Caught me ➳ J.H;BTS

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Estaba harta, de todo y de todos, quería estar sola. Sinceramente me sentí peor que la primera vez que me rompieron en mil, tal vez, porque esta vez había sido con alguien realmente especial y a quién apreciaba mucho.

Joder.

Todos los chicos habían llamado y dejado mil mensajes. Incluido Hoseok. Yo no quería hablar con nadie y mucho menos escuchar sobre el estúpido asunto, quería que me dejaran llorar y dormir en paz. Sobre todo, no quería cruzar palabra con Hoseok.

Tomé la manta de mi cama y me tapé con ella hasta la cabeza. Habían pasado apenas dos semanas.

Dos jodidas semanas donde no había salido de mi casa y donde mamá ni se daba cuenta que me pasaba algo por estar con su trabajo de aquí a allá. Dos semanas donde no contesté a nadie que me buscaba y donde me rehusé a moverme de mi habitación.

Estaba por fin quedándome dormida cuando el timbre sonó. Simplemente haría lo que hice los demás días que sonaba, ignorarlo hasta que se fueran.

Me puse a pensar en que tal vez estaba siendo demasiado inmadura. Quité la manta y me levanté para bajar y abrir la puerta.

Suspiré antes de hacerlo. Abrí la puerta a medias pero unos fuertes brazos lograron abrirla toda para después abalanzarse sobre mí en un asfixiante abrazo.

           

-Jimin. Basta.- dije jalando de su camisa y dando golpes pequeños para que me pudiera soltar.

-Hye, niña no vuelvas a hacer esto. No vuelvas a encerrarte así.- dijo abrazándome. Yo correspondí su abrazo.

Lo hice pasar. Gran error.

En menos de media hora ya estaban todos ahí abrazándome y riñéndome como si me hubiera escapado de casa por 10 años. Jimin había llamado a los chicos.

Quise preguntar por Hoseok al ver a Yoongi con una camiseta de él, pero mi orgullo lo impidió. Seguramente estaba mejor así, sin mí.

Tae me había traído mil golosinas, Namjoon y Yoongi solo se dedicaron a mimarme como si fuera una pequeña. Raro en ellos pero igual lo aprecié demasiado

Insistieron en que pasarían la noche en mi casa y yo no me negué. Me haría bien que ellos estuvieran ahí para hacerme reír y distraerme de todo.

Ellos eran realmente amables conmigo.

-¿No piensas bañarte? Hueles a vago.-

O tal vez no tanto.