OSCURO |YoonMin|

12: Desconfianza.

Jimin caminaba alrededor de la pequeña cabaña, inspeccionando el lugar. La cocina estaba muy ordenada, sonrió al pensar que tal vez su hyung era una persona ordenada y limpia.

La mesa de centro estaba empolvada y lo sillones tenían un aspecto de ser viejos. Una puerta se encontraba debajo de las escaleras, seguramente guardaba los productos de limpieza.

Caminó hacia la puerta de la habitación continua y giró la perilla la puerta no cesó al movimiento. Trató nuevamente, pero la puerta no se abrió. Talvez solo sería un cuarto dónde guardan las cosas inservibles.

Recorrió el piso de arriba y entró a la habitación dónde Yoongi había dicho podía dormir. Las sábanas blancas estaban perfectamente tendidas y tenían un olor a detergente.

Jimin miró extraño al encontrar demasiados objetos en la habitación. Solo algunos artículos de higiene reposaban en el tocador de madera. Un viejo ropero con ropa de Yoongi, y una maleta recargada en este.

Caminó a la ventana y recordó aquellas veces cuándo echaba un vistazo a su ventaja o podía ver una sombra observándolo a lo lejos. Su piel se erizó y rápidamente entró en pánico. NO había tenido tiempo ni ganas de pensar en su situación. No tenía idea quién le había dejado esa nota y tampoco sabía el por qué. Él era un chico bastante tranquilo y nunca se metía con nadie. Entonces que había hecho para merecer eso.

Tampoco entendía porque Yoongi se negada a hablar. Tenía una idea volando en su cabeza, pero se negaba a creer cualquier cosa negativa. Estaba seguro que Yoongi sabía porque le pasaban tantas cosas extrañas a él. Pero no lograba descifrar si estaba en lo correcto en confiar en él. No se sentía seguro, sin embargo, era su única opción. Debía aceptar que estaba enamorándose de él y su raciocino no estaba con él en ese momento.

-Tal vez deba tomar los consejos de Tae y confiar. -murmuró sin darse cuenta que no lo había guardado solo para sí.

-¿Confiar en qué? -Jimin respingó por la impresión. No se había dado cuenta que Yoongi estaba parado en el marco de la puerta.

-Nada, hyung. -dijo rápidamente. Yoongi frunció el ceño, pero no insistió.

-Traje algo de comer. -Dijo haciendo gesto para que bajara a la cocina. -¿Pudiste dormir un poco? -Jimin negó con la cabeza. -Ven a comer algo y después trata de dormir.

-No quiero dormir solo. -Hizo una mueca y sus mejillas ardían de vergüenza. El rubio alzó una ceja impresionado.

-¿Necesitas tu oso de peluche, acaso? -se burló.

-Si. Así que ven. -Hizo un gesto para que fuera a acostarse a su lado.

-¿No crees que estás siendo demasiado atrevido? -dijo, pero aun así fue a la cama.

-No me importa, no quiero dormir solo. -Se aferró al pecho de su hyung y aspiró su olor. -Tengo miedo, hyung.

-No tienes que temer a nada. -Jimin hizo una mueca.

-¿Cuándo me contarás a dónde fuiste?

-Pronto.

-No entiendo porque insistes en mantenerlo en secreto. Comienzas a asustarme. -dijo alejándose para mirarlo a los ojos.

-No tienes que asustarte, solo te pido que por favor confíes en mí. -Dijo cansado, sobándose el cuello. -Te quiero Jimin, créeme, por favor.

Jimin volvió a acurrucarse en el pecho de su hyung y no dijo nada más.

Yoongi pensó que tal vez no quería seguir con la conversación y lo agradecía. No quería sacar sus demonios internos, aún.

Tapó con una cobija al peli naranja, quién creyó, dormía pasificamente.