Cliché, cliché, cliché.
Viktor Nikiforov gusta de leer historias amorosas con esas temáticas tan repetitivas que a veces los demás llegan a odiar y otros a amar: Los clichés.
Está dispuesto a conseguir un amor que le brinde todas esas clases de si...
Luego de esa tarde con Yuuri, nuestra amistad se volvió algo más firme. Solíamos juntarnos con Chris y Yuuri a la hora del almuerzo y yo procuraba llevar un poco más de comida para convidarle si se daba el caso de no alcanzar a comprar sus amados panes en la cafetería.
De vez en cuando nos encontrábamos con el idiota de Kensuke y su séquito de monos oliéndole el trasero. Pero con ignorarlos bastaba para que ellos se fueran mordiendo sus lenguas, le pude enseñar a Yuuri que era mejor callar y dejar que se fueran y no lanzarse a los problemas.
Esa ocasión era igual, Yuuri y Chris estaban frente a mí conversando de una serie en Netflix que habían empezado a ver hace un par de semanas atrás. Yo los escuchaba y de vez en cuando acotaba una que otra pregunta relacionada con los personajes, respondiéndome casi al instante lo que quería saber.
Yuuri no me había vuelto a preguntar de la lista y yo tampoco había tenido la oportunidad de darle las gracias a Chris por haberle metido aquella idea en la cabeza. Si no hubiese sido por eso ¿Cuál habría sido nuestro futuro?
A veces las cosas es mejor dejarlas tal cual están y no entrometerse. Por algo suceden, digo yo.
De camino a clases una vez terminado el almuerzo me puse a pensar en la lista. ¿Y si la retomaba? Es decir, las cosas están calmas entre nosotros, una que otra cosilla tomada al azar de toda esa cursilería podría ayudarme. No quería dejar al abandono aquello que con tanto esfuerzo Irina y yo pensamos.
Y así decidí que de vez en cuando aplicaría mi estrategia en Yuuri, como esa tarde después de clases.
-Yuuri ¿Quieres acompañarme?
-¿A dónde vamos?—Me preguntó curioso mientras yo lo arrastraba con todas sus pertenencias fuera del plantel. Le había dejado un mensaje a Chris de que no molestara en esta tarde y él con íconos de una luna con mirada violadora me dijo "Buena suerte Cenicienta".
Maldita sea ¿Cuándo entenderá que yo no soy la irresponsable de Cenicienta?
Ah, claro, cuando consiga montar un Pegaso.
-Hay un lugar que he querido visitar desde que lo encontré.
Nos aventuramos por calles en las que Yuuri nunca debió haber transitado, debido a su rostro confundido y curioso lo podía asegurar.
-¿Conoces por aquí? ¿Qué estabas haciendo por esta zona?
-¿Sabes que si caminas más al norte la señal del móvil se borra completamente?
-¿Qué pretendes trayéndome a un lugar como este? Me estás haciendo sospechar.
-Soy parte de una organizada banda delictiva que busca víctimas ingenuas para asaltar y profanar—Quise reír al imaginar la cara de sorpresa que debió poner tras mis palabras.
Me tuve que detener cuando Yuuri dejó de caminar, lo regresé a ver y en su rostro estaba una jodida expresión tan sensual como exquisita. Ya debo quitarme los pupilentes de enamorado porque puedo provocarme un infarto en cualquier momento.
-Y yo soy una cerda rosada parlante que enseña a niños pequeños lo que es la perversión disfrazando mis intenciones como buenos actos.
-Oye, entendí esa referencia—Le dije riendo a viva voz por su comentario—Está bien...Caminaba hace unos meses buscando inspiración para una historia que me empeñé en crear. Pero al final la inspiración y yo terminamos perdidos. Por esta calle encontré un restaurante que me pareció interesante y he querido visitarlo desde entonces.
-¿Escribes historias?
"Tantas como estrellas en el cielo, pero jamás las termino o nunca las publico"
-A veces.
-¿Sobre qué temas?
"Sobre tú y yo últimamente, las demás...sobre cualquier tema"
-Sobre muchos temas.
-¿Me dejas leer una?
"Entra a Wattpad, he escrito muchas relacionadas a ti que hasta ya cree un grupo de fanáticas del "Hermoso japonés de mirada penetrante"
-No, no puedes. Y ya no más preguntas.
Halé de Yuuri para seguir caminando. El restaurante al que me refería se encontraba justo en la esquina, podía verlo desde el lugar en el que estábamos parados así que aceleré el paso y solo me detuve cuando nos encontramos cara a cara con el letrero del local.
Dicen que la comida sabe mejor dependiendo de la compañía que se tenga. Había leído muchas veces eso de "No era la comida más cara, apenas una hamburguesa del puesto de comidas rápidas. Ni el vino más caro, simplemente un envase de Coca-Cola. Pero a su lado, cualquier comida, así sea la más simple, termina siendo la mejor que hayamos probado".
Por ello, decidido a experimentar uno de esos tantos momentos que se utilizan como mantra en las historias de romance nos aventuré a probar algo nuevo en un viejo restaurante de la zona.
-¿Haz comido aquí antes?—Preguntó viendo a su alrededor con cierto recelo—El ambiente es agradable pero la comida...
-Oh, debe ser buena. Ya sabes lo que dicen de estos lugares alejados y antiguos. Conservan los mejores manjares.
Pedimos algo sencillo, el viejo que nos atendió nos llevó el pedido casi a los diez minutos de haberlo ordenado y con predisposición—Pese a que su apariencia no era grata—empezamos a comer.
Siempre admiré y quise experimentar eso de "Todo es mejor si es contigo" pero... ¡Joder! Esto no iba a ser bueno ni aunque Hestia* nos estuviera acompañando en la mesa.
Sabía a diferentes cosas mezcladas sin un punto de fusión específico, entre ellas se podía destacar un sabor insípido que intentaba hacerse pasar por el delicioso queso, si, queso amargo y otros sabores que parecían añejados en medio de condimentos fuertes.
Era picante en mi boca pero no por el hecho de contener algo que le diera ese sabor, sino más bien por la cebolla mal preparada. Era un boom de sabores para nada favorables.
-Viktor...
-Cállate.
Esa salida fue un fiasco, una vez más uno de mis tan adorados clichés caía desmentido frente a mis ojos.
![¡Quiero un amor cliché! [COMPLETO] [#PREMIOSKATSUDON2018]](https://img.wattpad.com/cover/124884585-64-k929662.jpg)