Out Of The Woods - Remus Lupin

10. Reencuentro

The stars, the moon, they have all been blown out
You left me in the dark
No dawn, no day, I'm always in this twilight
In the shadow of your heart

Cosmic love - Florence + The machine

           

El resto del mes pasó volando, tanto que se sorprendió una noche ver a su amigo lobo rodeando el lago. Como había prometido, sería una vez al mes. Al verlo ella paró sus orejas, en señal de alegría, corrió hacia él.

Quería preguntarle como había estado, que es lo que había hecho y porque no había aparecido antes. Corrieron por el bosque y su amigo peludo le enseñó como escalar árboles. Él era más ágil pero las garras de Annie se prendían mejor a la madera. Observaron la luna desde la copa de un árbol, el invierno estaba comenzando a llegar, pero aquel lobo irradiaba más calor que cualquier animal normal, su cercanía la mantenía a raya del frio.

La noche siguiente, ahuyentaron unas arañas semi gigantes que intentaban acercarse al castillo y pelearon entre ellos a modo de práctica. Annie amaba tener un compañero otra vez.

Pero todos los amaneceres se levantaba sola y al momento de regresar al castillo, su amigo ya se había marchado.

Las clases esa semana habían sido un fastidio, Lupin según les había dicho Snape había enfermado y se había marchado por unos días, eso la preocupó mucho. No era nadie para exigirle explicaciones, pero realmente le hubiese gustado que al menos le hubiese dejado una nota. La nieve apareció ese año junto a su profesor preferido, más radiante que nunca. Lo vio aquella mañana en el desayuno y no pudo evitar sonreír, él que la miraba disimuladamente la imitó. Devoró sus tostadas con mermelada de melocotón, su preferida y corrió prácticamente hacía DCAO, era viernes, su día preferido.

La clase fue un deleite para Annie, notó un leve deterioro de su querido profesor, pero estaba demasiado embobada observándolo todo. Intentando absorber cada centímetro de él, cada gesto, cada palabra, cada movimiento, cada respiración. Era la primera vez que se sentía así por alguien, y aquello la asustaba un poco, pero era de esperarse. La pequeña fierecilla era apasionada para todo, como buena leona. Pero de todas maneras intentaba mantenerse a raya, no quería dar rienda suelta a lo que sentía porque sería un desastre.

Remus sentía la mirada hipnotizante de su alumna clavada en él, y por más que el instinto lo tiraba a querer que sus miradas se crucen, se contuvo. Les dio un trabajo para hacer sobre encantamientos de protección y se sentó a esperar. Se dedicó a observarla todo el resto de la hora, le encantaba como mordía su labio cuando no entendía algo o fruncir el ceño. Su piel blanca iba acorde con sus cabellos dorados y sus ojos verde avellanas. Le daba la sensación que ver a Annie directo era como ver el sol, su belleza resultaba tan cegadora que por algunos segundos se quedaba intentando enfocar la vista en ella.

No podía entender como una joya así, joven, bonita e inteligente se había fijado en alguien como él. Su sol personal, eso era Anastasia para él. Sin quererlo se había convertido en el centro de su vida por aquel momento, tal como los planetas giran alrededor de la estrella. Últimamente todo giraba en torno a Annie, y por alguna extraña razón no le disgustaba sino que no podía evitar caer.

Al terminar la clase los despidió a todos, deseando que ella se quedara. Intuía que se venía un desplante por su parte, había desaparecido sin avisarle. Lo cierto es que no habían dejado de verse, se habían visto todas las noches en su ausencia, pero ella aún no lo sabía. Ella se acercó a su escritorio y Lupin se sintió como un adolescente, nervioso.

-Profesor, me gustaría charlar acerca de mi nota sobre el trabajo...

Esperó el sonido de la puerta para que se cerrase y se tiró en su regazo a besarlo.