Capítulo 17

12.1K 685 39
                                    


Acomodaba mi corbata mientras bajaba las escaleras de mi casa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Acomodaba mi corbata mientras bajaba las escaleras de mi casa. Anoche después de haber dejado a Douglas en su casa totalmente ebrio, fui a casa de Sam, estaba a punto de tocar la puerta a media noche, pero me arrepentí y salí de ahí a toda velocidad, pero por fin era lunes y no tendría que esperar más para verla, estaba emocionado, aunque no sabía cómo debía saludarla, ¿Se enojaría si la abrazo otra vez?

Salí de casa después de despedirme de mi familia, hoy iba a llegar mi padre, hablé por teléfono con él y me dijo que quería conocer a Sam, hoy va a ir a la oficina a verme, tal vez se la presente.

Me subí a mi auto y comencé a conducir hacia la oficina, hoy no había tanto tráfico en la ciudad, algo que agradecía porque no tenía mucha paciencia. Después de unos minutos entre al edificio y salude a la recepcionista, era una agradable señora de la tercera edad, tenía muchos años trabajando aquí y no sé cómo, pero se mantenía saludable y con un aspecto bastante joven a comparación de su verdadera edad.

Miré el escritorio de Sam con esperanza de que ya hubiera llegado, pero solo lo vi vacío, sin sus cosas y sin ella que es lo más importante. Me encerré en mi oficina y comencé a trabajar.

Estaba por salir de mi casa, ya debía haber salido hace unos minutos, Matt se había ido temprano porque también tenía que trabajar, al salir íbamos a una cafetería, donde las bebidas eran deliciosas, normalmente vamos ahí cuando queremos pasar tie...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Estaba por salir de mi casa, ya debía haber salido hace unos minutos, Matt se había ido temprano porque también tenía que trabajar, al salir íbamos a una cafetería, donde las bebidas eran deliciosas, normalmente vamos ahí cuando queremos pasar tiempo juntos.

- ¡Adiós, papá! - grité tomando las llaves de casa lista para salir.

-Adiós pequeña- se asomó con unas galletas que acababa de cocinar, creo que Rachel iba a venir e iban a comer galletas, mi papá me contó que eso lo tenían en común, a los dos les encantaba comer galletas. Me despedí de él con la mano por última vez y salí rápidamente de ahí y tomé un autobús, esperaba no llegar tarde, le dije a Noah que no iba a volver a pasar.

Después de unos minutos bajé corriendo y saludé a Rosa, la recepcionista, sin esperar subí al elevador y traté de controlar mi respiración, salí con cuidado y vigilando que Noah no me estuviera esperando, y como a mí no me puede salir nada bien, alguien toco mi hombro.

-Buenos días, señorita Hampson- me brindó una sonrisa y me abrazó otra vez, por segunda vez no sabía cómo reaccionar, así que le abracé en forma de saludo.

-Perdone mi tardanza señor West, tuve un pequeño asunto importante y requería de mi atención. Solo dile que olvidaste poner tu alarma.

-No se preocupe, no se le hizo tan tarde- miró su reloj y se separó de mi - ¿Tengo algunos pendientes para hoy? - traté de hacer memoria, me había aprendido que cosas importantes tenía que hacer y a qué hora.

-El señor Bradner quería que se comunicará con él- asintió y se retiró sin dejar de sonreír. Me ponía un poco nerviosa su presencia, cuando se fue solté el aire que retenía. Dejé todas mis cosas en mi escritorio y comencé a trabajar.

Después de terminar la llamada con Bradner tocaron a mi puerta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Después de terminar la llamada con Bradner tocaron a mi puerta.

- ¿Señor? Su padre está aquí y quiere verlo- Sam dejó entrar a mi padre y abrió sus brazos a mí.

- ¿Podría quedarse señorita Hampson? - abracé a mi padre y vi a Sam detrás de mi padre, estaba nerviosa, movía sus manos impacientes y tenía un gesto de preocupación, era muy tierna y me encantaba.

- ¿Quién es esta hermosa señorita, Noah? - me miró sonriendo, yo tomé la mano de Sam y la acerqué a nosotros.

-Ella es mi secretaría, Sam- le sonreí a mi padre y él se emocionó un poco.

-Vaya, con que tú eres Sam- la abrazó en forma de saludo y Sam lo miró confuso.

Alguien más entró a mi oficina y era Douglas, miró a Sam y yo le di una mirada de advertencia, lo iba a golpear si decía algo de ella.

- ¡Douglas! - mi padre saludo a mi amigo con un abrazo -mira, la secretaria de Noah, ¿No es hermosa? - Douglas asintió y forzó una sonrisa, al parecer Sam lo había notado porque bajo su mirada, yo me puse al lado de ella y la abracé por los hombros.

-Sam, que linda es- Douglas habló forzadamente, él sabía lo que iba a pasar si decía algo malo de ella.

-Me tengo que ir, tengo trabajo- Sam salió de mi oficina y mi padre se despidió de mi saliendo tras ella, supongo que tenía cosas por hacer. Después de que se fueron y cerraron la puerta Douglas dejó salir aire.

- ¡Amigo! En serio te gusta eso, ¡Qué asco! - me giré y lo miré molesto.

-A mí no me importa lo que digas, y te vuelvo a exigir que la respetes, imbécil- lo señale amenazándolo. Sam entró otra vez y me miró.

-Señor, una señorita quiere verlo- Sam la dejó pasar y Mindy entro moviendo sus caderas exageradamente.

- ¡Noah- me abrazó y solo veía como Sam salía de ahí.

-Mindy, no tengo tiempo, Douglas te puede atender gustoso, yo no pienso tocarte- ella me miró con odio y mi amigo se acercó a ella mirándola completamente.

-Yo con gusto te atiendo- Douglas la agarró de la cintura, Mindy mordió su labio y los dos se fueron de mi oficina. Me senté en mi silla y suspiré cansado, me dolía mucho mi cabeza, necesitaba una pastilla. Llamé a Sam y le pedí una, a los pocos minutos entró con agua y la medicina en ambas manos.

-Aquí esta, señor West- se acercó hasta mí y me tendió ambas cosas.

-Gracias Sam- esa era la primera vez que le llamaba por su nombre, ella sonrió levemente y estaba a punto de salir - ¡Sam! No se vaya, tome asiento- se sentó lentamente y me miró nerviosa.

-Cuéntame cosas de ti- la miré con una sonrisa, me encantaría mucho conocerla más. Ella sonrió y así pasamos el resto de la tarde, hablando de nuestros gustos y sorprendentemente tener muchas cosas en común.

El día que le conocíWhere stories live. Discover now