aprovecha todo lo que puedas junto a ella. Nos veremos muy pronto "

- Los viajes no durarán más de lo necesario - Los dos asentimos.

- ¿ Podríamos estar en suiza un día completo ? - Pregunté.

- Me lo pensaré, ahora ir a preparar vuestras cosas en cinco horas salimos de aquí - Los dos asentimos y fuimos a nuestras habitaciones para recoger todo.

Entré en mi habitación y empecé a recoger mis cosas y guardarlas en la maleta. Me aseguré de que no me dejaba nada y me senté en la cama, todavía faltaban cuatro horas y media para irnos, seguramente él seguirá guardando cosas, llamaron y fui abrir dejándolo pasar. Pues me equivocaba, ya tenía todo recogido y guardado.

- ¿ Estás bien ? - Preguntó al ver que estaba en silencio y mirando a un punto fijo en alguna parte de la pared - Scarlett... - Me llamó. Por fin posé mi mirada en la de él - ¿ Qué pasa ? - Crucé las piernas sobre la cama.

- Tengo miedo de que les haga daño a alguien que me importa. Ellos no tienen nada que ver con esto ¿ Por qué meterlos ? ¿ Qué ganas con ello ? - Me llevé las manos a la cara desesperada.

- Simplemente hacerte daño - Se encogió de hombros - No creo que le haga nada a los chicos, sabrían defenderse - Dijo pensativo.

- ¿ Y las chicas ? - Me levanté de golpe quedándome frente a él - Ellas no están metidas en ninguna mafia, ni creo que sepan de su existencia. Ni si quiera Jane que sale con Kevin - Una lágrima resbaló por mi mejilla preocupándolo - No quiero que les pase nada a nadie por mi culpa - Me abrazó.

- Si les sucede algo no será por tu culpa, sino por el cabrón que lo hizo - Me besó en la coronilla haciendo que lo mirara.

Esta vez me besó en los labios suavemente, como si tuviera miedo de romperme. Sin dudarlo ni un segundo le correspondí haciendo que sonriera. Me encantaba su sabor a menta, me volvería adicta a ello. Noté como sus manos se introducían por dentro de mi camiseta y acariciaba mi piel con delicadeza. Rodeé su cuello con mis brazos y rodeé su cintura con mis piernas haciendo que gruñera.

- Scarlett, no sigas o no podré parar - Me avisó con la voz ronca. Por primera vez estaba sintiendo cosas nuevas y me gustaban.

- Cállate - Le susurré al oído.

En cuestión de segundos nos habíamos quedado en ropa interior. Marshall aumentó la intensidad de sus besos y sus manos estaban por todas partes haciéndome sentir de mil maneras distintas. Sus besos recorrieron cada parte de mi cuerpo, hasta que se separó de mí y recogió su pantalón del suelo buscando algo hasta sacar algo plateado del bolsillo.

- ¿ Siempre llevas uno encima ? - Me reí.

- Costumbre - Se encogió de hombros volviendo a posarse encima mío - Aunque esta vez es muy distinto - Me besó - Si quieres que pare - Me susurró al oído - Pararé sin dudarlo - Mordió mi lóbulo. Poco a poco se introdujo hasta que sentí un dolor muy fuerte y clavé las uñas en su espalda y hombros - Mírame Scarlett - Susurró cerca de mis labios.