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Maneje hasta el aeropuerto, tarde unos veinte minutos en llegar, diría que más. Todo se sintió muy eterno. O quizá eran mis nervios.

Estacioné y caminé hasta adentrarme en el mismo. Cuando localice a los dos "no muertos" me acerque.

-Hola- sonreí- soy Dove Hale.

Ambos se levantaron de sus asientos y me miraron.

-Señorita Hale, es un placer- dijo Clara dándome un beso en la mejilla. Parecía gratamente sorprendida.

-Es un placer señorita Hale- saludo el señor Wilson.

-¿Quieren ir a comer algo?- pregunté- estoy segura de que han tenido un vuelo largo.

-Eso seria genial- asintió Wilson.

Fuimos a mi auto, Clara se sentó delante y Wilson detrás.

-Eres increíblemente joven- dijo Clara- por tu seriedad y forma tan profesional de atender una llamada pensé que eras más... mayor.

-Me lo dicen muy seguido- le dedique una sonrisa. La mujer sentada junto a mi es realmente hermosa y amable- ¿Qué tal el vuelo?- pregunté para que no abundarán el silencio.

-Fue normal, a decir verdad, primera clase es gloria- respondió Wilson y yo me reí.

-Eso es verdad- le di la razón- sobre el tema de dónde se quedarán, tengo una casa a quince minutos del centro, es suya.

Abrieron sus bocas sin poder creerlo.

-Es usted muy amable, realmente no sé si merezcamos tanto- hablo Clara con ojos brillosos.

-No es tanto, ustedes son miembros de mi clan, mi familia, y fueron exiliados por unas basuras sin que nosotros pudiéramos hacer nada. Es razonable que quiera que estén lo mejor posible, se lo merecen- hace un tiempo no tomaba, adecuadamente, mi lugar como líder. ¿Por qué desperdicié tanto tiempo en notarlo?*- y por otro lado, tengo una amiga que trabajaba como niñera para la familia Cooper, tome su lugar por falta de tiempo y me encariñe con esos niños.- Clara sollozó silenciosamente- quiero que puedan ver a su mamá en su mejor momento.

-Usted es muy bondadosa- se limpió las lágrimas- no creo que me alcancen las palabras para agradecerle tanto. Gravias por cuidar de mis hijos.

-Gracias a usted por amarlos.

...

Al llegar a casa me tire en el sofá, hablamos mucho sobre los niños, pero no me atreví a decirle que Simon y yo teníamos algo. Porque, por Dios, quién querría entrar en ese tipo de terreno desconocido.

Mi cabeza dolía y sentía un nudo en mi garganta. Estaba tan asustada por todo, pero aún así tenía que seguir viéndome normal para no proexupar a otros.

-Puta mierda- maldecí al aire.

-¿Tuviste un buen día?- pregunto Elijah entrando seguido de Noah- ya me entere.

Sonreí con diversión.- Que hay alguien nuevo acariciando tu piel- cante.

-Algún idiota al que quieres convencer, de que tú y yo somos pasado- la siguió Noah.

-¿Seriedad no se encuentra en esta casa hoy?- pregunto Elijah- te traje helado de vainilla.

-Te amo- dije mientras iba en su búsqueda.

-Creo que es muy lindo tu gesto- dijo y me dio un beso en la frente.- aunque tú eres quien terminará con el corazón roto.

-Un corazón roto- me reí con algo de pesar- no es nada nuevo para mí y tampoco moriré por algo así.

Nos sentamos a charlar y les conté cómo había ido la mitad de mi día con aquellos dos.

-¿irá a ver a la niños?- pregunto Noah.

-Hoy por lo menos no- dije- le pedí que me avisara cuando iría a verlos.

-¿Para?- pregunto Elijah.

-No quiero estar allí, no creo poder soportarlo- conteste luego meter otra cucharada de helado en mi boca.

Elijah y Noah me llevaron a cenar y a pasear. Realmente estaban muy preocupados por mi salud mental, la cual debo decir que viene de mal en peor esta última semana.

(...)

Me desperté y mire la hora, Simon quería que vaya a almorzar con ellos. Suspire y me levante, tome una ducha, aunque esta vez sin mojar mi cabello. Lave mis dientes y me maquille, fui en busca de ropa. Luego de cambiarme y arreglarme, miré la hora,ya casi eran las doce, mierda que había dormido.
Salí de mi cuarto, tome mis llaves, mi celular y salí.

Noah me estaba esperando afuera, traía sus gafas de sol y lucia como toda una pandillero sexy.

-¿Te llevo a algún lado, bonita?

Resople una risa y me subí de copiloto- Al trabajo.

.
.
.

-Gracias por traerme- dije y ella asintió como si no fuera nada. Caminé y entre como usualmente lo hacía.

-Dove- me saludo Jason.

-Hola cariño- dije y le di un beso en la mejilla.

-Ayer no estuviste para jugar conmigo- hizo un puchero.

Estuve algo ocupada reviviendo a tu madre con las esferas del dragón.

-Lo siento, estuve algo ocupada.

Fuimos con los demás y todos me contaron qué tal les había ido ayer en el parque de atracciones.

-Nos subimos a un a montaña rusa que es realmente increíble, daba vueltas sobre si misma- dijo Austin.

-Fue aterrador- dijo Brandon abrazandose a sí mismo.

Charlamos un rato más sobre eso y nos reímos de muchas cosas.
Cuando terminamos de comer ayude a Susan a lavar.

-Dove estas algo más pálida- me dijo-¿estuviste descansando bien?

-Sí, debo admtir que si no hubiera sido por la alarma hoy me encontraría durmiendo todavía- ella se río algo más aliviada.

Cuando terminamos, secamos y guardamos todo y fuimos a la sala. Allí estaban hablando del partido de baloncesto.

Me senté al lado de Simon y este rodeo mis hombros, me dio un beso en la cien.

-Dove, ¿qué hiciste ayer?- pregunto Margaret.

-Me levante temprano, fui a correr, fui a mis clases y luego pase la tarde con mi hermano y su novia- sonreí.

-¿Tienes un hermano?- pregunto Brandon.

-Sí- conteste.

-Uau eso es algo impresionante, quiero conocerlo- dijo.

-Te caerá bien, pero es una persona molesta.

En eso sonó el timbre y Susan fue a abrir.

______

*Esta parte hace referencia al hecho de que Dove vivió toda su vida rodeada de su clan. El único estilo de vida que conoce es matar, vender droga, hacer contratos ilegales, extorsionar, etc. 
Ella dice que desperdició tiempo debido a que busco tener una vida normal, trabajando en un restaurante, estudiando diariamente, saliendo de fiesta y dejando de lado a su gente. Solo ocupándose en casos my extremos de ellos.
Nada, quería explicar este punto.
Nick.

De niñera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora