Se acercó a la entrada, soltando el aire de sus pulmones y se armó de valor.
Fue en ese momento que sintió un pequeño golpecito en su pierna derecha, miró al suelo y vió a Seiren, la cual traía el ramo de flores marchitas en el hocico e invitaba a su amo a tomarlo, este así lo hizo.
Se adentró a aquél bar, estaba con poca iluminación, no había casi nadie, sus ojos borgoñas visualizaron a aquél chico peliplata no muy lejos.
Zero se encontraba sentado en un banco y presionaba desganado algunas teclas del piano, tan lento y pausado pero aún así se apreciaba la entrecortaba melodía.
Caminó a donde se encontraba su "esposo" , este al notar la presencia del castaño simplemente decidió ignorarlo.
-Creo que...olvidaste esto...-dijo acercando un poco el ramo.
Zero guardó silencio y siguió con su melodía.
Kaname suspiró, no sabia exactamente que hacer o decir, estaba más que consciente que habia herido emocionalmente a Zero.
-Lo siento...lamento haberte mentido para salir de aquí...-murmuró- es solo que este día no fue...muy...bueno-dijo sentándose al lado de Zero, quien solo escuchaba pero no soltaba palabra alguna -...de acuerdo al plan...-finalizó su oración.
Al ver que el novio muerto aun lo seguía ignorando decidió hacer algo más para llamar su atención. Posó su mano izquierda sobre el teclado e imitó la melodía que Zero tocaba, a diferencia que él presionó los agudos y que esta vez sonó un poco más rápida.
El peliplata frunció el ceño ante la "interrupción" y lo miró de reojo, imitó al castaño aquella acción, tocando su melodía a la misma velocidad y al fin presionar la última en un sonido largo.
Con ambas manos Kaname tocó un pequeño fragmento y miró insistente a Zero para que hiciera lo mismo, como lo esperaba este lo imitó y tocó nuevamente, pausó la última tecla como dando a entender que la melodía acabó y le dio la espalda.
Pero Kaname no se daría por vencido, dejó de lado aquel sonido lento y pausado para dar comienzo a una melodía rápida, mientras observó al de ojos amatista con una sonrisa de medio lado, el contrario se encontraba ya molesto, y su cabeza recargada en su mano derecha dándole la espalda.
Siguió tocando hasta que Zero imitando a Kaname comenzó a seguir la melodía marcada por el mayor, dando así a una pequeña competencia.
Zero observó al mortal con una sonrisa un tanto arrogante pero al verle la cambió por una tierna y siguió tocando, Kaname le devolvió la sonrisa, esa sonrisa tan angelical y pura que hacía que su corazón latiese rápidamente.
Tocaron unos segundos más hasta que la traviesa y entusiasta mano esquelética de Zero se salió de su lugar, presionando teclas al "caminar" en ritmo a la melodía para así subir por el brazo de Kaname y dando pequeños saltitos en su hombro, ocasionando una risita de parte de ambos, Kaname sujetó la mano que saltaba sobre él y tomando cuidadosamente el brazo de Zero, la colocó nuevamente en su lugar.
-disculpa mi entusiasmo...-dijo en voz suave elpeliplata.
-Me encanta tu entusiasmo...-dijo Kaname sonriéndole honestamente.
Ambos se miraron en un cómodo silencio, estuvieron en su mundo por varios segundos hasta que...
-Zero...-llamó en un susurro el castaño, el peliplata lo observó.
–Dime...-dijo con voz suave.
-Quiero...saber más acerca de ti...como era tu vida antes de...m-morir-dijo un poco nervioso y eso se notó en el temblor de sus palabras.
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EL NOVIO CADÁVER
RomancePor un descuido, o como diria Kaname, por un grave error, terminó casandose con un estraño muchacho, el problema no solo era el hecho de que su "Pareja" fuera un hombre...no, ese no era todo el error, el error es que su ahora esposo es... ...un cada...