Segunda parte de Invisible
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Después de ser mordida por Derek Hale, la vida de Lia da un giro imposible. Su cuerpo ha rechazado la mordedura, pero sólo para que sus verdaderos poderes salgan a la luz en el momento más oportuno, cuando Beacon Hills...
Who, who are you really? And where, where are you going? I've got nothing left to prove Cause I've got nothing left to lose
canción: who are you really?, por mikky ekko
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Stiles, Allison, Scott y Lia se encerraron en el cuarto de utensilios de limpieza para formular un plan para salvar a Lydia. Ahora que Derek, Erica e Isaac pensaban que ella era el kanima, Lydia tenía el tiempo contado.
—Derek está afuera esperando a Lydia —observó Scott, ansioso.
—¿Esperando para matarla? —preguntó Allison, con un leve rastro de temor en su voz.
—Si cree que ella es el kanima, sí. Sobre todo después de lo que pasó en la piscina.
—No vamos a dejar que le haga nada —aseguró Lia, más firme de lo que realmente se sentía—. Ella no es el kanima —Scott la miró condescendientemente—. Vamos, Stiles. Diles.
—Lia tiene razón —murmuró Stiles—. Lydia no es el kanima. No puede serlo.
—Chicos, no pasó la prueba —dijo Scott suavemente—. No sucedió nada.
—No importa si es ella o no —interrumpió Allison—. Derek cree que lo es. O lo convencemos de que está equivocado, o buscamos la manera de protegerla.
—No creo que vaya a hacer algo aquí en la escuela.
—¿Y después de clases?
Allison y Scott se miraron, entrecerrando los ojos. Estaban comenzando a frustrarse el uno con el otro, recordándole a Lia que solo se llevaban porque tenían que hacerlo por ella.
—Tenemos que probarle a Derek de que está equivocado —dijo Lia, mordiendo la manga de su suéter en un gesto nervioso.
—¿Para las 3 de la tarde? —preguntó Stiles, escéptico.
—Podría haber algo en el bestiario —sugirió Allison.
—Oh, ¿te refieres al viejo libro de 900 páginas en latín que ninguno de nosotros sabe leer? Buena suerte.
A Allison no parecieron herirle las palabras de Stiles, como siempre siendo de acero. Lia, por otra parte, aunque las palabras no fueran estrictamente dirigidas para ella, se ofendió y le dio un pellizco a Stiles en el brazo.
—De hecho, creo que conozco a alguien que puede traducirlo —dijo Allison.
—Puedo... puedo hablar con Derek —balbuceó Scott, no pareciendo muy seguro de sus palabras—. Y convencerlo de que nos dé una oportunidad para probar que no es ella —hizo una pausa—. Pero si algo sucede, me dejan manejarlo a mí, ¿sí?
