Capítulo 33| ¡Voy a superarte!

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A I L E E N⚡️⚡️⚡️

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A I L E E N
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Los días pasaron con lentitud, no le veía el sentido a salir de mi cama y por consiguiente no estuve supervisando nada ni atendiendo mis tareas en el taller. Sé que es mi obligación como princesa y como hija de Zeus y Hera, pero no tenía la fuerza de voluntad de salir y enfrentar las miradas de todos. Para empeorar mi situación en mi cabeza, las palabras de mi madre me siguen en cada decisión que tomó, recalcando las malas decisiones que estaba tomando al dejar todo de lado. Era consciente de que no me cruzaría con Damián en el olimpo, el pidió que cambiaran su puesto con Penélope y regresó al campamento. De este cambio se encargó Ylenia, no es su deber sino que el mío, pero no podía ver al descendiente de Afrodita y solo me encargue de firmar el cambio.

Me giré en la cama viendo las cortinas que no permitían que los rayos del sol entraran en mi habitación, las nubes estaban en calma en mi techo y el clima afuera era agradable. Un precioso día, era una lástima que no tuviera las suficientes ganas para salir de la cama y disfrutar de este maravilloso clima. Ni siquiera me inmute cuando la puerta de mi habitación se abrió a mis espaldas, solo continúe observando la ventana.

—Aileen tienes que levantarte hace mucho que no desayunamos juntas —la voz de Ylenia quiebra el silencio de mi estancia y camina hacia la ventana corriendo las cortinas dejando entrar la luz. Cerré los ojos ante el cambio repentino —Prima tienes que salir, esto no te hace bien —comenta ella acercándose a mi cama, con su mano fría acaricia mi mejilla con dulzura.

Lo siguiente que hizo fue abrazarme, había comenzado a llorar de nuevo y con los brazos temblando me aferre a mi prima. Este dolor no paraba, por más que me esforzara en salir adelante, la sensación de estar lastimada seguía en mi pecho. Y lo odiaba, odiaba no poder dejar de sentir esto.

—¿Prima que tengo que hacer para dejar de sentirme así? —pregunto secando el rastro de lágrimas, Ylenia ya había pasado por un corazón roto y parece que ahora es feliz.

—Cuando supe lo de Austin estaba muy triste y solía nadar con las sirenas, pasar tiempo con Adonis, me hacía reír mucho cuando lo único que quería era llorar. Creo que eso es lo que necesitas, que te hagan reír para olvidarte que tienes el corazoncito roto, al menos por un rato, Aileen tienes que darle tiempo para irte curando y cuando menos lo esperes ya no dolerá —susurro ella acariciando mi cabello —¿Qué tal si sales con Emma y Adam? Estuvieron llamando toda la semana para saber si querías salir con ellos. Creo que será una buena idea —añade levantándose de la cama.

—No lo sé, ¿segura que me hará bien?

—Cien por ciento segura, ahora sal de la cama, alístate, ponte bonita y nos vamos —comentó abriendo la puerta —Le diré Adonis y Apolión para irnos todos juntos —añade saliendo de mi habitación. Gire sobre mi cuerpo quedando boca arriba, no tenía tantas ganas de salir, pero no estaba dispuesta a seguir lamentándome en mi propia miseria, por lo que con una fuerza de voluntad profunda me senté en la cama.

La hija de Zeus y Hera [1.2]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora