07: No muerdo.

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Jimin había rociado perfume en su blanco cuello. Se había colocado la camisa más decente que tenía. No solía salir muy seguido así que no se preocupaba por comprar ropa para éstas ocasiones.

Se miró al espejo y quedó conforme con el resultado. Frunció el ceño al darse cuenta que en sus labios había una pequeña sonrisa y se reprendió así mismo por dejarla salir, ni siquiera sabía por qué sus manos sudaban de nerviosismo. No sabía porque su voz estaba atascada en lo profundo de su garganta, o por qué tenía la sensación alegría reprimida queriendo salir. No era normal teniendo en cuenta que, según él, Yoongi era el responsable de que Hyuk estuviera en el hospital. Es chico aún no Salía del coma y los detectives aún no podían resolver el dilema.

Oyó el timbre sonar y su cuerpo brincó por la impresión, no recordaba la última vez que había oído ese sonido. No recibía visitas y solo veía a sus amigos en cualquier otro lugar, ya que, su intento de hacer pasar aquel cuarto un hogar, había fallado.

Abrió la puerta rechinante con cierto nerviosismo y sonrió apenas al chico que estaba del otro lado de ella. Yoongi sonrió en respuesta e hizo un ademán para que ambos se marcharan.

Jimin oyó su estómago rugir, sus mejillas se encendieron cuándo notó que el rubio había escuchado también.

Irían a comer a algún restaurant, por lo que no había comido ese día tratando de ahorrar un poco más para la ocasión. No sabía que tan caro podía ser, y sería vergonzoso no llevar suficiente dinero.

A decir verdad, se había sentido extraño cuándo había recibido el mensaje del mayor invitándolo a salir. No sabía que pensar al respecto, ni siquiera sabía que a Yoongi le gustaban los hombres. Por supuesto que no se lo preguntaría, pero había llegado a esa conclusión por el hecho de que lo había invitado a salir. ¿Qué hombre invitaba salir a otro chico si no es gay?, podía ser bisexual claro, no podía descartar esa posibilidad.

O talvez podía ser que realmente era un asesino y Jimin sería su próxima víctima.

Con ese pensamiento en mente, Jimin respingó antes la posibilidad, y una necesidad de salir corriendo lo invadió.

¿Por qué le primer chico que lo invitaba a salir, tenía que ser sospechosos de intento de homicidio?

-¿Tienes frío? -oyó la ronca voz de mayor muy cerca de él. Jimin negó con la cabeza. -Estabas temblando hace un momento.

-N-no es eso. -Se sintió avergonzado al oír su voz salir en un susurro.

-¿Entonces qué es? -Jimin lo vio sonreía lascivamente. -No estés nervioso. No muerdo, a menos que lo quieras.

-¿Qué cosas dices, hyung? -Jimin abrió los ojos por la impresión y sus mejillas se tornaron rojas. Escuchó su risa divertida.

Yoongi se dirigió a un auto negro y abrió la puerta del copiloto, Jimin se sonrojó ante el gesto. Observó a Yoongi llevarse un cigarro a la boca y dar una larga calada. Expulsó el humo de una manera elegante, como si se tratase de algo fino.

-Yoongi hyung, no deberías fumar mientras manejas. -dijo suavemente para no molestarlo.

Vio a Yoongi arrojar el resto del cigarro por la ventana y hacer una mueca. Jimin quedó impresionado porque Yoongi lo había tirado sin rechistar.

-Que me llames "Yoongi hyung" me hace querer hacerte cosas ilegales, ¿sabes? -Jimin abrió los ojos alarmado, y Yoongi debió notarlo porque empezó a reír como si le hubiesen contado el mejor chiste. -Tranquilo pequeño cachetón, no voy a hacerte nada, a menos que quieras claro.

-Hyung, me avergüenza que digas ese tipo de cosas. -Sus mejillas ardían de vergüenza. -basta Yoongi hyung.

-Ug Jimin, ya te dije que me pone que digas así. -Gruñó bajo.

-¡Hyung!

-¡Jimin!

-Ah, eres tan molesto. -Jimin se quejó. -Apenas nos conocemos y ya hablas muy libremente.

-Imagínate cuándo me conozcas mejor. -Insinuó.

-Pensé que eras una persona seria. Ahora me doy cuenta que en realidad eres muy bromista. -dijo sinceramente.

-No estoy bromeando. Pero sí Jimin, tengo mi sentido del humor. -Le miró por el rabillo del ojo. -extrañamente eres a la primera persona que le dejo ver este lado mío.

-¿No tienes muchos amigos? Siempre vas solo por el campus.

-Disfruto de la soledad.

-Eso sonó muy triste, ¿sabes?

-No realmente, soy una persona solitaria y no me hace sentir mal. Al contrario, es grandioso, porque no hay gente molestando. -Yoongi aparcó en un seven eleven y Jimin lo miró extrañado.

-Comeremos algo de aquí. -Dijo simplemente Yoongi, como si fuera lo más común para una primera cita.

-¿Es broma verdad? -Jimin miró detenidamente la vestimenta del rubio y notó que en realidad el chico vestía muy común. Jimin ni siquiera lo había notado. -¿De verdad vamos a comer aquí?

-Sí, ¿no quieres? -alzó una ceja. - pensé que tenías hambre.

-Tengo hambre, pero pensé que comeríamos en algún restaurant. Me hubieras dicho para no esmerarme tanto con mi vestimenta.

-Te ves muy lindo. -Yoongi lo miró de arriba abajo, deteniéndose más de lo debido en los gruesos labios del menor. -No me gusta ir a esos lugares. La gente te ve raro si no vistes acorde lo establecido, y la comida es cara y ni siquiera es buena. Así que prefiero comprar aquí e ir a comer a un lugar que un restaurant no te va a ofrecer.

Aún avergonzado, Jimin siguió a su mayor al establecimiento y después de comprar Ramen, salchichas, bebidas y snacks. Yoongi manejó hasta la salida de la ciudad, entrando en carretera libre. Sintió un poco de miedo, pero no preguntó a dónde se dirigían.

Taehyung le había dicho que no fuera tan prejuicioso y que se diera una oportunidad para conocer a Yoongi. Pero no podía evitar sentir un escalofrío bajar por su columna vertebral, al ver las luces de la agitada ciudad, alejarse.

Yoongi estacionó en un pequeño espacio al lado de la carretera. Jimin lo miró esperando que dijera algo, pero él solo bajo del auto y comenzó a caminar a través de la vegetación espesa a lo que sería un bosque. Sin embargo, Jimin no se bajó del auto y el rubio lo notó.

-¿Vas a quedarte ahí? -alzó una ceja por la mueca que Jimin dio como respuesta. -Bien, entonces solo quédate ahí hasta que regrese.

Jimin consideró quedarse ahí, pero todo estaba tan solo y oscuro, que, bajó del auto y se reunió con el rubio que sonreía discretamente.

-Nada va a pasarte. -dijo encendiendo un cigarro. -deja de temblar como auto encendido.

Jimin no dijo nada y lo siguió, pensando que, si el rubio quisiera hacerle daño, nadie escucharía, entonces nadie vendría a ayudarlo. Ese sería el lugar perfecto para cometer un crimen y los silenciosos árboles serían los únicos testigos.

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Lamento la tardanza. Gracias por leer y votar.
También gracias por los comentarios, disfruto mucho leerlos.
Una disculpa si hay algún error ortográfico, háganmelo saber.

OSCURO |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora