Cliché 15: Game Over.

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Había pasado una semana desde que Makkachin entró a mi vida. Desde que Yuuri cambió su forma de ser conmigo, incluso ya era una semana desde que había quemado la dichosa lista de situaciones.

Me sentía triste.

El cachorro de cierta forma consiguió estabilizarme. Hacerme feliz, pero ver a Yuuri todos los días, recibir sus notitas en medio de las clases y no responderlas por varias razones, me hacía doler cada vez más el pecho. Eran las puntas de los fragmentos de mis ilusiones rotas que se clavaban en mi corazón.

Aquella tarde, la profesora de Lenguaje nos envió un trabajo en pareja y Yuuri me pidió hacerlo juntos. Al principio me negué, alegando no querer traicionar a Chris, pero el que terminó traicionado fui yo, pues Chris se había largado con una chica para hacer pareja. Maldito.

Así que acepté la petición de Yuuri y decidimos realizar el trabajo en la biblioteca.

Últimamente estaba lloviendo demasiado, posiblemente por efecto del otoño que se acercaba a grandes pasos. O yo que sé, no cuestiono muchas veces la naturaleza y sus cambios climáticos, solo procuro vivir y sobrevivir.

Fuera llovía intensamente y el día por obvias razones se tornaba opaco. En la biblioteca las cortinas estaban cerradas al igual que las ventanas, y las luces encendidas daban cierto aire acogedor al lugar. Su silencio y tranquilidad me obligaban a pensar en una casa, con un día de lluvia, en una tarde perfecta. Maldición, quería mi taza de leche en ese mismo momento.

-¿Necesitamos algo más?

-Leche.

-¿Qué?

-Ah, nada.

***

El trabajo consistía en realizar un ensayo sobre 3 de las obras de William Shakespeare. Yuuri y yo elegimos Romeo y Julieta, Otelo y Hamlet para nuestro trabajo.

Yuuri se concentraba en investigar todos los datos importantes relacionados a las historias y yo me dedicaba a resumir en menos de una hoja lo que trataba cada libro.

En ocasiones mis ojos se dirigían a Yuuri que boteaba el lápiz sobre su cuaderno, estaba pensando. En otras ocasiones podía sentir que me miraba y yo disimuladamente procuraba no hacerle notar que lo podía sentir. Sería incómodo.

-Viktor. Es Hamlet, no Hambret.

Miré la hoja comprobando lo que Yuuri me decía y era cierto. Había escrito Hambret en un descuido y la hoja se había arruinado debido a que la profesora de Lenguaje sencillamente odiaba el uso de correctores. Arrugué el papel y tomé uno nuevo.

-Mi error—Murmuré molesto conmigo mismo por ser tan descuidado e imperfecto frente a Yuuri.

-No te preocupes. A todos les pasa—Bajé la cabeza indignado conmigo mismo. El no poder tener el control sobre mis propios pensamientos era haberlo perdido todo, justo cuando juré ya no perder más nada—¿Tienes hambre? Podemos ir a la cafetería por algo de comer. Creo que a la cocinera le suelen sobrar panes del almuerzo.

-Lo siento, no como nada que provenga de esa cafetería. La señora que atiende ahí no me da buena espina—Comenté recordando las veces en que pensé sobre cómo hacía los almuerzos—Además su comida es fea.

-Y la de aquella vez en ese restaurante era de maravilla ¿Verdad?

-¿Es que nunca vas a perdonarme por llevarte a ese lugar?

-Lo siento, fue muy divertido—Yuuri rió y yo me avergoncé, pues su carcajada por demás ruidosa en medio de la quietud de la biblioteca se me antojó hermosa, dulce. Mi corazón una vez más me traicionaba—Pero bueno, deberías probar al menos una vez los panes, son deliciosos.

-Creo que paso. Y tú también deberías dejar de comer mucho pan. Engordarás.

-¿Me estás diciendo gordo?—Yuuri hizo una mueca de reproche ¡Yo no le recalqué cuando me llamó gordo a mí! Y para ver que aún conservo la espina en mi orgullo y me limito en la cena a una ensalada nada más—Está bien, esperaré a la cena. Pero un día de estos tienes que aceptarme un pan. Desagradable o delicioso, cualquier comida es mejor dependiendo de la compañía que se tenga ¿No crees?

Mi corazón saltó ante el guiño de su ojo. Mis sentidos se fueron por la borda en tan poco gesto y yo, simplemente pretendí demencia.

-No siempre es así—Murmuré—Como sea, creo que será mejor si terminamos esto mañana. Afuera llueve y puede que se propague mucho más si no nos vamos ahora.

Me levanté de primero, justo ante la mirada de Yuuri. Podíamos continuar el día siguiente y yo así tendría una excusa para hablar normalmente con Yuuri. Porque sí, ahora mi relación con él se basaba únicamente en buscar algún pretexto externo para tener una conversación y procurar dejar de lado cualquier asunto personal, como había estado a punto de suceder en ese momento.

Caminé a la salida notando que Yuuri no me seguía. Mejor así pues el camino a casa sería mejor si iba solo, si iba pensando y destruyendo ideas en mi cabeza conforme aplastaba charcos en el suelo.

Era mejor de esa forma.

¡Quiero un amor cliché! [COMPLETO] [#PREMIOSKATSUDON2018]Where stories live. Discover now