Parte 22. Una Laura que ustedes no conocen

29 4 0
                                    

Ayer almorcé con martín y no estuvo mal la verdad, cada día me doy cuenta que es un buen chico, y no solo por lo guapo, es caballero, inteligente, amable, aunque a veces actúa raro.

Ya es de noche y no he comido nada, muero de hambre, salgo de mi cuarto y camino hacía la cocina, me prepararé un jugo, pidiera una pizza o algo de comida chatarra, pero papá no está para que pague, él ha salido de viaje por su trabajo hoy en la mañana para llegar a su destino mañana lunes, es profesor, y a veces tiene esos viajes para unos papeles de no sé qué cosa.

_ Así que hoy nos hemos quedado solas, querida laurita.

Habla una voz en medio de la oscura sala.

_ Pero ¿qué carajos? -exclamo- y se me cae el plato que contenía las fresas, al chocar con el suelo se hace añicos. ¿Male? -pregunto-

_ La misma

Enciende la luz, -veo que se dirige a donde estoy, coge la escoba y empieza barrer la fruta y los vidrios del plato.

_ Ya deberías a acostumbrarte a mis gratas visitas, que bueno que se ta haya caído esto, un jugo no me apetece, pero sí pizza.

_ No tengo plata para invitarte pizza Male.

_ Tranquila, hoy yo invito, ya hice pedido pronto estará llegando, y así tú y yo no moriremos de hambre. Además te apuesto a que  el chico que entrega las pizzas está muy bueno, ¿ Que te parece si lo invitamos a que coma con nostras?

_ No eso es una mala idea.

_ Vamos Laura, desde cuando tú dices no, además esa última vez con el chico de la comida china no estuvo tan mal.

_ No ya no se repetirá nunca esa vez!!! - le grito- Yo no recuerdo nada, y sé que no es cierto lo que tú me contaste.


Un sábado de hace algunos meses atrás.

_ Hola soy Male y tú?

Me pregunta una voz a mi espalda

_ Yo, soy Laura. -grito lo más que puedo-

_ Laura, como mi gata , se me acerca casi a mi oreja para que la pueda oir .

pone una gran sonrisa.

_ perdona? hago como que si no haya escuchado aquello.

_ Nada solo era un chiste.

Descifro casi lo que dice. 

Me encuentro en una discoteca, está cerca de mi casa, papá hoy ha salido de viaje y he aprovechado su ausencia para salir un rato.

_ Ah, está bien - le devuelvo la sonrisa-

_ ¿Con quién estás? - pregunta-

_ Pues con unos amigos, estaba, pero han tomado mucho y creo que ya se fueron.

_ Si quieres puedes venirte a mi grupo.

_ No ya es muy tarde, mejor ya me voy de aquí -esta vez me acerco yo más a ella, para ser escuchada. 

La música está muy alta.

_ Pero es temprano, ven, te presentaré a unos galanes, que de seguro te caerán bien.

_ No, pero gracias, además ni te conozco, ya me tengo que ir.

_ Claro que nos conocemos, hemos estudiado juntas la primaria, mi nombre completo es Malena, no me recuerdas?, soy la que te hacía las trenzas en el cabello en los recreos.

_ En serio, vaya, Ah sí Malena! -exclamo- perdón si no me explicas eso, no te reconocía.

_ No pasa nada, pero ven, quédate un rato más, y ya luego si quieres te acompaño a casa.

_ Gracias, pero es que no puedo llegar muy tarde, estoy sola, y creo que lo mejor es irme.

_ Bueno, pero yo me voy contigo y espera...

Veo que camina, esquivando a las parejas que están bailando. Y al menos de un minuto vuelve con dos grandes botellas de alcohol.

_Espero que tengas hielo en tu casa.

_ para qué?

_ Pues para terminar la fiesta allá las dos. Creo que tú y yo seremos buenas amigas.

_ No creo que sea una buena idea, no suelo tomar alcohol, pero gracias.

_ es la mejor idea entonces, ven.

Me jala, y esquivamos todo a nuestro paso, hasta que salimos de ahí y como ya me di por vencido (aunque luché poco) en realidad, no tomo, pero una vez no será tan malo. Nos dirigimos a mi casa.

_ Pero es la parte de atrás, ¿acaso no tienes llaves? o ¿esta no es tu casa cierto? , y nos estamos metiendo a escondidas... Laura pensé que la perdición era yo, pero mira como has cambiado tanto.

_ No Malena, esta si es mi casa, solo que no he llevado mis llaves y tenemos que entrar por aquí, además papá no está en casa.

_ Ah, bien, y qué vamos a entrar o quieres que tomemos esto aquí afuera y sin hielo.

_Bien por aquí entramos, llegamos a la sala, saqué hielo y empezamos a tomar.

Debo admitir que aquello, no pasaba muy bien que digamos, ese alcohol me raspaba la garganta y pasaba demasiado lento.

_ Tengo hambre, y si pedimos comida china?

_ pues, no sé creo que está bien -le digo mientras me tomo otro chupito de eso.

Hace una llamadas, da la dirección de mi casa y luego se sirve un chupito puro y se lo bebe de golpe. - es increíble, como lo traga sin dificultad.

_ Ya está me dice.

_En unos minutos tendremos algo que comer.

Y ahora sé que cuando dijo "comer" no se refería especialmente a la comida china que habíamos pedido.



Laura.Where stories live. Discover now