[CAPÍTULO 14 - VERDE]

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Lauren la esperaba en el auto ese sábado. Normani había invitado a todos los miembros del grupo de apoyo a una de sus tantas competencias de baile. La chica triste se había negado al instante, pero la emoción de Camila y una muy sutil amenaza por parte de Ally la habían convencido totalmente.

—Si no vas le diré a Camila que deje de hablarte por toda una semana.

La pequeña chica sí que sabía cómo atacarla.

—Te ves hermosa hoy —Se le escapó al verla. No decía nada más que la verdad.

Ella estaba usando un vestido corto de color blanco que resaltaba cada una de sus curvas, una en particular. Era muy parecido al vestido negro que ella misma estaba usando, cosa que le hizo sentir un tanto incomoda.

¿Se vería ella al menos la mitad de bien de lo que Camila se veía con esa fina tela que cubría su cuerpo?

La chica feliz no tardó en darle una respuesta, no sin antes examinar cada parte de su cuerpo sin ningún tipo de pudor.

—Mira quien lo dice —Murmuró. Sus ojos no dejaban de moverse por todo su cuerpo—. Siempre te ves increíble, pero hoy me has sorprendido.

Lauren planeaba responder, pero no logró hacerlo.

—Mierda. Cuanta tensión sexual —Interrumpió Dinah, quien se abanicaba en la parte trasera del auto.

Camila y Lauren se voltearon bastante sorprendidas. La chica feliz no sabía que ellos estaban allí desde un principio, y la chica triste lo había olvidado gracias a la presencia de la otra.

—¡Acabas de arruinar nuestro momento, Dinah! —Gruñó Lauren.

—No grites. Despertarás a Leo.

Lauren rodó los ojos. Una cosa era aceptar ir a esa estúpida competencia, pero no entendía por qué se había ofrecido voluntaria para llevarlos hasta allá cuando no eran más que un grano en el trasero.

—Hola a los tres —Saludó Madame H bastante sonrojada—... A los cuatro, en realidad —Se corrigió al ver que Leo descansaba pacíficamente entre los brazos de Ally, su niñera— ¿Qué hacen aquí?

—Lauren ofreció llevarnos —Comentó Axel con una incómoda sonrisa. No era como si la idea de estar junto al chico le agradara demasiado, pero aún era una chica feliz, así que no podía sentirse mal por ello. Tal vez un poco menos feliz, pero nunca triste ni enfadada.

—Eso fue muy amable, Lauren —Dijo Camila mientras sujetaba una de las manos de la chica. Por su parte, Mr. Sad decidió comenzar a conducir—... Y adorable.

—Ni lo comentes. Ahora me arrepiento.

—¿Lauren? —La llamó Ally con cierta preocupación.

Por el tono aterrorizado que percibió en su voz, supo que las cosas se saldrían de control.

—¿Qué sucede?

La chica esperó un poco para contestar.

—Ya sabes, esto sucede todos los días. Es normal y debes estar acostumbrada porque tienes un perro y...

—¡Ally!

La pequeña se encogió ante aquel grito, pero se armó de valor para dejar salir de sus labios lo que venía a continuación.

—Creo que Leo necesita un cambio de pañal urgente... Y tú necesitas una nueva tapicería.

Se arrepentía. Realmente se arrepentía.

***

Llegaron a aquel evento cuando todo ya había comenzado. Leo descansaba pacíficamente entre los brazos de Ally, quien se encargaría de mantenerlo a salvo lo que quedaba del día. Según había contado, Dinah le había pagado horas extras para tener un día libre, si es que vigilar al niño segundo a segundo y mirar amenazadoramente a la pobre chica cada vez que el pequeño se quejaba podía considerarse como un día libre.

||Antes del Arcoíris - CAMREN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora