3. Notas

8.3K 793 168
                                    

  Do I wanna know? If this feeling flows both ways?
Sad to see you go, was sort of hoping that you'd stay
Baby, we both know,  that the nights were mainly made for saying things that you can't say tomorrow day

Do I wanna know - Artic Monkeys

La luz golpeó de lleno la cara de la joven leona, que bostezó mostrando todos sus colmillos. Miró hacia arriba y pegó un salto, ¡Estaba amaneciendo!

Buscó con la mirada a su amigo lobo pero no encontró a nadie. ¿Quién había pasado la noche con ella? No le importó mucho mientras corría a toda velocidad por el bosque hacia su escondite. Se transformó y se vistió apurada, ¡Como había podido haberse quedado dormida en el bosque!

Mientras se reprendía mentalmente se colocó su capa, apenas se dio cuenta que de aquella se desprendía una nota.

Annie,

Me encantó compartir la noche contigo, esta noche también estaré aquí. Mi condición es un tanto... Extraña. Solo podré acompañarte dos o tres noches de vez en mes. Entiendo si prefieres estar sola, esta noche estaré junto al lago.

Tu amigo lobuno,

Lunatico

El corazón le dio un vuelco y varias veces se quedó leyendo y releyendo su nombre al comienzo de la nota. ¿Cómo sabía quien era? ¿Alguien más sabía su secreto?

Tras varios minutos de hiperventilar corrió al castillo. Justo para la hora del desayuno, pero en cambio corrió directo a su habitación, guardó la nota en su escritorio y se metió en la ducha por un largo rato.

En otra parte del castillo, su profesor de DCAO revisaba sus papiros, repasando cada palabra de la joven, sin poder creer que su alumna había sido aquella misma que anoche había estado con él, ¿Qué tal si lo descubría y le contaba al resto del alumnado su secreto?

Anastasia garabateó una nota apurada a su hermano Alec, con el que más compartía y le pidió si podía aparecerse en Hogsmade esa tarde, de carácter urgente. Se vistió y con un movimiento de varita se secó el cabello y lo peinó. Bajó a toda velocidad con esperanza de no perder el tren a Hogsmade.

Luego de tomar una cerveza de mantequilla en las tres escobas para relajarse y de encontrarse con varios amigos, divisó a un rubio alto entrando nervioso.

-¡Annie!  ̶ caminó rápido a su encuentro y la abrazó  ̶ ¿Estás bien? Sonabas preocupada...

-Si, si, yo estoy bien, ven... tomemos unas cervezas  ̶ respondió apurada.

El semblante de su hermano se relajó al ver que estaba fuera de peligro y saludó a un par de conocidos de Hogwarts que se hallaban allí, ya que hacía solo dos años él había egresado, aparte un Lowe resaltaba a donde quiera que fuera. Annie sonreía irritada mientras se paseaba del brazo de su hermano hasta su mesa, parecía que no comprendía que realmente le urgía.

-Debes dejar de mandar notas tan poco descriptivas Annie, me puso los pelos de puntas, creí que sucedía algo en serio  ̶ le dijo su hermano sentándose.

-Alec, te juro que lo es. Anoche... Anoche, yo...

-¿Qué? ¿Qué, Annie?  ̶ preguntó su hermano exasperado.

-Alguien me descubrió.

La mandíbula de Alec por poco no cayó al piso, su hermana prosiguió a contarle toda la historia en voz baja para que nadie los oyera y usando palabras en código. Conforme iba desarrollando el relato notó como su hermano pensaba ya no tan estupefacto como antes.

-Bueno Ann, hiciste un amigo, eso no es tan grave  ̶ sentenció finalmente, relajando los hombros que hasta ese momento estaban rígidos.

Anastasia Lowe suspiró tan frustrada que casi suelta un rugido.

- ¿No lo entiendes? ¡No sabemos quién es! ¡Sabe quién soy!

-Se supone que si anda divagando por el bosque prohibido tampoco el quiere ser descubierto. De todas formas, si nadie se entera o te dice algo, sabrás que tu secreto está a salvo... Ya sabes como es Hogwarts, sería cuestión de segundos en que todo el colegio lo sepa, y luego, el ministerio.

-Eso es casualmente lo que no debe pasar.

-Debes averiguar quién es, pero relájate. Juega con él, respóndele  ̶ pensó en voz alta su hermano.

Annie suspiró cansadamente, no quería jugar con la gente, menos que menos con alguien que la había pasado tan bien anoche.

-Oh, comprendo, a la leoncita le gustó su compañía  ̶  soltó su hermano analizando su semblante.

-Ya, cállate ̶ dio un trago a su cerveza de mantequilla  ̶  de esto ni una palabra a mamá ni a papá, ¿Entendido?

Su hermano rió.

-No gracias, con el temperamento de ambos prefiero no ser el portador de malas noticias. Aparte mi instinto me dice que no corremos peligro.

-No sé como te fias de él, con lo torpe que eres ̶ bromeó Annie y comenzaron a hablar de otras cuestiones.

Al volver al castillo se sintió mucho mas relajada, hasta alegre. Esta noche volvería a ver su extraño amigo. Ya en su habitación, sin ganas de cenar y dudosa, escribió:

Lunatico,

No sé quien eres, pero sé que tu sabes quien soy. Como imaginarás, me gustaría que continúe siendo un secreto como hasta ahora, y yo también lo pasé muy bien anoche.

Annie

Al finalizar la nota la guardó en el bolsillo de su pollera. Estaba anocheciendo ya, decidió bajar a patrullar para mantener la fachada, luego de asegurarse que varios alumnos y profesores la viesen pasar por los pasillos, y luego salió.

Dejó toda su ropa donde siempre y la nota en el suelo, luego de transformarse la tomó cuidadosamente con sus dientes y corrió hacia el lago.

En el trayecto una sensación rara surgió de su estómago, quería ver a su amigo peludo otra vez, pero ¿qué tal si todo ello era una trampa?

Varias veces frenó, dudosa de seguir. Pero no, nunca había sido una cobarde y no lo sería ahora. Llegó al lago y lo vio sentado sobre sus patas traseras, contemplando la luna que brillaba apenas asomándose por el oscuro cielo.

Corrió a su lado y le dio un cabezazo amistoso como él que ayer él le había dado, él le respondió con otro.

La leona abrió su boca para soltar la nota, él la tomó con una destreza casi humana que impresionó a Annastasia. Aquel no era un lobo cualquiera. Lo observó quieta mientras leía y al finalizar la nota, su nuevo amigo asintió mirándola a los ojos.

Pasaron una noche similar a la anterior, y la siguiente fue igual. Remus sentía tan bien como hace veinte años atrás, es como si el tiempo no hubiese transcurrido por aquellas noches, como si estuviese con Canuto, Cornamenta y Colagusano. El domingo llegó a su fin y luego de asegurar de perder a Annie, recibió la luz matutina por primera vez en años con pesar, hacía mucho tiempo no disfrutaba tanto su transformación.

Out Of The Woods - Remus LupinWhere stories live. Discover now