Capítulo 12| Romeo y Julieta

2.3K 164 25
                                    

A I L E E N⚡️⚡️⚡️

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

A I L E E N
⚡️⚡️⚡️

—Damián debes ir a tu cabaña, colgaron una foto gigante en la que apareces dándote un baño y todo el campamento está yendo a verla —informa un chico a Damián, el descendiente del amor no dijo nada sorprendido.

—Gracias por avisar —respondo por Damián al ver cómo su rostro se comenzó a pintar de un color rojizo oscuro asemejándose mucho al tono de un ladrillo viejo.

—Mataré a Penny, esta debe ser su famosa venganza —gruñó el castaño golpeando con su puño cerrado en la mesa. Me sobresalté por su actitud, Ylenia y Adonis también saltaron viendo al descendiente de Afrodita ponerse en pie y caminar a grandes zancadas fuera de la cafetería. Los tres que nos quedamos en la mesa nos miramos antes de salir corriendo detrás del castaño, ahora estaba trotando hasta su cabaña donde un público considerable de adolescentes estaba viendo y riendo de la fotografía gigante de Damián. Entre las personas que se estaban riendo pude ver a Alysa junto a Apolión apretando sus estómagos para contener la risa, pero no les iba muy bien y Agatha parecía que en cualquier momento se desmayaría o comenzaría a gritar histérica.

—¿Te gustó? —interroga Penny con arrogancia caminando con los brazos tras su espalda, como si lo que acabara de hacer fuera robarle un dulce y no tal humillación pública. Damián que echaba humo por las orejas. Me acerqué a este tomando su antebrazo, no se movió, tampoco me miró, pero los músculos de su espalda se aflojaron y parecía estar un poco más calmado. Al menos ya no quería matarla.

—Me vengaré —le advierte a su hermana que negaba con la cabeza riendo, no entendía qué estaba pasando, pero si Penny seguía con ese juego pronto Damián no se podría controlar y la iba a matar. Que sea una princesa no quiere decir que no me haya peleado con mis hermanos cuando mis padres no nos ven, en más de una ocasión he mordido a mi hermano Ares y le arranqué algún que otro cabello dorado a Apolo. En mi defensa ellos dos son unos pesados.

—No será posible eso, hermanito. ¿No escucharse la nueva regla? —interroga la castaña apoyando una mano en su pecho en un fingido gesto de aflicción.

—¡Todos los hijos de Afrodita entren en la cabaña ahora! —gritó el director. Quise disimularlo, pero me resultaba gracioso verlo tan enfadado, era como si en cualquier momento estallara de rabia y todos en el campamento saliéramos volando por los aires. Como lo ordenó el director los hijos de Afrodita ingresaron a la cabaña, los demás campistas se dispersaron al ver que la diversión ya pasó. Con mis primos también entramos en la cabaña con la excusa de que somos los hijos de los tres grandes y debemos estar enterados de todo.

—Expliquen, ¿qué es eso que está allí fuera? —el hombre caminaba de un lado a otro en la sala, su imponente altura de dos metros resultaba intimidante y aún más cuando las venas de su cuello se marcaban en color negro por su ira contenida. Sus ojos negros como el carbón no se despegaban de los hermanos, que muy valientes le mantenían la mirada.

La hija de Zeus y Hera [1.2]On viuen les histories. Descobreix ara