11: Cabaña.

7K 1K 106
                                    

Sentado sobre su cama, Jimin se negaba a dormir. Un mueble atrancaba la puerta evitando que ésta pudiese abrirse.

Mantenía los ojos bien abiertos en la oscuridad, en su mano descansaba un cuchillo que había tomado de su pequeña cocina improvisada. Se abrazó más así mismo cuándo el motor de un auto se escuchó por la calle y fue apagado justo en su edificio. Apretó el agarre al cuchillo. No se atrevía a mirar a través de la ventana, tenía miedo, sería estúpido negarlo.

Comenzó a sudar frio y sus ojos fijos en la puerta no parpadeaban.

De pronto tras la abertura debajo de la puerta, pudo ver los pies de una persona tras la puerta y dejó salir un gemido de terror. Se tapó rápidamente la boca impidiendo que más sonidos saliesen de su boca.

De pronto un par de toques se oyeron en la puerta y la piel del chico se erizó. Se dijo así mismo que no abriría y si tenía suerte, la persona tras la puerta se marcharía. O en el peor de los casos, abrirían la puerta a la fuerza y terminaría muerto en el pequeño cuarto y absolutamente nadie se daría cuenta.

De nuevo los dos golpes se escucharon en la puerta y siguieron intensificándose.

-Jimin abre la puerta. -Jimin se paralizó. Conocía esa voz. -¿Estás durmiendo?

El mencionado salió de su escondite y se dirigió a la puerta. Aún con el arma blanca en su mano. Quitó el viejo mueble que servía como muro de protección en su puerta y la abrió.

-¿Jimin? -el peli naranja se arrojó a los brazos del rubio. - ¿Está todo bien? -Frunció el ceño al verlo tan alterado. -Háblame bebé. -Yoongi daba golpecitos en la espalda del menor mientras éste sollozaba en su pecho.

-¿Dónde estabas? Pensé que no volverías jamás. -dijo entre sollozos, limpiándose las lágrimas que aún corrían por sus mejillas. -Tengo miedo Yoongi.

-¿Miedo? -frunció el ceño sin entender. -¿Qué ha pasado estos días que no estaba? -habló duramente. -dímelo.

Jimin se extrañó por la reacción exagerada del rubio, pero aun así sentía la necesidad de confiárselo.

-¡Alguien quiere matarme! -Yoongi alzó las cejas en un gesto de sorpresa. -¿No me crees? ¡crees que estoy loco! ¡no lo estoy! -golpeó su pecho alejándolo.

-No he dicho nada, ¡cálmate! -trató de sujetar sus manos y notó el cuchillo en ellas. -Ven vamos a entrar.

-No, no quiero. -Se rehusó. -Alguien quiere matarte y tú me no crees. -Jimin rayaba en la paranoilla. El no dormir y los últimos acontecimientos habían alterado sus nervios.

-Tranquilízate, vamos a entrar a tu cuarto, te voy a preparar algo te beber y te relajarás. -Yoongi tomó de la cintura al peli naranja y lo hizo sentarse en una silla, inmediatamente quitó el cuchillo que aferraba con mucha fuerza en sus manos.

El rubio preparó un té y se lo dio a beber. Esperó a que lo terminara para preguntar qué demonios había pasado para que Jimin estuviera en ese estado.

-¿Estás más tranquilo? -preguntó mirándolo con preocupación. Jimin asintió. -¿Estás listo para contarme? -Jimin volvió a asentir, sin embargo, no dijo nada. Yoongi esperó al menos cinco minutos hasta que el chico articuló palabra.

-Alguien me ha estado vigilando desde hace tiempo, no sé cuánto tiempo exactamente. -Yoongi asintió para que el chico continuara hablando. -Esta madrugada cuando llegué de trabajar, recogí la correspondencia y encontré una nota. -Tragó saliva. -Una nota de alguien que quiere asesinarme.

-¿Qué decía la nota? -alentó.

-Léela por ti mismo. -Jimin enseñó dicha nota y Yoongi leyó detenidamente. -Alguien está tras de mí. Tengo miedo.

OSCURO |YoonMin|Where stories live. Discover now