Cajitas de Cristal

D U O D É C I M O

Five Stars,
El grupo de cinco estrellas y una Ava.

-¡Es el día, es el día! -Vuelvo a exclamar con la emoción a flor de piel.

-¡Sí, yá lo sé! -La verdad, es chistoso para mí ver a Ava frustrada, o fastidiada-. Dios, ni el día de la audición te pusiste tan insoportable.

-Porque creí que no sería escogida, pero ahora que sí lo fui, es como si toda la emoción acumulada explotara hoy.

Un picor en la garganta me hace toser.

No debí mojarme aquel día cuando salí de la discoteca con Ava, ahora gracias a eso ambas terminamos con una gripe escandalosa.

Hoy es el día en que me citaron para la reunión, estoy feliz porque conoceré a las otras integrantes del grupo, Ava está amargada porque se siente mal, pasamos varios días con fiebre por culpa de nuestro arrebato y aún tiene secuelas. Cambiamos papeles por una vez. Vamos al edificio donde se hicieron las audiciones subimos en el ascensor hasta el quinto piso, le pedí a Ava que me acompañara porque me daba pena venir sola, pero sabía que Maven no sabría comportarse. Ava tampoco, pero era una mejor opción.

Tenemos rato dando vueltas y sin duda alguna: nos perdimos.

-¿Dónde estamos? -pregunta Ava mirando sus alrededores con su nariz demostrando los síntomas de la gripe.

-En el edificio de la audición.

-Sí, pero dónde exactamente genio.

-En el piso 5 -Toso.

-¿Y ahora a dónde vamos? -pronuncia harta de mi actitud este día.

No sé por qué pero estoy más habladora que de costumbre, los nervios no suelen causar esto en mí.

-Señorita, -saludo a la secretaria frente a nosotras- buen día, ¿podría indicarnos dónde será la reunión para la girl band?

-Por supuesto, en el piso 6, está justo en frente del ascensor, no te perderás.

-Gracias -Volteo a ver a Ava-. Vamos al sexto piso, allí de seguro estará la sala de reuniones -respondo a la pregunta que Ava había formulado con anterioridad.

-Ay sí sabelotodo, has como si no te escuché cuando hablaste con la secretaria -Masculla con una ceja levantada.

-No sé de qué hablas.

Esto de hacerla molestar es adictivo.

-¿Sabes qué?, olvídalo.

Gruñe y yo solo sé que haré esto de fastidiarla más seguido.

Seguimos las instrucciones de la empleada, llegando sin pérdida 5 minutos antes de la hora. Perfecto, no es tarde pero tampoco tan temprano, solo... justo a tiempo. Me siento en una de las sillas al lado de Ava, me intimido un poco pues las otras chicas de aquí se ven... No sé cómo explicarme la verdad.

Una de ellas es rubia de ojos marrones penetrantes, con su estilo de rockstar constituido por una chaqueta de cuero con unos jeans rasgados, parece de esas personas que solo buscan problemas. La llamaré Rocky porque parece que podría perder un brazo si me cruzo en su camino.

Otra es una morena de ojos negros que, con un suéter perlado que deja su abdomen al descubierto. Tiene la apariencia de la típica muñeca hueca de película, no puedo imaginar a alguien así cantando algún género que no fuese balada o un pop aniñado.

También está la castaña de ojos azules que se ve con un aire hipster con esos lentes de pasta negra y vestida con sus pantalones rojos, sin duda se ve agradable a primera vista. Ya puedo verlo venir, ella es la intelectual.