Pétalo de Gardenia

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Sigo sin entender cómo mierda lo ha conseguido—pensó Draco postrado bajo la sombra de un árbol frente al lago.

¿Cómo lo logró? Siempre ha sido un troll en pociones, no es justo que a él le haya salido mejor que a todos—continuó replicando en su cabeza, tratando de hallar lógica al asunto, pero para él solo había una razón coherente: a Potter le corría Felix Felicis en vez de sangre.

¿Es qué siempre tenía que salirle las cosas bien?

Chasqueó la lengua y agarró una piedra que comenzó a elevar en el aire con su varita, subiéndola y bajándola mientras sus indagaciones continuaban compitiendo por ser la más obvia.

Yo quería la poción, la necesitaba más que él... ¡No es justo! —con un breve exceso de magia, la piedra explotó en partes pequeñas que se esparcieron por la hierba.

Lo peor ni siquiera había sido que el día de la competencia el mundo giró a favor del elegido, sino que a partir de entonces todo le resultaba ridículamente bien en pociones; cualquier filtro o poción que hacía era condenadamente ''perfecta'' en opinión de Slughorn. Y por más que se lo planteara, se negaba a creer que eso era producto del Felix Felicis, pues ni siquiera Potter era tan idiota como para malgastarlo en cosas tan absurdas. No, debía haber algo más, y le desesperaba no saber qué era.

Levitó otra piedra y jugó con ella, por breves instantes su mente estuvo relativamente calma hasta que la amargura de días anteriores lo azotó con brío; llevaba toda la semana detestando a Potter, principalmente por haberle arrebatado su única oportunidad de salir bien librado ese año, ya sea por su enfermedad o por la encomienda del Lord, pues deshacerse de cualquiera de esas dos cosas lo habría zafado de un destino insufrible. Y aunque despreciar su suerte no era algo nuevo, también estaba el hecho de que consecuentemente lo hacía por un sinfín de razones, siendo una en especial la promotora y causante de sus ataques de tos que lo dejaban al borde de la asfixia en ocasiones, inclusive el vómito de las plantas se había vuelto un tanto doloroso a diferencia de las veces anteriores que pasaban como magia ligera recorriendo su esófago, por eso incluso le extrañaba no haber vuelto a ver sangre en los pétalos o capullos ¿tendría que ver con lo que pensó o sintió en ese momento?

¿Quién entendía esta estúpida enfermedad?

El libro que Snape le dio no le servía de mucho, por no decir para nada. Solo relataba una historia que hacía alusión al Hanahaki, pero no lo explicaba nada en concreto, había un rey que se enamoró de un imposible, en un lugar donde las flores crecían en los corazones por el abismal frio que lo rodeaba, y cuando enfermó condenó a otros a su condición... Sinceramente era absurdo ¿Es que no pudo haber nada mejor? Parecía uno de los relatos que irían bien con los cuentos de Beedle el bardo.

La historia tenía un autor anónimo, así que eso no lo ayudaba para encontrar a la única persona a la que podría acudir para saber más del Hanahaki desease. Básicamente estaba estancado y sin salida.

Lo único que le sería útil en ese momento es el Hanakotoba, y solo para darse una idea de qué emociones evitar a toda costa, a fin de cuentas, resultó que mantenerse al margen sus pensamientos sí espabilaba las ganas de toser o vomitar de su cuerpo, aunque como efecto colateral estese la intriga en sus compañeros y las miradas entrometidas de los de las otras casas. Entendía que su semblante quizá habría cambiado, pero ¿A ellos qué les importaba?

Sin embargo, en esos días tuvo cosas muy importantes en la cabeza como para darse el tiempo de ir por el libro. Debía dar ya pie a su primer movimiento en contra del director de Hogwarts, y ya había resuelto las partes importantes del plan, el cual daría inicio a partir de su salida a Hogsmeade, además ya había decidido empezar con el armario evanescente y necesitaba hablar con Crabbe y Goyle para que lo ayudasen en ese aspecto, tal vez los requisitos les hicieran titubear un poco, pero nunca había tenido mejor as bajo la manga para que hiciesen cualquier cosa que les pida.

Hanahaki Where stories live. Discover now