Mundos distintos

Normal

Marshall

Salí corriendo detrás de ella. La muy idiota, por no decir otra cosa, cruzó sin mirar. La alcancé, la cogí de la cintura apartándola de ahí.

- ¿¡ Estás loca !? - Le grité enfadado - ¡ Ese camión te podría haber matado ! - Lo apunté.

- ¿¡ Qué te importa !? ¡ Ni si quiera estabas cuando te necesitaba ! - Me empujó.

- ¿ Quién fue la que me dijo que me marchara ? - Me hice el pensativo - ¡ Es cierto ! ¡ Tú ! - Dije con rabia.

- ¿¡ Y qué fue lo que te dije !? - Su pecho subía y bajaba rápidamente - ¡ Que te esperaras a que te llamara, pero tú no estabas ! - Fruncí el ceño.

- Estaba cabreado ¿ vale ? - Esta levantó las manos al cielo.

- Es cierto. Cuando el señor se enfada hay que hacer lo que él quiera - Se limpió las lágrimas - No siempre hay que hacer lo que tú digas y a tú modo - Cerré los puños fuertemente.

- ¿ Me tomas el pelo ? - Me reí cínicamente - Por si no lo sabes, la única que estaba en peligro eras tú ¿ Y eso que significa ? - Me acerqué a ella - Que yo también lo estaba, porque si te sucediera algo... Lo perdería todo - Junté mi frente con la suya.

Scarlett se echó a llorar y me abrazó con fuerza. Intenté calmarla, la besé en la sien y le abracé con fuerza. Con todo lo sucedido, estaba muy nerviosa y no me extrañaba. Lo que Scarlett no haya pasado, no le ha pasado a nadie, y aún así sigue en pie sin rendirse y eso es lo que me encanta de ella, seguramente cualquiera hubiera entrado en una depresión, acabado con su vida o cualquier otra cosa...

- No quería que te pasara nada - Dijo ya cuando estaba relajada con la cabeza apoyada en mi pecho - Lucy me amenazó con mataros si os veía junto a mí - Acaricié su pelo.

- Ahora ya no podrá hacerte nada - Le separé un poco de mí y le miré - Deberíamos volver, tu padre estará preocupado - Ella asintió con una sonrisa triste, cogí su mano y tiré de ella.

- Ya sé que Will es tu padre - Dijo de repente haciendo que parara en seco y me pusiera tenso - Tranquilo, está bien - Sonrió calmándome.

- Siento no habertelo contado - Seguimos nuestro camino.

- Entiendo que no estés a gusto - Dijo encogiéndose de hombros. Sonreí agradecido de que no insistiera en el tema - Me gustaría hacerme un tatuaje - Cambió de tema haciéndome reír.

- No te lo hagas - Esta me miró con una ceja elevada - ¿ Qué ? El que yo los lleve no significa que tu también tengas - Sin soltarle la mano pasé mi brazo por sus hombros.

- No lo hago porque tú los lleves. No te hagas el importante - Me reí y la besé en la coronilla.

- Aun así no te lo permitiré - Dije serio.

- No eres nadie para permitírmelo o no - Dijo divertida.

- Soy tu novio, tengo derecho - Esta me miró de nuevo con la ceja elevada.

- ¿ Y eso cuando ocurrió ? - Preguntó.

- Desde el primer día que chocaste conmigo - Sonreí al verla roja.

Mi móvil vibró avisándome de un mensaje, lo cogí y revisé quién era. Se trataba de Scott, el cual me avisaba de que como no me presentara hoy a la pelea me metería en líos. Le contesté con un simple "asistiré" y le volví a guardar en mi bolsillo. Al llegar al hospital de nuevo, todo estaba lleno de policías y médicos por fuera del edificio. Jhon estaba hablando con uno de los policías hasta que nos vio, se disculpó y se acercó a nosotros.