Una lágrima que dar

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Había entrado a una habitación en ruinas, caminó dando pisadas fuertes, señal de lo enfadado que estaba, se quitó el velo de su cabeza,  el cual se abrochana a una delicada diadema y lo arrojó a un rincon de aquél cuarto. Se dirigió a un ataúd abierta que se encontraba allí y se sentó, estaba frustrado.

Dio un suspiro pesado y observó el ramo de flores que llevaba siempre, aquellas flores que ahora estaban marchitas, sin vida, muertas...como él.

-Rosas, para el amor eterno- dijo arrancando una rosa seca – Lirios...de pureza...-dijo arrancando otra florecilla también muerta, observó otra vez a las flores- Todas están muertas!- exclamó   más frustrado, arrojando el ramo.

-Es injusto, ¡maldito Kaname!, ¡estúpido!-gritó, quería quitarse la tristeza y todos aquellos sentimientos negativos que se extendían dentro suyo, sentimientos de angustia.

Apoyó su cabeza suavemente sobre la palma se su mano, y observó su anillo de oro en su dedo, luego miró con atención su mano, no quedaba rastros de carne ni piel, lo que era antes un brazo completo, ahora solo quedaba huesos, otro cruel recordatorio de que él ya estaba muerto. Dejó descansar su brazo sobre su regazo, y luego su vista paso al ramo en el suelo, y con su pies lo aplastó, provocando el crujido de algunos tallos rompiendose.

Seiren, la cual había estado siguiéndolo  recogió el ramo, moviendo su colita tratando de animarlo y que volviera a tomar el ramo, más su intento fue fallido, y lo volvió a dejar en el suelo y se echó a los pies de aquél cajón de muertos.

Zero suspiró como lo había hecho mil veces ya.

Una araña grande de tono anaranjado bajó desde el techo en un hilo delgado.

-¿Y esa cara?...¿quién se ha muerto?-dijo ésta en un tono de voz preocupado.

Zero no respondió al instante, cerro sus ojos unos momentos  buscando calmarse.

-Tal vez Kaname tenga razón,y sea verdad que somos muy diferentes-dijo Zero sin ganas.

-En mi opinión creo que deberían revisarle la cabeza-se escuchó el retumbe de aquella ya conocida voz, Zero metió sus dedos a un oído y sacó al gusano que vivía dentro de él de la cola y lo observó con una mirada de desaprobación.

-¿yo puedo hacerlo?-preguntó de manera inocente, Zero volteó a ver a Rima quién aún seguía colgada de aquél hilo.

-Zero?- dijo esta, el peliplata  estaba demasiado herido al parecer.

-Tal vez su lugar está junto a ésa señorita viva?-dijo de manera enfadada y moviendo la cabeza en desprecio.-Con sus sonrojadas mejillas...y su corazón latiente-dijo más suave recordando lo que le dijo Kaname hace un par de horas atrás.

Volvió a observar al gusano rojizo que tenía sujetando de la punta de la cola.

-¡personas como ella hay de sobra, tu tienes mucho más!.-exclamó Rima recibiendo toda la atención por parte del peliplata, quien la observó pidiendo un mejor argumento-Tú tienes...tu tienes...tienes una gran personalidad-le dijo ésta mirándolo fijamente.

Zero rodó  los ojos al oír eso.

Senri lo notó, pensó cuidadosamente que decir para animar al muchacho.

-¿qué es lo que tiene esa malcriada que tu no lo tengas?-cantó el gusano moviéndose de un lado a otro.

-lo bello de tu risa no se puede comparar~-cantó esta vez la araña.

-Pero tiene pulso-dijo Zero mientras dejaba a Shikki sobre el ataúd.

-Sobrevalorado sin razón-cantó el gusano mientras la araña bajaba para posicionarse al lado de Shikki.

-Excesivo- cantó Rima.

-sin valor-cantó el gusano.

-si él pudiera conocerte mejor~-ambos  miraron fijo al muerto.

Zero con una mueca triste se volteó ignorándolos.

-y el anillo no lo lleva donde debería estar...-dijo la araña quien había caminado hasta la esquelética mano del muchacho y levantó el dedo que tenía el anillo.

-ni siquiera toca el piano, mucho menos cantar~...no se pueden comparar~- cantaron a dúo.

-Y qué ?,aún respira-dijo Zero, volteó hacia la pared.

-Y qué?!, no es importante-cantó el gusano.

-Excesivo-canta la araña.

-sin valor~-cantó Senri.

-si sólo viera lo...especial que puedes ser...si tan sólo él pudiera conocerte mejor~-

El peliplata los miró para luego levantarse y caminar lentamente.

-Si me quemo con la vela no siento el calor, si un cuchillo me atraviesa no hay dolor...y su corazón palpita y yo muerto sé que estoy...~-dijo afirmándose en la pared –y el dolor que siento aquí, anda dime, no es real~-para luego dejarse caer lentamente hasta quedar sentado-Pero aún tengo una lágrima que dar~- cantó zero.

Ambos invertebrados se miraron y negaron con la cabeza, viendo el pesimismo del chico.

-Lo único exclusivo que tiene algún sentido es que viva está-cantó Shikki de repente.

-excesivo-

-Sin valor-

-Pasajero es ese estado, todos sabemos muy bien y la muerte es el remedio que nos llega sin saber-canta Rima.

-y qué?- dijeron ambos.

-No es importante-

-excesivo-

-sin valor-

-si tan solo viera lo especial que puedes ser, si él pudiera conocerte mejor~- cantaron a dúo.

Zero se paró y caminó nuevamente hacia el ataúd.

-si me quemo con la vela no siento el dolor, en el hielo o en el sol todo es igual, y mi corazón me duele, aunque no palpite siente~...-dijo recostándose sobre las sábanas del araud. -Y el dolor que siento aquí, anda y dime, "no es real"...y yo sé que muerto estoy...Pero aún tengo una lágrima que dar...-dijo cerrando sus ojos, y de allí, una traviesa lágrima bajó lentamente por sus mejillas pálidas hasta estamparse contra el suelo.

Senri y Rima se sintieron mal, sabían lo que Zero sentía en ese momento, pero no podían hacer nada, lo miraron dormir y se marcharon se allí. Seiren al ver el estado de Zero decidió dejarlo también, pero no todo estaba perdido ¿verdad?.

CONTINUARÁ...

EL NOVIO CADÁVERWhere stories live. Discover now