Out Of The Woods - Remus Lupin

7. Invitaciones

Sin decir una palabra
casi sin decirnos nada
sin mirarnos a los ojos.
Yo me pregunto porqué:
me tuvo que pasar a mí

A los ojos - Los Rodriguez

           

La siguiente semana fue para todo Gryffindor bastante pesada. Aquel fin de semana sería el partido contra Hufflepuff, Oliver estaba que crispaba de nervios, casi tanto que Annie no podía estar mas de cinco minutos junto a él sin evitar exasperarse.

-No puedes ponerle semejante presión, es solo un niño Oliver ̶ no podía creer como lo presionaba a Harry.

-Annie, por favor, no sabes de Quidditch, no opines.

-Mas vale que a ese pobre niño no le suceda nada con tanto dementor dando vuelta, porque te juro Oliver Wood que...

Entraron a DCAO y a Annie se le secó la boca. El lunes había faltado, no se atrevía a mirarlo a la cara. Durante toda la semana había evitado salir de su habitación lo menos posible, ni siquiera para convertirse. Aprovechó para adelantar tareas, Percy había cubierto con las patrullas. No lo había visto durante la semana y no sabía como reaccionaría al verlo, a fin de cuentas, solo habían sido un par de besos.

Pero en el fondo ella sabía que se trataba de mucho más que un beso.

Apareció flameante de la puerta de su despacho y bajó lentamente las escaleras. Saludó generalmente a todos y comenzó con su clase, la mente de Annie se quedó en blanco, embobada viendo sus ojos, sus labios, su cuello.

Y como se lo había besado. Parecía hipnotizada por aquel hombre, que la ignoraba estoicamente durante la clase. Quería que la mirara, que se fijara en ella. Disimuladamente se abrió un par de botones de su camisa y se cruzó de piernas, intentando parecer un poco más apetitosa.

Que ridícula eres, la reprendió su consciencia, déjalo dar su clase en paz.

Oliver la observaba de reojo atónito y creyó estar alucinando. Annie siempre era extremadamente grácil y sensual, pero en aquel momento estaba algo... Distinta.

- ¿Qué haces? ̶ preguntó celoso su amigo al ver su camisa abierta.

-Tengo calor, ¿Tú no?

La clase transcurrió normal, aunque Anastasia no lo notara, Remus John Lupin se sentía a punto de estallar. Toda la semana lo había ignorado, él había comprendido el mensaje, a fin de cuentas era de esperarse. No tenía nada para ofrecerle, era viejo, un simple profesor, pobre y encima, un monstruo. Pensó que Annie había considerado bien sus opciones, y le pareció correcta su decisión. Pero llegar allí y provocarlo, aquello era insólito.

Deseaba saltar, recorrer la distancia que los separaba, tomarla en sus brazos y llevarla arriba. Como la última vez...

-Bueno, eso fue todo por hoy chicos, suerte en el partido mañana.

Todos comenzaron a recoger sus cosas, incluso Annie que se hallaba en el primer banco. Él se acercó disimuladamente, aunque ella lo vio venir.

-Señorita Lowe, me gustaría discutir algo con usted, es sobre su último trabajo...

Ella alzó la vista y enarcó una ceja seductoramente. Remus no se inmutó.

-Claro profesor ̶ se volteó a ver Oliver ̶ luego te alcanzo, Ol.

Esperaron hasta quedarse solos, simplemente mirándose, enfrentados, hasta que se oyó el cerrar de la puerta.

-No vino el lunes a clases, señorita Lowe.