Impossible /Teen Wolf

treinta y dos.

Just reach out for the light

Warrior, warrior

I'm a warrior

warrior, por aurora

🔥🔥🔥

—¿ESTE chico es el verdadero asesino? —preguntó el sheriff, observando la foto del anuario que Lia, Scott y su hijo le habían enseñado. Estaban todos en el cuarto de Stiles, intentando descifrar el misterio.

—Sí —asintió Stiles.

—No.

—Sí.

—No.

—Papá, por favor. Todos saben que la policía busca cómo conectar a las víctimas en un asesinato. Lo que debes de hacer es revisar las transcripciones y descifrar qué clase tienen en común.

—Sí, excepto que la promotora de la fiesta, Kara, no estaba en la clase de Harris.

—Tienes razón, lo siento. Entonces ¿desestimaron los cargos en su contra?

—No desestimarán los cargos. Pero eso no prueba nada.

Lia suspiró. No entendía mucho de lo que sucedía pero si Matt estaba detrás de los asesinatos debían detenerlo. Y rápido.

—¿Lia, puedes creerlo? —preguntó el sheriff. Lia abrió los ojos, sorprendida porque prestara atención en ella.

—Oh, yo estoy aquí más que nada por apoyo moral —balbuceó, antes de asentir—. Pero sí. Creo que es cierto.

—¿Scott?

—Es difícil de explicar cómo sabemos esto, pero debe creernos —insistió Scott—.  Sabemos que fue Matt.

—Sí, tomó el auto de Harris —añadió Stiles—. Sabía que si un policía hallaba huellas de neumáticos y si muchas víctimas estaban en la clase de Harris, lo arrestarían. Vamos, Lia, ayúdame.

—Es una mente criminal —dijo Lia—. Muy mala persona. Me gritó hoy cuando quise ayudarlo.

—¿Ves? ¿Quién le gritaría a Lia? Eso grita maldad pura —insistió Stiles.

—Muy bien, aceptaré la posibilidad remota, denme un motivo —exclamó el sheriff—. ¿Por qué este chico querría que muriera la mayoría del equipo de natación de 2006 y su entrenador?

—¿No es obvio? ¡El equipo de natación es muy malo! No han ganado nada en seis años. Bien, no tenemos un motivo. ¿Pero acaso lo tiene Harris?

El sheriff asintió, finalmente convencido.

—¿Qué quieren que haga?

—Debemos revisar la evidencia —respondió Scott.

—Eso sería en la comisaría, donde ya no trabajo.

Stiles volteó de reojo a ver a Lia.

—Oh, créeme. Nos dejaran pasar. Confía en mí.

—¿Que confíe en ti?

—Confía... ¿Confía en Scott?

—Confío en Scott.

—No se preocupe, señor Stilinski —dijo Lia, una pequeña sonrisa en los labios—. Tengo el presentimiento de que no tendremos problemas para entrar.