Capítulo 22

11.4K 595 15
                                    

-Vamos a ir a un psicólogo- papá tomó mi mano y me miró esperando mi respuesta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Vamos a ir a un psicólogo- papá tomó mi mano y me miró esperando mi respuesta.

-Está bien, solo dame unos días, ¿Sí? - me abrazó y asintió.

-Gracias por aceptar ayuda Sam- después de unos abrazos y algunas bromas él se fue y me volví a recostar en mi cama.

Hoy no había ido a trabajar como lo había dicho Noah, pensé mucho en el beso de ayer, se sentía extraño que alguien sintiera algo por mí, o eso es lo que me estaba demostrando mi jefe.

Tocaron la puerta de mi habitación y después de dar la señal de que podían entrar, escuche como alguien se acercaba a mi velozmente.

- ¡Sam! ¿Estás bien? Mi tío me dijo que te había pasado algo- Nathan me miraba como si de un doctor se tratase.

-Estoy bien pequeño- sonreí con ternura y él me abrazó. Noah entró mirándome y sonriendo mientras sacaba un sobre de papel y lo ponía en la pequeña mesa que había.

- ¡Nathan! Hice galletas- mi padre entró y Nathan corrió a él. Después de que ambos salieran, Noah se sentó a mi lado.

- ¿Ya estás mejor? - asentí lentamente y el acarició mi cabello. Era hermoso y perfecto, juro que si buscas la definición de "perfección" aparecerá la foto de Noah West. Deberían ver cuando sonríe, dudo que haya algo que lo haga más lindo. Ya entendimos todos Sam, sabemos que te gusta tu jefe. - ¿Sam? - la voz de Noah me obligó a dejar de pensar en lo bello que es.

-Si, claro, me parece buena idea- él sonrió y se levantó.

-Bien, entonces paso por ti en unas horas- me limité a asentir y sonreír, no tenía idea de lo que me había dicho, esto era un problema. Él besó mi frente y se fue. ¿Qué se supone que íbamos a hacer?

************

Estaba en mi habitación tratando de controlar mi cabello. En cualquier momento podría llegar Noah y yo aún no estoy lista.

Quería peinarlo o algo, pero la puerta ya había sonado, él ya había llegado así que solo lo cepille y baje las escaleras. No iba con vestido ni nada llamativo, iba cómoda y natural.

Noah hablaba con mi padre, desde ayer empezaron a hablar más y eso me alegraba mucho, llevaba el sobre que él me había dado, quería leerlo mientras estaba con él. Mi jefe me miró y sonrió.

-Sam- se acercó y besó mi mejilla tomando mi mano. Miré a mi padre pensando que iba a estar molesto por ese acercamiento, pero solo sonrió y asintió.

-Señor Noah- él negó.

-Noah- sonreí levemente, estaba nerviosa por el momento, tenía miedo de hacer algo mal - ¿Nos vamos?

Caminamos juntos hasta su auto y ambos nos subimos.

- ¿A dónde me llevarás?- él no dejaba de sonreír y de mirarme.

-Vamos a ir a mi lugar preferido, es un pequeño campo, mi padre me llevaba ahí para practicar algún deporte. Voy ahí cuando lo necesito o en alguna ocasión especial como esta.

Me sonrojé ligeramente y no emití ningún sonido, Noah río y puso el auto en marcha.

Hablamos en el camino, nos conocimos más y descubrí que le gusta la jardinería, me contó que a veces plantaba flores junto con su mamá. Le gusta cocinar con Acasia y juega a los coches con Nathan. Era un hombre muy especial, difícil de encontrar y demasiado tierno, me encanta.

Habíamos llegado después de algunas bromas por parte de él, eran muy malas, pero llegaban a ser graciosas.

Me ayudó a bajar y me guio hasta una mesa junto a un árbol decorado con luces blancas. Era muy lindo todo, tan tranquilo, pero a la vez con ganas de gritar de emoción.

Los dos nos sentamos, uno frente al otro, hablamos un poco más hasta que una mujer se acercó a nosotros, era rubia teñida y su cuerpo tenía forma, era espectacular, nos sirvió agua y dejo una botella de vino sobre la mesa. Noah la miró y sonrió.

-Gracias Tom- que bonito nombre, Tom, espera... ¡¿Tom?! ¿Era hombre?¡Esa linda mujer era hombre! No, no, tal vez era una broma de Noah.

-De nada guapo- Está bien, es hombre, ni la voz de Noah es tan varonil. Después de que Tom se fuera y de contarle lo que había pensado a Noah, se empezó a reír. No podía hacer que se callara, así que saqué el sobre e inmediatamente se puso nervioso.

Sonreí y lo abrí sacando una carta que él había escrito, la iba a leer en voz alta, él cubrió su rostro ya sonrojado a mas no poder.

Querida Sam...

El día que le conocíWhere stories live. Discover now