BAD BOY GAY (Corrigiendo)

su habitación

-Troye-

Generalmente hago este tipo de cosas, pero nunca he estado en algo parecido, se que es confuso, pero ya entenderan.

   Estaba en las tejas de los Bell, tratando de averiguar cual era la ventana de Simon, pero todas eran iguales. Todas estaban a oscuras, así que me abrí una y mientras me metía, rezaba que no fuera la de sus padres.

   Mire la habitación, todo estaba bien acomodado, había maquillaje sobre un escritorio y supuse que me equivoque. Aquí no puede dormir Simón, a menos que ahora me guste One Direction, ya que la habitación estaba llena de pósters de ellos cosa que daba miedo.

   Sentada en una silla, con los brazos cruzados y levantando una ceja, estaba Holland. Apreté los labios y negué con la cabeza.

   -¿Qué haces aquí?- Pregunto-. No creo que vengas por mi, puedo suponer que te equivocaste de habitación.

   -No, no vengo por ti- Conteste pensando que sonaba como si fuera la muerte-. Busco a Simon.

   Ella se paro, se acerco a mi y frunció el entrecejo. También, se cruzo de brazos y dio un aire de superioridad. A pesar de ser mayor, yo era más alto que ella y eso me agradaba.

   -¿Qué estas intentando con mi hermano?- Pregunto enojada.

   -¿Celosa?- Pregunte yo sonriendo.

   -A mi hermano le gustan las mujeres, así que si intentas algo raro, vas a fallar. Se que eres rápido en cuanto a mujeres, pero si ahora quieres probar con los chico como te va, déjame decirte que no voy a dejar que toques ni un pelo de Simon.

   -No voy a tocar un pelo de Simon, lo juro.

   -Más te vale.

   ¿Más me vale? Dudo que ella pueda ir contra mi. Además, Simon ya es bastante grande y puede decidir sólo.
 
   -Bien, mafiosa. ¿Dónde está su habitación? 

   -Es la puerta que sigue, ya debe estar durmiendo porque algunos no andamos de parranda toda la noche ¿Sabes? No quiero que te acerques a él, Troye. Quiero que te alejes de mi hermano o voy a tener que hablar con tu padre, como ultimo recurso. 

   Levante una ceja, no le di importancia a lo que decia y salí de su habitación procurando no mirar los ojos de los cinco cantantes que me clavaban sus ojos en mi nuca. Todo el pasillo estaba oscuro, me deslice por él tratando de reconocer lo que mis manos tocaban antes de que siguiera el paso, me rendí y saque mi teléfono para alumbrar. 

   Su puerta era blanca, tenia escrito "paradise" con los colores de la bandera del orgullo gay, o con los del arco iris, no hay diferencia. Tome la perilla humedeciendo mis  labios y al entrar sentí un enorme calor que golpeaba. Este chico no podría ser más caluroso, hacia demasiado calor en su habitación, como si estuviera siempre encerrado aquí y tuviera la calefacción al máximo.

   Lo vi sobre la cama, era un pequeña montaña que solo me dejaba ver sus parpados cerrados, y en partes, porque su pelo caía sobre su cara. Es lindo durmiendo, cantando, riendo, llorando, siempre lo es.  ¿Cómo siendo tan lindo nadie rogó por tenerlo en sus brazos?

   Simon soltó un gemido, oh, niñato ¿con qué andas soñando? O mejor dicho, con quién. Desplazo la sabana un lado de un manotazo y me dio la espalda. Llevaba suéter con el calor que hacia aquí, quizás me gusta un loco. 

   -Ey, niñito- Lo llame. 

   Siempre lo llamaba niñito, era una forma de recordarme que era mucho más pequeño que yo, en cuerpo. Creo, incluso, que es mayor a mi, creo que algo de seis meses mayor que yo. Pero, podría darle una paliza si quisiera, claro que no quiero. O, quizás llamarlo niñito me devolvía a la tierra, donde él era un chico que cantaba y yo un cliché, mundos muy diferentes para unirse.