IX

773 131 7
                                    

   Cuando me desperté me fui de inmediato a bañar, me puse un shorts de mezclilla corto, unas lonas moradas y un poleron que me gusto mucho color pastel. Era verano y al parecer la mamá de Luis no tenía tan mal gusto.

   Salí y afuera estaba Luis ya listo. Me miro con una cara de extrañeza. El llevaba puestos unos pantalones informales y una sudadera.

  –¿Deberás vas a salir así? –dijo como si le estuviera gastando una broma.

  –¿Que tiene de mal? -–dije enojada pero a la vez haciendo una especie de puchero sin darme cuenta.

  –La parte de arriba esta bien pero,  ¿En serio esos shorts? –dijo serio.

   A decir verdad hoy hacía un calor de aquellos y ni de broma me iba poner pantalones, que se ubique un poco en el planeta tierra, además yo me visto como me de la regalada gana.

  –Es verano –dije empezándome a enojar–, no eres mi papá para decir que debo ponerme o no, además esta ropa la compro tu mamá -sin añadir que es muy bonita.

  –Pero tengo tu custodia –dijo desafiante .

–¿Y eso que? –le respondí también desafiante.

  –Vale, por esta vez pasas porque la compro mi madre –dijo como si fuera mi padre. No voy a caer en ese jueguito idiota de que crea que me manda, eso no pasara.

  –Bueno pues vámonos -ya no quería alargar la charla.

   Salimos y como el hotel estaba casi al lado del aeropuerto nos fuimos caminando, en ese momento una idea cruzo por mi mente, escapar.

  –¿Vamos a tomar algo? –dije.

  –Mmm vale esperame aquí voy por unos licuados –dijo algo extrañado.

   Mire que ya no se viera y me dirigí a no se donde, camine unas cuadras y una mano me agarro.

  –¿Se puede saber a donde vas? –dijo muy molesto.

  Me quede callada, pues me asuste al verlo tan furioso.

  –¿Por qué eres así? –me dijo. Me disponía a responderle pero me tomo de la muñeca, prácticamente me arrastro– Ni pienses que perderemos ese vuelo –dijo serio.

   Llegamos al aeropuerto y el avión ya estaba próximo a irse asi que hicimos todo el papeleo rápidamente y abordamos, como esperaba nos fuimos en una especie de sala privada.

   De verdad que me tenia asustada este idiota de Luis así que no me atreví a hablar y solo miraba por la ventana y por mientras creo que Luis estaba tratando de controlar su ira. Estuvimos unos 15 minutos callados, de pronto sentí que queria hablarme y llegue a saltar.

  –¡Voy al baño! -dije casi gritando, no quería hablar con él en este momento.

   Me dirigí hacia la parte donde se encontraban todos los demás pasajeros y mire a todos lados como si buscara a alguien, no buscaba a nadie.

  –¿Necesita algo señorita? –me dijo la azafata.

  –Si, ¿donde están los baños? –dije media aturdida, esta era mi primara vez volando, bueno segunda pero la primera no tengo memoria ya que er amuy pequeña.

  –Al fondo del pasillo.

  –Gracias –le sonreí amablemente.

   Camine hacia los baños, la gente me miraba como si fuera de otro planeta o eso sentí. Cuando llegue a los baños al parecer estaba ocupado y había un chico afuera esperando.

  –Hola –me dijo de la nada. Vaya gente socianle de estos tiempos.

  –Hola –le sonreí.

  –Me llamo Marco.

   –Yo soy Lissette, un gusto.

   La persona que estaba ocupando el baño salio. Yo espere a que pasara Marco pero no lo hizo.

   –Pasa, no tengo prisa solo vine aquí porque me aburre estar sentado ahí todo el rato –dijo como si un avión fuer ael lugar perfecto para todo menos para estar sentado.

  –Somos dos, estoy muy aburrida –dije haciendo un gesto para que pasara otra señora que esperaba el baño.

  –Que extraño.

  –¿Que cosa?

  –Me parece raro ver una chica tan linda y sin una pizca de maquillaje –no creía que fuera cierto a decir verdad lo único que tenía claro es que este chico es un ligón. Pero era un lindo halago.

  –Gracias –le sonreí–, a mi me parece raro un chico tan amable –dije entre risas mientras me iba.

  –¿Ni siquiera me darás tu numero de teléfono?

  –¿Seguro que no eres un acosador? –dije riendo. ¿Como le explico que estoy casada?

  –Casi –me dijo mientras anotaba mi celular en su teléfono–, podríamos ser buenos amigos.

  Le sonreí no creyendo mucho lo que decía, cuando paso la azafata le pidió un lapiz y anoto su numero en mi mano, puesto que deje mi celular en el asiento, muy original todo. Me dirigí de nuevo a la sala privada, a todo esto me había demorado un buen rato. Cuando vi a Luis recordé porque me había ido de ahí estaba mas enojado que cuando me fui, me dirigí a mi asiento y saque mi celular para anotar el numero,luego tendria la excusa de ir a lavarme las manos.

  –¿Que haces? –me miro furioso.

  –Este... guardo un numero –dicho esto continúe con lo del número.

  –¿De quien? –dijo frío y enojado.

   No sabía como contestarle.

  –De alguien –dije silenciosamente.

  Tomo mi mano para ver que decia el numero y al lado " Marco, el del baño kajkajk " eso lo había escrito Marco para que según él no me olvidara de lo especial que era.

  –Borra ese numero de tu celular ahora –dijo serio.

  –¿Por qué?

  –¡Pues porque yo te lo digo! –agarro mi celular y borro el numero.

  –¡Idiota! - dije mirándolo fijamente.

  –¡Ya basta! Entiende, de mí no te podrás escapar –dijo furioso.

  –Pero... –dije y él me interrumpió.

  –Y ese chico, ¿le das tu numero a cualquiera? –a cualquiera menos a él.

  –¿Y que? ¿Me vas a tener encerrada o que? –dije mirándolo desafiante.

  –Si así lo quieres... –dijo serio.

  Eso me asusto pues se quedo en silencio y este loco de remate era capaz de encerrarme.

  –Oye... - dije tratando de arreglar la situación.

  –¡No te voy a encerrar idiota! –dijo adivinando mis miedos.

  –¿Que paso con Ana? –pregunte a la vez para cambiar el tema y por qué hace tiempo quería preguntarlo.

  –Nada, solo quería explicarle porque me fui así como así –dijo aún algo enojado.

  –¿O sea que querías volver con ella? –eso fue lo que deduci.

  –No, era para que no pensara que yo era un idiota desalmado –dijo.

  –¿No lo eres?

  –Payasa –me dijo ya no tan enojado formando una sonrisa en su rostro .

  Me gire a la ventana e intente dormir un rato.

Maniático Where stories live. Discover now