Capítulo 8.- Lo que paso después

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Me desperté a las diez esto no era bueno, le había prometido a mi madre llegar al medio día, estaba lejos de casa y Monica no parecía estar aquí, pero todas sus cosas si, así que no me había dejado.

Me di una ducha rapida y luego me vestí, es algo complicado encontrar algo que se vea bien, considerando que todos mis pantalones, tenían que tener una apertura más por mi cola.

Como mi madre era socia, en una de las tiendas de ropa más grandes de la ciudad, podía hacerme a pedido la ropa que quisiera por suerte, en la parte de mi cola, siempre les pedía que hicieran un alargado de 2 cm, para evitar las miradas de la gente.

Miré a la ventana para corroborar la hora y habían pasado 20 minutos, cuando Monica regresó.

-Hola Ami, te traje el desayuno -anunció con una sonrisa.

-Gracias Mónica, te lo agradezco -respondí observando que había traído todo doble-, desayunemos.

Mientras comíamos preguntó.

-¿Te sientes mejor? -en ese momento sentí un nudo en mi garganta, no quería responder, pero tenía que hacerlo.

-La verdad no mucho -le respondí en un susurro.

-Tranquila, no todo esta perdido -me dirigió una sonrisa triste.

-¿Y que puedo hacer? Él me odia -indiqué. Si yo fuera el probablemente nunca más me hablaría.

-Bueno tras lo que le dijiste anoche, quien no estaría molestó, aunque la verdad es que no esta feliz -indicó y por la expresión que puso en su cara acababa de decir parte de algo que quería ocultar.

-Dime que paso -le pedí.

-Estuvo tomando hasta las 4 o 5 antes de caer dormido, esta bien, solo tomó demasiado -eso me dolió, eso lo había provocado yo, pero eso significaba que lo que me dijo que sentía...

-Rayos que hice, nunca me perdonará, así sea real lo que siento, el nunca me creerá -lamenté mientras las lágrimas iniciaban a deslizarse por mi rostro.

-Ya tranquila Amira, creo que hay una forma para superar su terquedad, pero no será fácil -habló mientras me acariciaba la espalda-, pero lo hablaremos de camino a casa, Erika se fue sin nosotras -agregó.

Eso me molestó, había prometido llevarnos de vuelta y ahora nos dejaba.

-Era predecible, muchos reinos cayeron en usa sola noche, por un simple intento de confesar mis sentimientos -dije levantándome para terminar de acomodar mis cosas.

-Pero también se crearon nuevos reinos, que tendrán que luchar para seguir adelante -hablo igual acomodando su cosas.

-El nuestro seguirá adelante -le indiqué mientras salíamos, Jonathan no había despertado todavía, el lunes descubririamos las consecuencias finales, de esta fiesta de viernes por la noche.

Un Mundo Mágico.- Los Orígenes de AmiraWhere stories live. Discover now