Capítulo 55.- Castigada

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Bueno, es obvio que mi madre me castigo, por suerte estaba de buen humor, solo que por un tiempo indefinido, no puedo salir de la puerta de nuestra casa sin vigilancia, y bueno ya que sabe que no puede evitar que salga hizo algo que si me enojó, contrató a una niñera, sin duda mi madre es muy anticuada y poco original

Y la tipa a la que contrató enserio es insoportable, se queda en la puerta del colegio toda la mañana hasta que salgo y me persigue a todos lados, por suerte parece no muy interesada en controlarme, pero sin duda es buena para no perderme de vista

Escuche una risa a mi lado - ¿De qué te ríes? -

- De que tu niñera te siga hasta en tus citas con Jonathan, la verdad es que si la necesitabas - se burló Mónica

- Ja, ja, ja, muy graciosa Mónica, yo no necesito niñera, se cuidarme sola - le dije molesta por su comentario

- Bueno cuidarte si, pero te metes en problemas muy seguido - respondió - de hecho, si yo fuera tu madre, nunca te hubiera quitado a tus guarda espaldas, eres muy difícil de controlar para esa niñera - Nos levantamos para ir a nuestra clase

- No me meto en problemas muy seguido -

- Recuerda que casi apuñalas a un policía la otra noche - me quiso hacer recordar

- Ya te dije que el empezó Mónica -repetí arta de que no lo entiendan - solo lo golpee con mis garras desafiladas, y me terminé lastimando más los dedos que lo que el se hirió -

- Amira, pedirte que detengas un momento no es razón para pelear - y sigue con eso - además ya deja de lijar tus garras, vas a romper esa lima antes de lograr afilarlas -

- No son tan duras mis garras Mónica y me asusté ya, estaba anocheciendo y derepente se aparece y dice con voz de delincuente, detanganse - dije usando una voz gruesa en la última parte

- Amira a veces eres muy paranoica, no entiendo por que le tienes tanto miedo a todo cuando esta oscuro, si tienes una gran visión nocturna -

Llegamos al aula en la que hoy nos tocaba música, la verdad no era buena en esta clase, mis garras limitaban mis opciones, pues mis garras dañaban los instrumentos de cuerda y me dificultaban usar los de vientos

- Osea ya se que una vez intentaron secuestrarte, pero si vives con miedo no lograrás mucho en esta ciudad -

- No le tengo miedo a la oscuridad Mónica, solo es que su voz me trajo ese recuerdo al instante y fue un reflejo solamente - termine de decir mientras me acomodaba en la primera silla libre que encontré, este sería un largo día

Una semana de castigo, y ya era insoportable

Un Mundo Mágico.- Los Orígenes de AmiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora