12. La Cafeteria

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A la mañana siguiente me levanté temprano para preparar el desayuno, iba a prepararle huevos, unas tostadas con mermelada y jugo pero obviamente para dos por que a mi igual se me antojaba algo. Se acercaba el 14 de febrero y teníamos que preparar algo, más bien organizarnos por si queremos salir y hacer algo juntos.

Salí al jardín y arranqué algunas flores para ponerlas en la bandeja como presentación además de la comida.

—Pero que tenemos aquí... —decía una voz que salía desde la despensa.

—Aaron!, pero que susto me ha dado...

—¿Entonces ya es oficial?

—¿Que cosa es oficial?—pregunté haciendo algunos gestos.

—El regreso de Marco y tú... dah

—Mmmm s-si —dije tartamudeando.

—Me alegro mucho, estoy tan feliz por ustedes! No sabes cuánto. —dijo abrazándome fuertemente haciendo que casi bote la bandeja.

—Ya me tengo que ir, si no esto se enfriará...

Subí rápidamente a la habitación pero con un poco de delicadeza dejé la bandeja encima de la cama y desperté lentamente a Marco..

—Despierta príncipe... —dije moviendo lentamente su hombro.

—Wow... Jaime pero que bonito!, Gracias.

Tomamos nuestro desayuno, nos vestimos y fuimos rumbo a la cafetería, cómo era mi primer día tenía que ir en la mañana luego tomaría los turnos de la tarde.

—¿Emocionado por tu primer día? —preguntó Marco sonriendo.

—Claro que sí, tengo hasta un nudo en el estómago... —reí.

—Bueno, llegamos... te deseo lo mejor amor, recuerda que esta tarde pasaré por ti para ir a la feria, y ahora me tengo que ir para comenzar a ayudar a mi madre. —dijo Marco dándome un beso en los labios en forma de despedida.

Mi turno comenzaba y me puse el delantal y comencé a atender a la gente, me gustaba atender y conocer gente, había muchos chicos y chicas que me dejaban sus números de teléfono en las servilletas del café cuando lo dejaban en la mesa. Yo ni al caso, los tiraba o se los daba a mis compañeros.

El día trabajando te cansaba muchísimo, mientras que derrepente la campana de la puerta sonaba al abrirse.

—Jaime, pero que sorpresa!

—Chicos! wow que alegría verlos —¿como están?

—Bien! gracias —dijo Hayes sonriendo.

Mientras hablaba con Hayes un no tan cómodo Chris bajaba la cabeza, seguramente de la vergüenza.

—Y bien... ¿que pedirán de tomar? —Repliqué

—Dos Mocca por favor. —Agregó el ojiazul

—¿Para llevar?

—Para servirnos acá agregaron ambos al unísono.

—Está bien, tomen asiento, enseguida estarán sus cafés.

wow... no sé qué estaba pasando por mi cabeza, pensé que Chris ya se había marchado de aquí, pero al parecer se quedó en casa de Hayes y ya casi todo el verano...

—Hey! Jaime no andes volando por ahí, fíjate en los cafés, ya están listos. —Dijo una frustrada compañera de trabajo.

Llevé los cafés a la mesa en donde estaban los chicos y se los dejé. —Que los disfruten agregué.

Volví al mesón para que sean las 12:30 para que se acabe mi turno, entre algo me decía, ¿ese par están juntos?,¿ Hayes no que tenía novia? muchas preguntas circulaban en mi cabeza.

De pronto otra vez la campana de la puerta sonaba al abrirse, un resplandeciente Marco entraba a por mí.

—Buenos días, ¿que se le ofrece? —Pregunté como si no le conociera.

—Buenos días, quiero dos latte de caramelo por favor.

—¿Viene solo? —Pregunté curiosamente acercándome a él.

—Estoy esperando a mi novio, no tarda mucho, él está trabajando. —Agregó Marco.

—Ven acá...

y nos besamos mutuamente, mientras eso pasaba la campana del cambio de turno sonaba y me quité delantal, la gorra y me senté a tomar el café con mi novio.

—¿Todo bien el primer día? —Preguntó marco con una sonrisa de oreja a oreja.

—Sí, aunque no me esperaba la visita de algunos...

—¿Como la mía? —Preguntó marco bajando la mirada.

—Como vas a ser tú, mi niño lindo. Me refiero a los que están atrás cerca de la ventana, mira con cautela.—Dije.

—¿Te han venido a molestar? —Preguntó.

—No, no tranquilo, mejor vámonos.

—Está bien, te amo. —dijo Marco.

Salimos de la cafetería de la mano y ambos que estaban sentados cerca de la ventana no nos quitaron el ojo hasta que nos perdimos en la costanera.

—¿Sabias que por estas fechas comenzamos nuestro noviazgo? —Preguntó Marco como si no supiera.

—Sí, aún lo recuerdo... —dije.

—Pasamos muchas cosas juntos ¿no?, desde el último día de vacaciones al que no nos alcanzamos a despedir, cuando ingresé a tu mismo colegio y estuvimos juntos, o cuando en el cumpleaños de tu hermana me drogaron e hicieron muchas cosas para separarnos, o el atentado... son muchas cosas. —Agregó muy triste.

—Y logramos pasar cuando tú papá no aceptaba la relación.

—Si... —Dijo aún más triste.

—Pero aún así seguimos juntos, nada nos pudo separar.

Nos dimos un beso y continuamos con nuestro camino para llegar a casa.

Lo siento por la tardanza pero aquí está, trataré de actualizar cada fin de semana❤️

El Primer AmorWhere stories live. Discover now