NAKED | JEON JEONG GUK

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Había estado durante casi media hora de pie en la acera, sin cruzar la calle o mover un músculo más que para llevarme el cigarrillo a la boca. Estaba lloviznando, hace un buen tiempo, pero a penas sentía las gotas caerme en la camisa azul marino que llevaba puesta, aunque el frío sí empezaba a calarme los huesos.

Bajé mi mirada hacia mis zapatos y los sacudí un poco, pensando en la hora que debía de ser; eran pasadas las diez de la noche, eso estaba seguro, pero no me sorprendía ni un poco que mi castaño amigo -citándome a las nueve- no hubiera llegado. Ya era una costumbre.

Por eso, cuando escuché el motor del conocido Audi aparcarse al otro lado de la calle, no me digné a mirar hacia arriba de inmediato. Tiré el cigarrillo al suelo y lo apagué con mi puntapié mientras me relamía los labios.

Sin embargo, fue cuando la puerta del piloto resonó siendo cerrada que lo busqué con la mirada. No hice ningún movimiento para llamar su atención y no pude evitar sonreír levemente mientras lo veía dar vueltas sobre sí mismo tratando de localizarme.

La única luz que alumbraba en la carretera era el farol de entrada en uno de los edificios y el cartel rojo neón del club en el cual estábamos ambos con la intención de ir.

Era mi primera vez, sin embargo, mi amigo ya había estado allí lo suficiente para perder la cuenta de las veces.

Llevé mis dedos a mi boca y silbé cuando empecé a aburrirme, el castaño se mantuvo estático aún intentando buscarme y resoplé empezando a cruzar la calle.

- ¿Qué hacías en ese lado? -vociferó llevándose la mano a la nuca para rascársela y yo me revolví el cabello encogiéndome de hombros.

Cuando lo alcancé, él me dio una amplia sonrisa achinando los ojos al punto en que sabía que los cerró. Me palmeó el hombro dos veces y se acercó a mi rostro.

- Feliz cumpleaños, Jeon -musitó llevando esta vez sus manos a mis mejillas para apretarlas. Me aparté gentilmente y le devolví una pequeña sonrisa, él lo captó de inmediato.

- ¿Entramos o no, Taehyung?

Se incorporó de inmediato, cambiando rápidamente su gesto por uno pícaro. Sabía que él estaba tan ansioso como yo; podría ser mi cumpleaños pero el castaño sabría muy bien cómo sacarle provecho para sí mismo.

Elevó la mirada hacia el cartel y lo imité. Mi pecho se encogió un poco, a diferencia de las otras veces en la que lo había leído, y me mordí el labio. Club Eungyo.

Escuché a Taehyung suspirar y miré hacia la puerta trasera del local, en la cual, él me había dicho, ocurrían cosas diferentes a la verdadera entrada. Lo miré esperando a que diera el primer paso y como respuesta, conseguí un guiño de su parte.

Me desabroché el primer botón de mi camisa mientras lo seguía y en cuanto él tomó el mando de la puerta, me sentí ansioso ante el olor a humo de cigarrillo y alcohol. Pero, además de eso, de sexo.

Justo lo que quería. Sólo eso y nada más.

Al menos, hasta que la conocí.

Advertencias:
Contenido adulto. Lenguaje vulgar y descripciones explícitas.