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El reloj marcó las 3:00 A.M, cuando Christopher se encontraba observando la taza de café que yacía entre sus manos. Secó sus lágrimas y posteriormente dio un sorbo. El insomnio, lo estaba invadiendo junto con el recuerdo de su esposa. A pesar de eso, caminó hacia su habitación y posteriormente tomó asiento en el lado que solía dormir Elizabeth. Dejó la taza en la respectiva mesa de noche y se acostó.

Por otra parte, los padres de Elizabeth también se encontraban despiertos, ambos yacían en un cuarto que Christopher se había encargado de preparar para ellos. Eli, quien era una señora de aproximadamente 48 años de edad, observaba el blanco techo de la habitación mientras sentía cómo el dolor la carcomía con cada respiro. Es así como la fría noche transcurrió y la mañana finalmente llegó, una mañana donde la familia debería decir finalmente adiós al observar cómo el cuerpo de Elizabeth sería hundido bajo tierra.

Fue así como, con dolor, la familia salió de casa y se dirigió a la funeraria aproximadamente a las 8:00 A.M. Donde, varios compañeros de Christopher se encontraban listos para ayudar con el ataúd. Sin embargo, no fue hasta una hora más tarde que los compañeros de Christopher procedieron a realizar esto, pues Eli, había entrado en crisis. Los compañeros de Christopher y el mismo, tomaron el ataúd y con dolor, lo llevaron hacia una camioneta que se encontraba fuera del lugar. Adentraron el ataúd a la misma y posteriormente se encaminaron hacia sus respectivos autos.

— ¿Quieres dejarme manejar? —preguntó el padre de Elizabeth a Christopher.

—De hecho, me gustaría ser yo quien maneje —el padre de Elizabeth asintió.

Sin más, la familia subió al auto y posteriormente se encaminaron hacia el cementerio. Luego de conducir por aproximadamente 20 minutos, la familia y amigos se encontraban en el lugar, listos para despedir a la joven. Encargados del cementerio ayudaron con el ataúd y posteriormente lo dirigieron cerca del hoyo. Luego, comenzaron a cavar en la tierra mientras los allegados se colocaban al redor. En ese momento se escucharon algunos sollozos de dolor de Eli y para cuando los encargados del cementerio terminaron de cavar, la misma se lanzó al suelo a llorar. Por otra parte, su esposo rápidamente la tomó entre sus brazos y luego de haberla consolado por aproximadamente 10 minutos, la misma se encontraba de pie y los trabajadores del cementerio, procediendo con su trabajo. Tomaron el ataúd y con ayuda de algunas cuerdas, los bajaron hacia el hoyo, donde, posteriormente varias flores fueron lanzadas. La familia procedió a dar el último adiós y posteriormente, el hoyo estaba siendo cerrado.

Para cuando ya no podía observarse el ataúd y los jóvenes habían acabado con su trabajo. La familia colocó flores alrededor del lugar donde descansaría Elizabeth y posteriormente se encaminaron hacia el auto. Algunos de los allegados aprovecharon para despedirse de Christopher y los señores, también para dar sus condolencias. Sin embargo, al salir del cementerio, un dúo de detectives se acercaron hacia la familia.

—Señor Caswell, buenos días. Si no le molesta nos gustaría hacerles unas preguntas —informó uno de los detectives.

—No, por supuesto que no, los acompaño —respondió Christopher.

Ambos detectives caminaron hacia su auto, mientras que Christopher observaba confundido a sus suegros. El padre de Elizabeth lo observó y posteriormente le indicó que debían partir. Por lo que los tres subieron al auto y se dirigieron hacia la estación.

Al llegar, Christopher estacionó el auto y al bajar, caminó junto a los detectives dentro de la estación, donde, fue llevado a un cuarto de interrogatorio para proceder con las preguntas. Los detectives le indicaron que tomara asiento y posteriormente uno de ellos también lo hizo.

—Dígame señor Caswell, ¿Qué ocurrió la noche del 10 de marzo? —interrogó el detective que se encontraba sentado.

—Mi esposa y yo salimos a cenar y para cuando estábamos de regreso, nos detuvimos un segundo debido a que me sentía realmente mal. Luego, mi esposa observó a un extraño hombre detrás de nosotros y para cuando comenzamos a caminar, corrió y se colocó frente a ella con un arma. Quería nuestras pertenencias —sollozó—. Yo quise defender a Elizabeth y no pude. El arma se disparó y la bala llegó directo a ella.

— ¿Entonces usted luchó con el hombre que intentaba robarles? ¿Por qué no simplemente le entregó a ese hombre lo que quería? —preguntó firme.

—Yo simplemente quería proteger a Elizabeth.

—Por lógica, usted pudo entregarle a ese hombre lo que quería. Quizá así hubiera protegido verdaderamente a su esposa y posteriormente hubiera realizado una denuncia. ¿Por qué usted y su esposa se encontraban caminando por una calle tan sola?

—Era un atajo hacia nuestro hogar, pensé que podíamos llegar más rápido.

— ¿Por qué se dirigieron a ese restaurante caminando y no en auto? —Interrogó el detective que se encontraba de pie.

—Porque yo sugerí la idea. Deseaba que hiciéramos algo diferente.

— ¿Conoce usted al hombre que asesinó a su esposa? ¿Tiene alguna relación con él?

— ¿Ustedes piensan que yo tengo algo que ver con esto? —interrogó Christopher a la defensiva.

—Has ahora no sabemos si lo que usted dice es lo que en realidad sucedió. Por ende, usted es nuestro principal sospechoso y necesitamos que coopere.

—No tengo idea de quién es ese hombre. Jamás lo había visto.

— ¿Algún otro detalle que nos pueda ayudar con la investigación? ¿El arma, tal vez?

—Cuando el hombre se dio cuenta que mi esposa estaba herida, lanzó el arma y salió corriendo.

— ¿Entonces usted piensa que el arma se encuentra cerca de la escena del crimen?

—Así es.

—Muy bien señor Caswell, eso es todo por ahora. Estaremos en contacto con usted luego de volver a la escena del crimen en busca del arma. Que tenga feliz tarde.

El detective que se encontraba de pie abrió la puerta y acompañó a Christopher hacia donde se encontraba el resto de los familiares. Entonces los tres terminaron de salir de la estación y se dirigieron de vuelta al auto, Christopher temblaba y sudaba sin cesar. Su suegro lo observó y posteriormente preguntó:

— ¿Qué te sucede, Christopher?

—Soy un sospechoso, ¡Ellos creen que maté a Elizabeth! —exclamó totalmente exaltado. 

Una noche más. |Terminada|حيث تعيش القصص. اكتشف الآن