Parte 8

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Ivan, Ivan, Ivan, ¿sigues ahí? _Me pregunta una voz por el celular_

¿Qué?

Te fuiste no sé a donde, porqué no contestabas. Te iba diciendo sí querías que le dijera algo de tu parte a Isma... 

¿Ana?...

Esa misma, me llamaste, bueno a mí no, si no a Isma.

Ah!!! cierto _digo_ Dile que me llame cuando salga del baño. ¡Urgente!

Pero ¡¡¡Urgente!!!  -le aclaro-

ok. Adiós y cuelga.

Bueno ya luego le cuento lo de hoy, me visto y sí, en la búsqueda del bóxer limpio ¡Encontré tres!... Ah, mi suerte va mejorando. Cogo mis llaves, algo de dinero y salgo de casa, directo a casa de la guapa de ojos marrones, su nombre no recuerdo. Pero no importa mucho.

Llego, toco su puerta, tres veces (como Martín, nos lo ha hecho hacer desde pequeños a Ismael y a mí), abren la puerta y ahí está ella, con una lencería sexy, negra y esos ojazos, sin duda alguna es guapa. _suspiro_ por la gran tarde que me espera, ingreso sin ser invitado ( no hay necesidad) cierra la puerta tras de mí, se me acerca y me empieza a quitar la ropa, yo me dejo, mientras acaricio sus pechos firmes, y la beso. Ella ya me ha quitado la camisa, el pantalón y me quedo solo en bóxer. Mientras estamos así, planeamos si será en su cama, en el mueble, o ahí en la entrada donde nos hemos quedado, me decido por los dos y será en su cama _la levanto_ y me la llevo ( como cuando unos recién casados, entran al cuarto matrimonial, aunque yo no me pienso amarrar a una mujer nunca), la acuesto en su cama _donde hemos estado dos veces_ y justo cuando vamos a empezar con la acción, suena mi celular. ¡¡¡CARAJO!!!

 _A quién se le ocurre llamarme en estos momentos. Y en eso recuerdo que le dije a Ana que le diga a Ismael que me llamará cuando saliera de bañarse, pero de eso ya hace casi media hora. La de ojos marrones, me acaricia el rostro. ¿No contestarás cariño? _me dice_ 

Ah sí, claro, le contesto...

Pero mientras cogo mi celular, la llamada está cortada, y veo el nombre iluminando la pantalla... Será puto -murmuro-

¿Cariño? Me habla la chica... Sí, -le digo- 

¿Seguimos? - me dice- mientras se va tocando deliciosamente sus pechos firmes.

Ah, este, no... Es que  ya no tengo ganas. Perdóname -digo- mientras bajo de la cama y recogo mi ropa, me voy  vistiendo, cuando miro que ella viene hacía mí, con una bata puesta.

¿Cuándo nos veremos cariño?

Yo te aviso guapa, y le regalo dos besos en la mejilla _Salgo de la casa, insultando a Martín, aunque en sí -no tenía muchas ganas tampoco-

Bueno decido llamarle.

Hola muñeca _ le digo, ni bien contesta.




Laura.Where stories live. Discover now