Película no ATP

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Shannon Catto, mortal.

Sin duda mi plan ideal de fin de semana no era precisamente trabajar en un video store, pero necesitaba el dinero para comprarme un auto.

¡Estaba harta de ir a la universidad en autobús!

Así que desde hace más de un mes, cada fin de semana, mientras mis amigos se emborrachan en algún bar, salen a bailar u organizan un viaje; yo estoy aquí, rodeada de películas, personas ermitañas que prefieren quedarse en casa viendo algún trabajo cinematográfico a salir, parejas que probablemente se entretendrán con otras cosas y no le prestarán atención al film, familias y/o amigos que pasarán un buen momento juntos, y gente necesitada que selecciona los artículos que se encuentran en la sección para adultos. Lo admito, estar junto a estos últimos es incómodo.

Lo especial de este día, era que además de cumplir con mis deberes debía entrenar al nuevo y mostrarle como era nuestro método de trabajo.

Después de esta noche, le pediría un aumento a mi jefe.

Como sea, mientras el nuevo estaba limpiando el lugar y ordenando las películas, yo me encontraba en el mostrador esperando algún cliente.

Mi espera fue interrumpida cuando una niña alta, de lo que parecía ascendencia hispana, cabello largo castaño claro y ojos marrones entró corriendo al lugar; siendo perseguida por un atractivo y musculoso chico de aproximadamente 1,80; cabello azabache, ojos verdes mar y piel clara.

—¡Silena espera! —gritó el chico. —Ya te dije que no podemos alquilar una película, debemos llegar rápido a casa.

— ¡Tío Percy, por favor! —rogó— Si quieres podemos llevarnos La Sirenita—dijo esta vez de forma divertida.

— Ja-ja muy graciosa— respondió el tal Percy rodando los ojos y despeinando el cabello de la niña. —Está bien, pero debemos apurarnos.

— ¿Y podemos comprar palomitas? — volvió a preguntar Silena, mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.

—Sí— respondió Percy.

— ¡Eres mi tío favorito!

—Lo sé, y encárgate de decírselo a los Stoll la próxima vez que los veas.

—Lo haré, te lo prometo.

Y con eso se fueron a seleccionar una película.

En ese tiempo aproveché para arreglar mi cabello castaño oscuro en un improvisado moño que me haga ver por lo menos presentable y así estar decente como para coquetear un poco.

No me culpen, mi vida es sumamente monótona y aburrida, un novio no me vendría mal. Además, ese chico se veía como de mi edad y había confirmado que no era el padre de la criatura. Así que por el momento no había ningún moro.

—Ya quiero llegar a casa para comer palomitas.

—Primero la cena, Silena. Tu mamá se enojaría si se llegara a enterar de que no comes correctamente cuando estás conmigo.

—A ti te encanta hacer enojar a mi mamá y no te preocupa que ella te golpeé porque sabes que papá puede tranquilizarla— dijo la niña con una mirada picara.

—Es cierto—le respondió su tío mientras reía. Dios tiene una sonrisa hermosa que logra que me derrita. —Pero, de todas formas, primero la cena y después las palomitas y la película, ¿o prefieres discutir este asunto con Annabeth?

—Está bien, me rindo. —dijo Silena cruzando sus brazos y poniendo un adorable puchero, aunque después su mirada cambio a una de terror. —Por favor no le digas a mamá que dije eso, me mataría si se enterara que me rendí ante ti.

Percabeth entre mortalesWhere stories live. Discover now