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Alanis permaneció fuera de la habitación cuando Trevor ingresó asustado para calmar a BaekHyun que gritaba

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Alanis permaneció fuera de la habitación cuando Trevor ingresó asustado para calmar a BaekHyun que gritaba.

Todavía no entendía lo que estaba ocurriendo frente a ella, se negaba a pensar que el muchacho que había conocido en Ámsterdam ahora estaba postrado en una silla.

Lamento mucho lo que ha pasado – In Hae se acercó nerviosa luego de cerrar la puerta- no ha tomado sus medicamentos, es por eso que está así.

In Hae yo...

¡Mamá!-gritó el muchacho desde adentro.

Perdona por favor –le dijo la anciana mujer volviendo a la habitación.

Alanis la vio entrar y luego de que cerró la puerta prácticamente en su cara se quedó sumida entre los recuerdos, el dolor y el silencio. Los ojos se le aguaron por segunda vez y caminó de regreso al pasillo todavía estupefacta.

Se sentó en el sofá esperando que saliese In Hae pero en lugar de ello, Trevor apareció apresurado y con una sonrisa nerviosa en los labios.

Te voy a llevar a casa –le dijo este.

Gracias –Alanis se levantó acomodando su ropa.

Pasó a seguirlo mientras respiraba hondo, quiso preguntarle al chofer por el muchacho pero prefería quedarse callada mientras lo veía ir por el lujoso auto a la cochera de la casa que ocupaba casi media calle.

¿Viene mañana?-preguntó.

Alanis consideraba que era grosero quedarse callada pero que contestarle también con lo primero que se le viniera a la mente sería igual, por lo que solo caminó hasta este nerviosa.

No lo sé –susurró-debo todavía conversar con mi jefe.

Señorita –Trevor la miró- usted sería de gran ayuda si viene, la señora In Hae está muy cansada y su salud ha empeorado en los últimos meses. BaekHyun está cada vez más incontrolable y yo tampoco sé cómo calmarlo.

Alanis asintió sin decir mucho para luego entrar al coche, no hizo más que cerrar los ojos luego de brindarle su dirección al amable hombre que ahora conducía. Estaba confundida, sorprendida y tenía unas ganas enormes de llorar, se tapó la cara varias veces mientras se contenía para no hacerlo.

Las calles poco a poco le fueron familiares y a medida que el coche se acercaba a su calle las ganas de llorar se incrementaban, cuando el auto se detuvo bajó de este y agradeció al chofer que le sonreía desde su asiento.

Señorita –la miró- por favor piénselo.

Alanis asintió para luego caminar hacia su piso, cruzó las escaleras y cuando abrió la puerta sus ojos por si solos soltaron las lágrimas con descontrol, lloró tan fuerte que tuvo que taparse la boca para que nadie más la oyera.

Era una pesadilla, estaba segura de que eso era porque no podía creer que estuviese viviendo aquello, esa misma mañana había soñado son su sonrisa encantadora y no podía aceptar lo que había visto.

Dream • Byun BaekHyun •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora