V I G É S I M O

75 39 13
                                    

El suspiro del adiós y el recuerdo que nos impulsa.

Estoy parada en la entrada del hospital mirando en todas direcciones frenética, reviso la hora en mi teléfono cada dos segundos en espera de Maven, son las 3:30am y tengo que ir al aeropuerto antes de las 5:00 am o de lo contrario me dejarán. No tengo muy claro el por qué ni la causa, pero ver la sonrisa de Ava encendió algo en mí, una necesidad de cumplir su último deseo e ir por lo que tanto me insistió que hiciera, es un calor que me recorre llenándome de una vivaz determinación que me impulsa a desear que este sueño se vuelva realidad. Porque ya no es solo mi sueño, comenzó a ser nuestro desde el primer momento en que ella decidió darme su apoyo.

Un auto costoso aparece al final de la calle acercándose a toda velocidad para detenerse frente a mí, se bajan las ventanillas y me sorprendo de ver a Adrien conduciendo el auto con Maven de copiloto.

-¿Tienes palpitaciones anales o qué? ¿Se puede saber por qué me llamas a las 3 de la mañana? ¡Me va a dar un infarto! -Me reclama Maven desde su asiento mientras me apresuro a subir en los asientos traeros.

-¿De dónde sacaron el auto?

Adrien se baja del vehículo dando un portazo, reduce la distancia que nos separa en un respiración antes de besarme con un desesperación que no puede procesar mi adolorido corazón.

-Muchas cosas han pasado desde que te fuiste, ¿dónde has estado? ¿qué pasó?

Aprieto los ojos volviendo a llorar, trato de contenerme para no derrumbarme ahora.

Justo ahora no puedo hacerlo, tengo que ser fuerte.

-Necesito buscar mis maletas e ir al aeropuerto antes de que salga el vuelo, después te explico pero por favor amor -Pongo las manos en su cara ahogando un sollozo y viendo su sorpresa por la palabra que dije-, ayúdame a tomar ese vuelo.

Adrien me toma la mano metiéndome en la parte de atrás y luego arranca el auto en dirección a mi departamento, mientras Maven me interroga desde el asiento delantero y trato de reunir las fuerzas para informarle lo que sucedió hace una hora, para decirlo en voz alta y hacerlo real.

-Ava ya no, hoy ella... -Mi voz se quiebra con el recuerdo y se me escapa un sollozo-. Aún después de tanto, se fue con una sonrisa.

Maven me da una mirada anonadada parpadeando más veces en un segundo de lo que podría en una vida, sus ojos se cristalizan en un gesto de dolor. No creo siquiera que haya superado por completo lo de Alaska, ahora esto... será difícil de procesar. Era tan amiga suya como mía.

Era simplemente Ava.

Se queda callado viendo la ventana en un llanto silencioso que me hace pensar nuevamente en todas esas veces en qué habrá sufrido a escondidas. Yo trato de bloquear los recuerdos que tratan de saturar mi cabeza, es como si me atacaran en cualquier oportunidad que hallasen. Es Adrien quién decide hablar nuevamente. Después de un tiempo

-¿Qué le sucedió a Ava? -pregunta Adrien manejando.

-Sí, explícale, porque no ha dejado de llamarme día y noche preguntando por ti. -Masculla Maven con una odiosidad fingida que está marcada por un tono ronco por el nudo en la garganta- Al inicio fue un martirio porque todos me llamaban preguntando por ti y Ava, por suerte, llegó un punto en que todos se cansaron, pero Jared y Adrien son tan persistentes como los parásitos, -Sorbe por la nariz cuando la voz se le quiebra, se toma un segundo para continuar-. ¿sabías qué este idiota hoy estaba dispuesto a pasar la noche en la puerta de mi casa otra vez hasta que le dijera qué les había sucedido a ustedes dos? Incluso le dije lo de la policía y se lo pasó por dónde no le pega el sol.

Cajitas de CristalWhere stories live. Discover now