18: Despedida.

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Yoongi tomó un taxi y se dirigió en busca de Jimin. Namjoon estaba loco si creía que se quedaría sin hacer nada. Era su Jimin quién estaba en peligro. Él no podía entenderlo porque no se trataba de Jin. Él no sabía cómo la angustia lo estaba comiendo lentamente por dentro. Él no sabía nada. Pero tampoco se lo explicaría; actuaría.

El taxi lo dejó en el kilómetro dónde la vieja cabaña de sus padres estaba. Se adentró a buscar su arma de fuego y su navaja suiza. Metió la munición que creyó suficiente en las bolsas de su pantalón y condujo al lugar dónde su GPS había marcado unas horas antes.

Sus manos sudaban y sus nudillos se blanqueaban por la fuerza aplicada al volante del vehículo. Aceleró y el vehículo hizo un sonido lastimero por el repentino cambio de velocidad.

Se sentía tan ansioso de llegar, pero a la vez tan miserable porque no sabía que iba a hacer llegando el lugar. Era muy probable que el lugar ya estuviera rodeado, custodiado y vigilado por los diferentes cuerpos policiacos. Así que al llegar al lugar; aparcó su coche un poco lejos para no ser visto.

Salió del coche y se dirigió sigiloso al lugar dónde encontraría a Jimin; La mansión era grande, rodeada de una alta barda y una de las zonas menos habitadas de la ciudad. Yoongi frunció el ceño cuando vio a lo lejos la mansión rodeada de agentes policiacos. Sabía que no podría acercarse.

Rodeó la cuadra buscando el lugar dónde Namjoon estaría junto a la ambulancia. Tal vez podría permanecer con su amigo. Se detuvo cuándo un disparo se oyó a lo lejos, y sintió que la sangre abandonaba su cuerpo. Sus oídos zumbaban y juró escuchar su nombre a la distancia.

-¡Yoongi!, ¡Yoongi! -Se giró para encontrarse con el dueño de esa voz. -¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡te dije que no vinieras! -Yoongi se quedó estático en su lugar. Tenía un mal presentimiento. -El equipo especial ya entró y es muy probable que empiecen los tiroteos en cualquier momento. Ven. -Yoongi negó lentamente. Namjoon lo tomó del brazo. -Vamos Yoongi, no me hagas las cosas más difíciles. Jimin estará bien.

Namjoon jaló del brazo al rubio para llevarlo consigo a salvo. Y aunque creyó que se resistiría, el chico se fue con él sin imponerse. Llegaron al lugar dónde una ambulancia y un cuerpo médico esperan pacientes. Los presentes le dieron una mirada curiosa al rubio. Sabían que se trataba de una operación peligrosa y se supone, ningún civil podía estar presente.

Namjoon hizo que el rubio se sentara y trató de calmarlo. Estaba sufriendo un ataque de pánico. Habían sido ya más de ocho años que no sufría uno. Pero ahora no podía evitar sentirse tan inservible.

El chico al que amaba se encontraba allá dentro, junto al hombre que había destruido la infancia de ambos. El hombre al que odiaba más que a nadie; Él los había dejado huérfanos y él les había arrebatado la inocente infancia. Lo odiaba. Lo quería muerto.

Esperan alrededor de cuarenta minutos cuándo el radio de Namjoon comenzó a sonar. Yoongi se levantó rápidamente.

-Rojo uno. Tenemos cinco heridos; Preparen el equipo médico. Cambio. -Namjoon les dio indicaciones a los asistentes médicos y estos entraron al lugar. Yoongi sudaba frío.

-Aquí Rojo uno. Todo preparado, señor. ¿Puedo preguntar por el rehén, señor? Cambio -El moreno le dio una miradita por el rabillo del ojo al rubio. Sabía que querría saber lo que pasaba con Jimin.

-Afirmativo. Tenemos al rehén. Cambio y fuera. -Namjoon suspiró aliviado. Yoongi volvió a respirar y se permitió dejar salir una pequeña sonrisa. Su Jimin estaba a salvo de las garras de ese monstruo. Pero la sonrisa que tan tímidamente había dejado salir, se borró cuándo miró la camilla a lo lejos, con una persona de cabello tintado de un color llamativo. Se quedó paralizado rogando porque no fuera Jimin. Pero sus esperanzas se fueron cuándo logró distinguir la ropa que el peli naranja usaba cuándo lo fue a visitar a la celda. Después su rostro tranquilo lo sacó de dudas.

OSCURO |YoonMin|Where stories live. Discover now