Caught me ➳ J.H;BTS

◈36◈

Hye P.O.V

Salí corriendo de casa aún con la cara hinchada del llanto, con las llaves en una mano y en la otra tenía el móvil soteniéndolo en mi oído mientras marcaba a los chicos con esperanza de que alguno contestara.

-Contesta Namjoon, eres mi última esperanza.- dije mientras corría en dirección al hospital.

Me habían llamado diciéndome que Hoseok había llegado inconsciente y que lo estaban atendiendo y era necesario que estuviera ahí.

Supuse inmediatamente que algo le había pasado mientras estaba con Sungyeon, tal vez lo había alterado demasiado esa estúpida.

-¿Hola?- escuché la voz de Namjoon.

-Nam, Hoseok está de nuevo en el hospital, iré a ver qué sucede y rogar porque esté bien.- respondí con la respiración algo agitada debido a la carrera que llevaba.

-Vale, te alcanzaremos allá.- dijo y colgó.

Guardé el móvil y las llaves y seguí con mi camino.

Cuando finalmente llegué al hospital corrí a la recepción y pregunté por el estado de Hoseok y en qué habitación se encontraba.

La enfermera me indico que tuvo una pequeña recaída debido al golpe que se había dado en la cabeza, pero que todo estaba en orden.

Suspiré aliviada sintiendo que el alma se me regresaba al cuerpo.

Agradecí y decidí buscar la habitación. Me sorprendió no ver a Sungyeon por ningún lado, se supone que no se alejaría de él para nada.

La encontré y decidí entrar lo más silenciosamente posible. Vi que Hoseok estaba dormido. Pasé unos minutos mirando su perfil, adoraba contemplarlo.

Mi móvil sonó asustándome. Contesté la llamada.

-¿Hye?- era Jin.- ¿Qué habitación es?-

-247.-

-De acuerdo, no tardamos.- y colgó.

Guardé el móvil de nuevo, y volví mi vista a Hoseok.

Un sentimiento de nostalgia y tristeza me invadió de pronto al recordar que él seguía sin saber quién era yo, y todos los demás.

-Hobi...- un nudo en mi garganta me impedía hablar con claridad.- te he echado tanto de menos.-

Sus ojos de pronto comenzaron a moverse y los abrió despacio, parpadeando repetidamente. Yo me alteré un poco, me daba miedo que tuviera alguna reacción inesperada.

-¿Hye?- preguntó.

-Sí Hoseok... soy Hye.- solté una sonrisa triste y la realidad regresó a mi.- Tu novia ya no debe tardar en regresar.

-¿Qué?- preguntó de nuevo.

-Sí, no la he visto por aquí, tal vez fue...-

-Hye, pero si mi novia está parada frente a mí.-

Sentí que había escuchado mal. Sentí que no era real lo que me estaba diciendo.

-¿C-cómo?-

-Que mi mujer está ahí parada, justo frente a mí, mirándome como si no me conociera.-

Reí al mismo tiempo que las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

-No me olvidaste.- dije llorando de alegría mientras me inclinaba y abrazaba a Hoseok, me tiré casi por completo sobre él.

-Jamás lo haría.- correspondió mi abrazo y pude sentir la calidez de sus brazos, esa que tanto había extrañado.

La puerta se abrió de golpe sobresaltándonos. Me levanté rápidamente y miré a los chicos que habían llegado.

-¿Hoseok?- preguntó Tae inseguro.

-¿Se van a quedar ahí como idiotas?-dijo riendo.

Los chicos se acercaron a Hobi de la misma manera que yo, casi con la misma intensidad y alegría. Era gratificante volver a escuchar su risa junto a nosotros.

La puerta volvió a abrirse mostrando a Sungyeon quién se quedó parada ahí y me miró para después agachar la cabeza.

-Creo... creo que los dejaremos solos.- dijo Jin y todos los chicos se fueron dejándonos a nosotros tres.

Hoseok tomó mi mano fuertemente.

-Hay cosas que nunca se van. ¿No?- habló por fin ella mirándonos nerviosa.- Hoseok tu sabes que te amo y lo que hice fue para tenerte de vuelta. Te amo y...-

-Y yo amo a Hye.- respondió Hoseok.- Vete Sungyeon.- Yo solo miré la escena.

-Lo lamento...- dio una reverencia.- Lo siento...- y se marchó.

Hoseok tiró de mi mano levemente llamando mi atención y haciendo que quitara mi vista de la puerta.

-Olvídala, ahora es tiempo de algo más importante. ¿No me darás un beso?-

Reí y me incliné de nuevo para unir los labios de Hoseok con los míos.

Extrañaba tanto tenerlo para mí, besarlo, sentir sus cálidas caricias, su respiración, los acelerados latidos de su corazón, escuchar su voz, su risa, simplemente mirarlo y sentir mil mariposas que estallaban en mi estómago.

Regresaste Hoseok.