16 | Paz

6.4K 596 582
                                    

Para mi suerte, cuando reaparecí en la mansión, nadie me pidió explicaciones. Cenamos de manera tranquila, sin Peter presente y, luego de ayudar a limpiar un poco, prácticamente corrí a encerrarme a mi cuarto.

A diferencia de la noche anterior, dormí sin demasiadas complicaciones, más por el cansancio que por el hecho de no tener nada en que pensar —esto en realidad era lo opuesto—. Supongo que habré estado tan cansada que simplemente me obligué a mi misma a dejar de pensar para poder dormir.

Lo importante es que finalmente lo logré.

Cuando el sol se posa nuevamente sobre el cielo me levanto junto con los hermanos Hale para, luego de compartir el desayuno, acompañar al trío al colegio.

  —¿Saben? Yo puedo llevar a Cora sola —propone Laura una vez llegamos a esa parte del trayecto donde nos desviamos a la primaria.

Comparto una mirada cómplice con la castaña, fui yo quien, antes de encerrarme en mi habitación, le pedí si no podía hacer aquello para así darme la oportunidad de hablar con Derek de manera privada. Puesto que si bien sé que la mayoría no lo hará, en la mansión todos tienen la capacidad de escuchar cualquier conversación que intente ser privada, y eso es lo último que quiero que suceda con esta. O, en otras palabras, no quiero que Peter la escucha.

Creo que ya le causé demasiado dolor.

Laura se despide junto con Cora prometiendo que nos alcanzará en la escuela y luego desaparece al doblar por una esquina. Derek y yo continuamos avanzando en silencio.

  —¿Por qué presiento que esto es obra tuya? —pregunta Derek finalmente mirándome con una sonrisa divertida que logra contagiarme.

 —Lo es —confieso algo sonrojada—. Tenía que tener la oportunidad de hablar contigo sin que...

  —Mi tío escuche —completa él elevando una ceja y yo muerdo mi labio inferior bajando mi mirada.

  —Yo no iba a nombrar a nadie —digo a lo que el pelinegro suelta una risita—. Sólo necesitaba poder hablar contigo y que sólo tu lo escuches.

  —Bueno aquí estamos —Derek se detiene, por lo que yo también lo hago—, ¿De qué quieres hablar?

  —Paige te ha estado evitando desde lo que sucedió y tú me has estado evitando a mí —respondo a lo que su mirada adquiere un tono más frío.

  —Tengo una promesa que cumplir.

Muerdo mi labio inferior a la par que mis ojos se cierran, la noche en la que no hicimos más que besarnos regresa a mí en un conjunto de imágenes y sensaciones y de la nada sólo tengo ganas de abalanzarme sobre él y unir nuevamente mis labios con los suyos. Que sus brazos me rodeen y me olvidé nuevamente de todo.

  —¿Y si te pido que la rompas?

Nuestras miradas se encuentran nuevamente, yo me acerco a él casi sin pensarlo y, para cuando me doy cuenta, nuestros rostros están demasiado cerca.

  —Eva, tú dijiste...

  —Sé lo que dije —lo interrumpo frunciendo mi ceño—. Pero ya cambié el tiempo, y ahora... Yo... —Mi mente parece vaciarse de repente, no encuentro palabras que digan todo lo que quiero decir y, ante la frustración, suelto un suspiro—Derek, ¿Estás enamorado de Paige? —pregunto sonando mucho más frágil de lo que me hubiera gustado.

Sus ojos cafés se clavan sobre los míos en silencio, la cuadra parece vacía y el sol matutino continua espantando a las estrellas sobre el cielo, el cuál se encuentra teñido de tonos rosados y celestinos, similares al atardecer. El viento sopla silbando al pasar a nuestro alrededor, y el pelinegro frente a mí traga saliva con dificultad.

Paradox ↯ Teen WolfWhere stories live. Discover now