Impossible /Teen Wolf

treinta y uno.

  Sadness is taking over
Your eyes, your eyes
Your mouth, your mouth  

canción: sadness is taking over por flora cash

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Lia no supo qué sucedía. Un segundo estaba bailando con Allison y al siguiente estaba vagando por los pasillos de la casa de Lydia. Estaban totalmente desiertos y conforme avanzaba, la música de la fiesta desaparecía.

—¿Lydia? —gritó Lia, intentando controlar los escalofríos que la recorrían. Algo iba muy mal—. ¿Scott?

Estaba dando vuelta al pasillo cuando se frenó en seco. Se quedó totalmente estática, viendo a Lydia y a Scott besándose apasionadamente. Lentamente, Lydia se separó de Scott con una sonrisa engreída.

—Oh, perdón, Lia. No te vi ahí. Nadie te ve en realidad. No eres importante.

—¿Q-q-q-qué...? —balbuceó Lia, abriendo sus ojos de par en par intentando controlar su llanto.

—¿Q-q-q-qué...? —la arremedó Lydia burlonamente.

—Vamos, Lia —intervino Scott, sonriéndole malvadamente—. No creíste que realmente me gustabas, ¿cierto?

—Esto no puede estar pasando —jadeó Lia, incapaz de contener más las lágrimas—. No es real.

—No es solo que no seas nadie —Scott comenzó a acercarse lentamente a Lia. Lia se sentía acorralada, como una presa siendo cazada. Se detuvo a centímetros de distancia de ella, acomodándole un mechón de cabello detrás de la oreja. Lia cerró los ojos—. Es que me da miedo terminar como ellos.

Cuando Lia abrió los ojos, Scott ya no estaba. Lydia tampoco. En su lugar, vio al final del pasillo a personas caminando hacia ella. Cubiertas de fuego. Totalmente calcinadas. Sus padres adoptivos. Sus padres verdaderos. Las personas del hotel que murieron. La enfermera que había hipnotizado en el hospital. La veían con odio. Iban por ella. Ella los había matado.

Corrió, tratando de huir pero se detuvo al otro extremo del pasillo a ver a sus amigos acercándose a ella. Solamente que también estaban quemándose, su piel deteriorándose conforme avanzaban.

—Pensé que éramos amigas —sollozó Allison—. ¿Por qué me hiciste eso?

—¡Yo no...!

—Lia, ¿por qué? —exclamó Stiles, mirándola con dolor.

—No quería...

—Confié en ti —jadeó Kharón.

—Todos lo hicimos —dijo Isaac.

—Yo no... yo no... —comenzaron a rodearla. Lia cayó de rodillas, abrazándose a sí misma. Las llamas comenzaron a engullirla, rodeándola con calor y comenzando a derretirla—. Desearía no ser así —sollozó—. Desearía no tener estos poderes. 

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—¿Te sientes bien? —preguntó Stiles a su amigo, notando que estaba actuando raro.

—No —admitió Scott—. Y no es la luna llena. Esto es diferente.

Scott juró escuchar en ese momento, a pesar del ruido de la música y de la gente, a Lia gritar su nombre. Así que dejando a Stiles solo sin ninguna explicación, corrió hacia el interior de la casa. Subió las escaleras, buscándola entre la gente que pasaba. O al menos eso intentó hacer, porque a la mitad del trayecto, comenzó a sentir que todo daba vueltas. Intentó apoyarse, tomando aire. Sintió a alguien tocarle el brazo. Alzó la vista y vio a Lia, mirándolo fijamente.