Potter

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- ¿Convertir una silla en una cama? ¡Díganme! ¡¿Cómo se logra eso?!

-Es fácil, Ron, solo tienes...

- ¡Ya lo sé, Hermione! ¡era una pregunta retórica!

Harry se divertía con la discusión de sus amigos aun a pesar de estar mentalmente agotado; la profesora McGonagall les había dado la oportunidad de redactar nuevamente el ensayo que no realizaron, pero esta vez con veinte centímetros de pergamino adicionales. Ya se iba haciendo la idea de que no dormiría esa noche.

Caminaban por los pasillos y veían a los estudiantes circular normalmente, unos se hallaban en grupos variados con miembros de distintas casas, y otros se juntaban sólo entre Ravenclaws, Hufflepuffs, Gryffindors o Slytherins, aunque aquello era común para las serpientes, pues nunca se juntaba con nadie más que no fueran ellos mismos, y si lo hacían era solo para gastar bromas pesadas o para sacar algún beneficio.
Todos conocían que las peores personas terminan en esa casa.

"No hay una sola bruja o mago perverso que no estuviera en Slytherin."

Ambiciosos, tramposos y egoístas, siempre sintiéndose mejor que el resto. Aún no comprendía por qué el sombrero quiso enviarlo allí la primera vez, estaría defectuoso después de haber pasado por tantas cabezas.

El trio dorado ya cruzaba por una zona amplia en dirección al lago cuando a Harry le pareció ver extraños papeles negros esparcidos alrededor de un árbol, tuvo el impulso de dejarlo pasar como cualquier cosa, pero cuando los vio desaperecer detuvo su caminata para distinguir mejor los objetos. Con la vista fija en la zona, una rosa cayó de repente surgiendo de la nada, por lo que, curioso, se acercó al lugar dejando que sus amigos se adelantasen.

Se posicionó bajo el árbol y miró la rosa, era bastante peculiar, brillante y parecía recién cortada. Sus ojos viajaron hacia la superficie de la que había descendido y para su sorpresa se encontró con una figura bien conocida que en esos momentos exteriorizaba un aspecto lánguido, era como ver a alguien que perdió un partido importante, con la diferencia de que Malfoy no terminaría en ese estado por algo así, él siempre optaba por comportarse altanero.

- ¿Malfoy?-escapó la duda de sus labios.

El mencionado le otorgó una expresión indefinida, lucía como alguien recién sacado de un trance. Estaba sobre una de las ramas del árbol, una rara costumbre suya, pensó. La luz del sol casi no se filtraba en su silueta de no ser por tenues ranuras brillantes y amarillas que sacaban destellos del cabello platinado, el resto estaba totalmente cobijado por la sombra.

Y escuchó esa irritante risa.

- ¿Qué te pasa?-cuestionó osco, incluso más de lo usual, pues no había olvidado lo que el Slytherin le hizo en el tren. El rencor moviéndose como una fiera por sus entrañas.

Malfoy terminó de reírse y vio un punto lejano, evitando posar sus ojos en él.

-Acabo de vomitar esa flor ¿sabes?

Por acto reflejo, Harry soltó la rosa.

Draco desvió la mirada a la planta y después de un tiempo, entrecerró los ojos.

- ¿Qué? ¿No te gusta estar tosiendo flores? Ahora sabes lo que sintió Ron con el traga-caracoles-acusó el pelinegro con el entrecejo fruncido.

Malfoy hizo un gesto que quiso parecer una sonrisa divertida pero que nunca llego a sus ojos-Lo recuerdas-dijo y enseguida levantó una ceja-Fue Weasley quien se hizo eso a sí mismo con su ineptitud, y entre caracoles y flores se sabe cuál es mejor, hasta en eso tengo más clase que la comadreja-concluyó con una sonrisa de superioridad bailando en sus labios.

Hanahaki Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin