09: Pancakes.

8.1K 1.1K 364
                                    

Su canción favorita sonaba constantemente haciéndolo despertar. Frunció el ceño sin entender que estaba pasando. Talló sus ojos para poder ver mejor y divisó su teléfono celular sonando.

Rápidamente tomó el teléfono en sus manos y lo desbloqueó sin fijarse en quién lo llamaba.

-¿Hola?

-Estoy detrás de tu puerta. Ábreme.

-¿YoonGi Hyung?

-Por supuesto. ¿Quién más?

-Ya te abro.

Jimin aun adormilado se dirigió a abrir la puerta, para encontrarse al pelinegro. Quién vestía pantalones de cuero, una playera negra, y converse clásicos.

-¿Qué haces aquí hyung? -preguntó extrañado.

-Vengo por ti. Iremos a desayunar. -Jimin sintió sus mejillas arder cuándo YoonGi echó un vistazo; nada disimulado, por su cuerpo. -Iba a decirte anoche, pero que bueno que vine. -Sonrió malvado.

Jimin iba a decirle que estaba cansado por trabajar tan tarde esa misma madrugada, pero su estómago gruñó en protesta.

-De acuerdo me cambiaré.

Yoongi asintió con un movimiento de su cabeza y Jimin se dirigió a escoger algún atuendo decente.

Se sintió un poco incómodo al estar de espaldas al azabache. Juraría que Yoongi seguía cada movimiento de él con una mirada intensa, porque sintió su espalda arder.

-Necesito vestirme, hyung. -dijo sonrojado.

-pues hazlo. -dijo simplemente.

-¿Podrías voltearte?

-No.

-¡hyung!

-¡Jimin!

Jimin bufó molesto.

-El baño es demasiado pequeño para vestirme ahí. Necesito vestirme aquí, así que voltéate.

-¿Por qué debería hacerlo? Tenemos lo mismo, no es un gran misterior.

-¿Podrías solo voltearte por un minuto?

-Un minuto. -Yoongi le dio la espalda con una sonrisa ladina en sus labios. -Corre tiempo.

-Infantil. -Jimin susurró.

-Las cosas que quiero hacerte no son infantiles, ¿sabes? -Jimin respingó y sintió su piel arder.

-No digas esas cosas hyung.

-Es la verdad. -movió sus hombros restándole importancia.

Jimin se apresuró a ponerse el pantalón sintiendo sus dedos temblar por las últimas palabras de su mayor.

Apenas acababa de abrocharse el pantalón cuándo miró directamente a los ojos del pelinegro. El chico lo recorrió con la mirada y se detuvo más de lo debido en el abdomen del menor.

-¡Hyung! -Jimin se cubrió el abdomen.

-Te dije que tenías un minuto. -Sonrió ladino. -Anda apúrate o no querré salir a ningún lugar por quedarme encerrado aquí contigo. -Hizo un movimiento provocador con sus cejas. Y Jimin bufó fingiendo molestia.

Jimin se puso una playera de manga larga y su mejor chamarra, tratando de permanecer igual de calentito que en su cama.

-Vamos. -Jimin recogió su cartera y las llaves que descansaban sobre la mesita de noche.

-Espera -el azabache lo detuvo cuándo caminaba hacia la salida.

Jimin frunció las cejas en confunción, y el pelinegro rio bajo.

OSCURO |YoonMin|Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu