VIII | Reencuentros

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Esta noche estoy sola en el loft, Derek decidió pasar la noche en la mansión, junto con Cora y Paige, y encuentro un regusto amargo en mi boca y una molesta sensación en el estomago cuando pienso acerca de ello, pero una presión en mi pecho se instala cuando recuerdo que en realidad, eso es lo correcto, que no es Paige con quien me está engañando sino que soy yo con quien engaña a ella. Y, lejos de Derek, con mis hormonas mucho menos revolucionadas y el despejado cielo nocturno brindando la paz y calma necesarias, sé que todo está absolutamente mal.

Perdí el control. 

Uno que por cierto nunca tuve.

Lo que sucedió durante la practica de lacroose no ha abandonado mi mente, de la misma manera en que tampoco lo hizo esa chica, la otra loba. Sus palabras resuenan en mi consciencia, repitiéndome lo mal que estoy haciendo todo.

Y sé que está mal, pero reconocerlo es una cosa completamente distante a hacer algo para solucionarlo. 

No es como que no lo piense, pero una horrible sensación se instala en mi pecho cuando pienso en borrar todo lo que he hecho. Sería prácticamente matar a Allison otra vez, alejar a Isaac, darles una vida a Cora, Peter y Derek alejados de Talia y de su hogar, y quitarles lo poco de más que pudieron tener de Laura. Pero no sólo eso, arreglar las cosas implicaría matar a Paige, y al futuro hijo que tendrá con Derek, y, simplemente centrándome en el menor de los hombres Hale, ya puedo encontrar cientos de razones por las cuales mantener todo como está.

No quiero borrar mi historia con Derek. No quiero hacer que se esfumen todos los momentos que hemos pasado, ellos fueron reales, en verdad sucedieron, y me importa poco si el maldito destino no tenía planeado que así fuera.

Pero lo cierto es que para este punto, no estoy del todo segura de que esos pensamientos me pertenezcan al cien por ciento. Después de que el lobo tomara el control... Simplemente tengo miedo a mi misma, es una horrible sensación que me ataca cuando estoy en soledad, o en silencio, durante la noche, sin nada más que mis pensamientos como compañía. Es horrendo. Tener que estar pendiente constantemente de cada frase que formula tu mente, aterrada de que no suene como algo que diría, a que me resulte ajeno, a que sea un indicio de que nuevamente estoy perdiendo la batalla contra esa bestia en mi interior.

Inquieta, me remuevo en la cama y finalmente me levanto a tomar un vaso de agua.

La loba es parte de mí.

Yo la controlo.

Tengo que controlarla.

Me quedo vagando por el loft en soledad otros cuantos minutos, pensando en silencio y reflexionando, acerca de prácticamente todo. En un momento me veo abordada por el sueño y es entonces cuando, agradecida, regreso a la cama para intentar poder dormir nuevamente, esta vez lo logro.

Por la mañana me ducho y luego tomo un desayuno, vago un poco más por el loft antes de finalmente decidir que hacer y, cuando me visto y junto el valor necesario, salgo rumbo a la mansión Hale. 

Lo cierto es que extrañaba simplemente caminar por Beacon Hills, me esfuerzo por ignorar a mi estomago revuelto frente a la idea de tener que enfrentarme a la vida de Derek que interrumpí al viajar nuevamente, estoy nerviosa, algo asustada, pero una parte de mí necesita regresar a aquella mansión que, en este último tiempo (y me refiero a mi percepción personal del tiempo) he podido llamar hogar. Así que simplemente camino por el pueblo disfrutando del calor que los rayos de sol matutinos me brindan, intentando con todas mis ganas mantener la mente en blanco. No viajes en el tiempo, no complicadas historias de amor ni criaturas sobrenaturales, sólo una chica sin la obligación de asistir a la secundaria decidiendo dar un paseo y visitar a unos amigos.

Claro que aquello es únicamente una ilusión, y cuando la mansión Hale finalmente aparece frente a mí, se derrumba de forma violenta. La realidad me seca la boca y hace a mis manos tornarse sudorosas, y todos los motivos por los que venir me parecía buena idea desaparecieron de mi mente, logrando que la idea de voltear y volver por donde vine me resulte coherente. Sin embargo, antes de que pueda lograrlo, la puerta de la mansión se abre para revelar a una Cora adolescente con una mochila al hombro y una sonrisa en su rostro, que se borra al instante cuando me reconoce.

  —Hola  —Prácticamente murmuro, tímida, ella simplemente me mira con cara de pocos amigos y pasa a mi lado chocando intencionalmente mi hombro.

Bajo la mirada pero no respondo de ninguna forma, comprendo su rencor, imagino que yo estaría igual si no pudiera hacerle nada a la persona que mató a alguien a quien amo.

  —¡Eva!  —Paige aparece sonriente antes de que la puerta llegue a cerrarse—¡Llegaste en el momento indicado!  —comenta—Pasa, tenemos pancakes  —Me invita y yo sonrío de forma algo tímida para luego subir los pequeños escalones de la entrada y entonces adentrarme en la mansión.

Mi oído se ve invadido por risas y voces que me resultan extremadamente familiares, mi olfato por ricos aromas que parecen impregnar toda la casa, despertando mi apetito. Camino detrás de la castaña con mi mirada sobre ella, con un regusto amargo en la garganta al recordar a Derek, y sus besos, y caricias y su... Bueno, todo él.

  —¿Eva?

Saco mi vista de Paige y entonces me paralizo. Talia, Peter y, extrañamente, Malia, se encuentran sentados en la mesa del comedor. La primera se apresura en levantarse y abrazarme, gesto que correspondo con gusto, la castaña en la mesa simplemente me mira, como si estuviera analizarme, la mirada de Peter es oscura y detrás de él, Derek se ve claramente nervioso y sorprendido por mi llegada.

  —Hola  —saludo de forma tímida.

  —Hola  —La forma cálida en la que Peter responde logra tranquilizarme.

  —Hey  —Malia hace un gesto con su cabeza a modo de saludo—. ¿Tú quien eres?

  —Malia, ella es Eva, una gran amiga de la familia—responde Talia, presentándome ante la joven coyote con una sonrisa—, Eva, ella es Malia, mi sobrina.

Mis ojos se abren de par en par. A mi mente le cuesta terminar de asimilar aquella frase.

Peter tiene una hija.

Malia es hija de Peter.            

Paradox ↯ Teen WolfWhere stories live. Discover now